Jesús dijo:"Como tú,Padre, en mi y Yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectactamente uno, y que el mundo conozca que tú me has enviado." Juan 17, 20-24
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martes, 4 de enero de 2011
La Epifania de los 3 Santos Reyes Magos
El Evangelio de San Mateo (2,1-12) relata la historia de los magos.
Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
* Su Epifanía ante los Magos de Oriente: Manifestación a los paganos.
* Su Epifanía del Bautismo del Señor: Manifestación a los judíos por medio de San Juan Bautista.
* Su Epifanía de las Bodas de Caná: Manifestación a Sus discípulos y comienzo de Su vida pública por intercesión de su Madre María.
Reyes Magos
Reyes Magos
La Epifanía que más celebramos en el occidente es la de los Magos, la manifestación a los paganos. Esta debe ser causa particular de alegría y agradecimiento para nuestros pueblos, convertidos del paganismo.
Dios llama a todos los pueblos, de todas las razas, culturas y religiones. Pero la llamada requiere respuesta. Hay que salir de donde estamos e ir al Señor hasta encontrarlo en los brazos de María.
"Reyes Magos"
En aquella época, los persas llamaban "magos" al sacerdote. Mas tarde la tradición les llamó "reyes", por alusión al salmo 72,10-11: "Los reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de Etiopía le ofrecerán regalos. Ante él se postrarán todos los reyes y le servirán todas las naciones"
De oriente: El oriente, para los judíos, era Arabia, Persia o Caldea.
La estrella que vieron ha suscitado varias hipótesis. Antiguamente se dijo que fue un cometa. Pero estudios astronómicos parecen indicar que fue la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter
Sus nombres y regalos
Sus nombres no aparecen en la Biblia, solo sabemos que vienen de oriente. Pero la tradición les ha dado nombres:
* Melchor, tradicionalmente un anciano blanco con barbas, trae como regalo oro que representa la realeza de Cristo.
* Gaspar, joven, de piel morena, trae incienso, representando la divinidad de Cristo.
* Baltasar, de raza negra, ofrece al Niño Dios mirra (sustancia que se utiliza para embalsamar cadáveres) representando Su humanidad, el sufrimiento y la muerte del Señor.
Los regalos
Los regalos
Las tradiciones populares han ido añadiendo detalles sobre lo que en verdad se conoce. Por ejemplo, se dice que los reyes eran, uno rubio, uno moreno, otro negro.
Muy posible los magos conocían algunas profecías mesiánicas de los judíos porque estos residían en todos los países, por eso llegaron a Jerusalén y acuden al palacio de Herodes preguntando por el rey de los judíos, cuya estrella habían visto.
Los Padres de la Iglesia reconocían en la adoración del Niño por los Reyes Magos, la aceptación de la divinidad de Jesucristo por parte de los pueblos paganos. Los magos no eran parte del pueblo de Israel, pero supieron utilizar sus conocimientos (astronomía) para descubrir al Salvador. Se cumplió primero en ellos la profecía de que por medio de Israel, Dios se manifestaría a todos los hombres. Jesús vino para salvar a todos, no solo los judíos.
Herodes descubre en el anuncio del nacimiento de un rey una amenaza para sus intereses. Utiliza la mentira con intenciones criminales. No se sentía seguro en su trono porque los judíos lo odiaban. Era hijo del idumeo Antipatro, quien ayudó a los romanos a conquistar a Palestina. Su título de rey se lo debía a los romanos y los judíos no aceptaban que un extranjero fuese su rey. Herodes se había casado con una princesa judía pero la mandó a asesinar junto con los hijos que tuvo con ella.
Los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, por su parte, supieron informar a los Reyes Magos sobre donde debía nacer el Mesías según las profecías (Miqueas 5,2): en Belén de Judá; sin embargo ellos mismos no fueron a adorarlo.
Los magos buscaban a Dios en las estrellas, pero estas les guiaron para encontrarlo en la tierra, en la humildad, junto con María, Su Madre.
domingo, 2 de enero de 2011
Todo comienza con María
Por: Guillermo Betancourt
Desde el Génesis María está presente en el plan de salvación de la humanidad. Al decir Dios: “la mujer aplastara la cabeza de la antigua serpiente y habrá enemistad entre la serpiente y la mujer.” Desde el comienzo de la humanidad María será la Mujer libre de pecado original al ser está enemiga del pecado que es la antigua serpiente llamada Luzbel o Satanás. Dios padre la hace desde el comienzo Inmaculada desde antes de ser concebida por sus padres. La palabra de Dios fue escrita por el profeta Isaías al escribir: “Nacerá de una Virgen y le pondrá por nombre Emanuel que quiere decir: Dios con nosotros.” Una virgen será la Madre del Altísimo y está a su vez al ser virgen es también virgen del pecado al nacer inmaculada su virginidad es también bien es del alma que Dios ha dejado inmaculado para su Hijo. Para que Jesús fuera descendiente directo de la estirpe de David Dios escoge a un humilde carpintero llamado José viudo y adulto de entre unos 30 a 40 años. María de 15 años y consagrada a Dios por sus padres.
María es cuidada por Dios desde su nacimiento por Ángeles desde la más alta jerarquía para que fuese educada por la sabiduría de Dios para que llegado el momento María estuviera preparada a educar a Dios Hijo que habitará entre nosotros como Hombre verdadero. Jesús necesitaba tener la sabiduría que se le negó al nacer para que como todo ser humano fuese educado y crecer en sabiduría y María llegado el momento Dios padre envía a su mensajero a María para dar paso al comienzo de nuestra salvación del pecado y ser parte de la gran Familia de Dios.
En Lucas escribe: “al sexto mes el Arcángel Gabriel (Mensajero de Dios) fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamado Nazaret, a una joven virgen que está comprometida en matrimonio llamado José, de la familia de David. La virgen se llama María. El Arcángel le dijo: “Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo.” “No temas María porque has encontrado el favor de Dios concebirás en su seno y darás a luz al que le pondrás por nombre Jesús será grande y justamente llamado Hijo del Altísimo. El Señor le dará el trono de su antepasado David; gobernara por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminara jamás.” María responde: “Soy la humilde esclava del Señor hágase en mí según tu Palabra.” El Arcángel al presentarse a María se inclina al reconocer la presencia de Dios está en la persona de María. Por eso dice que está llena de gracia. Reconociendo la real presencia de Dios en ella. María no se asusto al ver al Arcángel Gabriel porque desde que ella nació creció rodeado por ángeles que le alimentaba en sabiduría. El temor fue por la cultura machista de su época al quedar ella embarazada estaba expuesta a ser apedreada a muerte por ser acusada de adulterio al no estar casada con José en el momento de su concepción. Aun así con este riesgo acepta con Amor y humildad para ser esclava y servidora de Dios como lo ha sido desde su Inmaculada concepción. La fe de María es una fe sin fronteras porque estaba segura de que José no la denunciaría y que la aceptaría la encomienda de ser padre de crianza del Dios que se hace hombre en el vientre de María. Otro dato importante; María al momento de su concepción María se hace Una con la trinidad Divina de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Un Santo dijo: “Que el verdadero rostro del Espíritu Santo es María.” En estos días reflexione sobre estas palabras y ciertamente ciento como verdaderas estas palabras porque Dios hecho hombre tenía que ver el rostro de su padre y este lo sentía y lo vivía en el rostro de María.
Gracias por su tiempo y espero que durante este año 2011 pueda brindarles más temas para que puedan ser formados y educados en la fe Católica. Para que al momento de que les pregunte los hermanos separados puedan contestar con sabiduría a sus preguntas.
Dios los bendiga a usted y toda su Familia.
Escrito por Dr. Antonio J. Molina Jueves, 30 de Diciembre de 2010 09:39 Puerto Rico vibra con la devoción de los Reyes Magos. Los santeros, artes
Domingo, 28 de Marzo de 2010 00:00
A poco más de un año para la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a celebrarse en Madrid, España, el Papa Benedicto XVI ofreció su mensaje a los jóvenes que se darán cita por vigésima quinta vez para celebrar su fe.
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El evento, instituido por el Venerable Juan Pablo II fue descrito por el actual Pontíficie como "una iniciativa profética que ha traído frutos abundantes, permitiendo a las nuevas generaciones cristianas encontrarse, ponerse a la escucha de la Palabra de Dios, descubrir la belleza de la Iglesia y vivir experiencias fuertes de fe que han llevado a muchos a la decisión de entregarse totalmente a Cristo".
Como tema para la próxima JMJ, se escogió el pasaje bíblico del encuentro de Jesús con un joven, "Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" (Mc 10,17).
Sobre el acercamiento, Su Santidad detalló: "Jesús le dijo: '¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre'. El, entonces, le dijo: 'Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud'. Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: 'Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme'. Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes". (Mc 10, 17-22).
Para darle contexto a sus palabras, Benedicto XVI explicó que el relato anterior denota la importancia que la juventud tiene para Jesús, siempre atento a las preocupaciones, esperanzas y expectativas de los creyentes jóvenes.
Respecto a las grandes interrogantes que se plantean muchos jóvenes con relación a descubrir su proyecto de vida, Su Santidad dijo que el muchacho presentado en el Evangelio se asemeja a los chicos y chicas de hoy. "Quizás también vosotros vivís situaciones (...) que os llevan a aspirar a una vida no mediocre y a preguntaros: ¿en qué consiste una vida lograda? ¿Qué tengo que hacer? ¿Cuál podría ser mi proyecto de vida?".
Mediante lo anterior, aconsejó a comprender que las mencionadas dudas no son otra cosa que las grandes aspiraciones del corazón y que, como tal, deben ser escuchadas. "Éstas esperan respuestas no superficiales, sino capaces de satisfacer vuestras auténticas esperanzas de vida y de felicidad", aseveró.
Entonces, también habló de la aspiración a la vida eterna. Y señaló que cuestionarse sobre el futuro definitivo da sentido de plenitud a la existencia humana, "ya que orienta el proyecto de vida hacia horizontes no limitados y pasajeros, sino amplios y profundos, que llevan a amar el mundo (...)".
Asimismo recordó que Dios creó a la humanidad para estar junto a Él para siempre, por lo que esa idea debe estar presente al momento de tomar decisiones y dar calidad a la existencia en la Tierra. Como ejemplo, mencionó que los diez mandamientos son "puntos de referencia esenciales para vivir en el amor".
Antes de concluir, el Papa recordó: "Quien vive hoy la condición juvenil tiene que afrontar muchos problemas derivados de la desocupación, de la falta de referencias ideales seguras y de perspectivas concretas para el futuro. Entonces se puede tener la impresión de ser impotentes ante las crisis y a sus consecuencias actuales. ¡A pesar de las dificultades, no os dejéis desanimar y no renunciéis a vuestros sueños!"
Al final de su exposición, el Papa llamó a la juventud a aprovechar la celebración del Año Sacerdotal para conocer la vida de los santos, "en particular la de los santos sacerdotes".
Epifanía perenne
Escrito por Dr. Antonio J. Molina
Jueves, 30 de Diciembre de 2010 09:39
Puerto Rico vibra con la devoción de los Reyes Magos.
Los santeros, artesanos que trabajaban la madera, constituyen un interesante fenómeno, y único, de las artes plásticas puertorriqueñas que se destaca en la historia de Latinoamérica, al igual que más tarde, en los años 50 descolló el cartel puertorriqueño. En el centro de este
hemisferio la cartelística nuestra marca un hito en su género.
Cuando yo estudiaba “Problemas Sociales” en 1964 en la Academia Eicholz, en Colonia, Alemania, comprendí cómo
los nacionales de aquel lugar guardaban predilecto cariño a los Santos Reyes, pues conservan en valiosos relicarios de oro y plata los supuestos cuerpos de esos sabios del Oriente que fueron a adorar en Belén al Divino Niño.
Yo les contaba a mis condiscípulos que la primacía en el amor a esos personajes la tenían los puertorriqueños, y que desconocíamos el origen de ese sentimiento.
A don Ricardo E. Alegría, el personaje que más ha hecho por la cultura puertorriqueña de todos los tiempos, se le debe indiscutiblemente, el que en la edad actual el puertorriqueño adquiriera ese respeto y admiración por los santos de palo. De hecho los antropólogos pudieran estudiar ese sentido de reafirmación cultural que para el boricua representó adoptar como muy suya esa veneración, guardando celosamente la tradición, no solamente en el territorio de la Isla sino en cada hogar puertorriqueño en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo donde resida.
Cuando fui en 1973 a dar una conferencia sobre arte puertorriqueño en la Universidad Libre de Berlín, como parte de mi labor voluntaria en la UNESCO, quise llevar algo de Puerto Rico y le pregunté al gran pintor Félix Bonilla Norat, pensando que me iba a decir de alguna pintura pero él decididamente me dijo: “llévale los Tres Reyes…” que le compré a Helen Santiago, de la Galería de ese nombre, en San Juan. Sugiero respetuosamente a los que estudian la Historia de Puerto Rico que busquen en los numerosos libros que se han escrito sobre los santos de aquí, toda la parafernalia que rodea al asunto, y cómo aquellos primitivos artesanos buscaban ciertas maderas, cortándolas en ciertas fechas, y la ingenua simbología para cada imagen, sin olvidar que el santero que recorría los campos vendiendo sus obras tenía cierta aureola de religiosidad con reconocida buena conducta y una conversación a tono con la mercancía que llevaba. La imagen del Cristo nunca se vendía, quizás se daba a compradores generosos o a los compadres. Del compadrazgo del país hasta han escrito los gobernadores que aquí estuvieron. Algunos compraban los santos por una “promesa”, tradición muy bella que habla de la sensibilidad de aquellas buenas gentes… que fueron fundadores de los pueblos. Decía Voltaire que “si no hubiese Dios… había que inventarlo”. El espíritu religioso es necesario para toda comunidad y el ejemplo a recordar es que todas las civilizaciones antiguas, desde las más primitivas, siempre tuvieron necesidad de creer en un Ser Superior, Creador de lo que veían alrededor y de ellos mismos.
La Iglesia con la sabiduría que le viene de Dios, que para civilizar tuvo que destruir los ídolos paganos, conservó con gran inteligencia la representación de los santos, los verdaderos amigos del Creador, como simples testimonios de su existencia, al igual que las naciones representan a sus héroes, o en el hogar hay el retrato del abuelo o de un ser querido.
¡Los Tres Reyes montados a caballo, no en camellos, fueron para nosotros un signo de amor, de generosidad, de justicia y de espiritualidad.
Por todo lo dicho, nuestra Isla debe mantener la bella tradición que tanto agrada a los niños… ¡y a los mayores!
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