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miércoles, 9 de julio de 2008

El Milagro de la Eucaristia

El Milagro de la Eucaristía


Ellos le dijeron: “¿Que hemos de hacer para obrar las obras de Dios?” Jesús respondió: “la obra de Dioses que creáis en quien él a enviado”… y prosiguió: “ Mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja de cielo y da vida al mundo.”
Jesús da a conocer que él dejará entre nosotros un pan vivo y les da vida al que recibe este pan. Prosigamos con la lectura para profundizar más concretamente que nos quiere decir.
Entonces le dijeron: “Señor, danos siempre de ese pan.” Jesús les dijo:”Yo soy el pan de vida. El que venga mí no tendrá nunca sed.”
“Yo soy el pan de vida” “Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre.”
Jesús en esta 1ras tres ocasiones habla de que él mismo es el pan bajado del cielo. Que el pan que comieron en el desierto era uno simbólico enviado por su Padre. Para poder prepara el camino para la llegada del verdadero pan vivo que nos dará la vida eterna. Jesús al expresar que el coma de este pan y beba de su sangre no tendrá sed.
Jesús dice: “El pan que yo doy es mi carne por la vida del mundo.” “En verdad os digo; si no comeis la carne del Hijo del hombre y no bebe mi sangre no teneis vida en nosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y Yo le resucitaré el último día. Por que mi carne es verdadera comida y sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mi y Yo en él.”
En 7 ocasiones Jesús enfatiza que el pan vivo bajado del cielo es su carne y su sangre. Que al momento de la consagración la hostia se transfigura en el cuerpo de Cristo y el vino en la sangre de Cristo. Para que sea verdadera comida y verdadera bebida, sin cambiar la estructuralmente las especies del pan y del vino. Para que siempre podamos gozar de este sacramento todos los días. Lectura: Juan 6, 21-66

Por Guillermo Betancourt