Jesús dijo:"Como tú,Padre, en mi y Yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectactamente uno, y que el mundo conozca que tú me has enviado." Juan 17, 20-24
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domingo, 3 de julio de 2011
Dios no es un objeto de experimentación humana, dice el Papa
Escrito por Aci/Prensa, Servicios Informativos Católicos
Sábado, 02 de Julio de 2011 07:24
Al presidir esta mañana la entrega del Premio Ratzinger a la investigación teológica, el Papa Benedicto XVI explicó que "Dios no es un objeto de la experimentación humana".
En su discurso a los ganadores del premio: el profesor Olegario González de Cardedal, el profesor Manlio Simonetti y el sacerdote Maximilian Heim, el Santo Padre explicó que existe un límite al uso de la razón: "Dios no es un objeto de la experimentación humana. Él es Sujeto y se manifiesta sólo en la relación de persona a persona: esto forma parte de la esencia de la persona".
Benedicto XVI hizo esta afirmación al contestar a la pregunta sobre lo que verdaderamente es la teología. "La teología –dijo– es ciencia de la fe, nos dice la tradición. Pero aquí surge, inmediatamente, la pregunta: ¿verdaderamente es posible? ¿O no es esto en sí mismo una contradicción? ¿Acaso ciencia no es lo contrario de fe? ¿La fe no deja de ser fe, cuando se convierte en ciencia? ¿Y no deja la ciencia de ser ciencia cuando está ordenada, o incluso subordinada, a la fe?"
"Estas cuestiones, que ya para la teología medieval representaban un serio problema, con el moderno concepto de ciencia se han vuelto aún más impelentes, a primera vista incluso sin solución. Se comprende así porqué, en la era moderna, la teología en vastos ámbitos se haya retirado primariamente en el ámbito de la historia, a fin de demostrar aquí su seria característica científica".
Benedicto XVI dijo luego que es necesario entonces "reconocer, con gratitud, que con esto se hayan realizado obras grandiosas, y el mensaje cristiano ha recibido nueva luz, capaz de hacer visible su íntima riqueza. Sin embargo, si la teología se retira totalmente al pasado, deja hoy a la fe en la oscuridad".
"Después, en una segunda fase, se han concentrado en la praxis, para mostrar que la teología, en relación con la psicología y la sociología, es una ciencia útil que da indicaciones concretas para la vida. También esto es importante, pero si el fundamento de la teología, la fe, no llega a ser al mismo tiempo objeto del pensamiento, si la praxis es referida sólo a sí misma, o vive únicamente de los préstamos de las ciencias humanas, entones la praxis se vuelve vacía y privada de fundamento".
Según señala la nota de Radio Vaticana, el Papa indicó que "por tanto, estos caminos no son suficientes. Por cuanto sean útiles e importantes, se convierten en subterfugios, y permanece sin respuesta la verdadera pregunta. Que resuena: ¿es verdad aquello en lo que creemos o no? En la teología está en juego la cuestión acerca de la verdad; ella es su fundamento último y esencial".
Tras explicar que al ser Cristo mismo la Verdad a la que se puede acceder a través de la razón humana, el Papa indicó que "la razón experimental se presenta hoy ampliamente como la única forma de racionalidad declarada científica. Lo que no puede ser científicamente verificado o falsificado cae fuera del ámbito científico".
"Con esta formulación se han realizado obras grandiosas; que ella sea justa y necesaria en el ámbito del conocimiento de la naturaleza y de sus leyes nadie querrá seriamente ponerlo en duda. Sin embargo, existe un límite a semejante uso de la razón: Dios no es un objeto de la experimentación humana. Él es Sujeto y se manifiesta sólo en la relación de persona a persona: esto forma parte de la esencia de la persona".
El Santo Padre refirió luego un segundo uso de la razón: "el amor quiere conocer mejor a aquel que ama. El amor, el amor verdadero, no vuelve ciegos, sino videntes. De esto forma parte precisamente la sed de conocimiento, de un verdadero conocimiento del otro".
"Por esto, los Padres de la Iglesia han encontrado los precursores y los pioneros del cristianismo –fuera del mundo de la revelación de Israel– no en el ámbito de la religión consuetudinaria, sino en los hombres en busca de Dios, en los "filósofos": en personas que estaban sedientas de verdad y estaban, por lo tanto, en camino hacia Dios".
"Cuando no existe este uso de la razón –precisó el Papa– entonces las grandes cuestiones de la humanidad caen fuera del ámbito de la razón y son dejadas a la irracionalidad. Por esto una teología auténtica es tan importante. La fe recta orienta la razón para abrirse a lo divino, a fin de que ella, guiada por el amor por la verdad, pueda conocer a Dios más de cerca".
"La iniciativa para este camino está en Dios, que ha puesto en el corazón del hombre la búsqueda de su Rostro. Por tanto, forma parte de la teología, por un lado, la humildad que se deja "tocar" por Dios y, por otro, la disciplina que se liga al orden de la razón, preserva el amor de la ceguera y ayuda a desarrollar su fuerza visiva".
Finalmente el Papa dijo ser "consciente de que con todo esto no ha sido dada una respuesta a la cuestión acerca de la posibilidad y la tarea de la recta teología, sino que sólo ha sido puesta en luz la grandeza del desafío ínsito en la naturaleza de la teología. Sin embargo, precisamente de este desafío el hombre tiene necesidad, porque ella nos impulsa a abrir nuestra razón interrogándonos acerca de la misma verdad, acerca del rostro de Dios"
Hambre en el mundo es resultado de egoísmo y especulación, dice el Papa
Escrito por Aci/Prensa, Servicios Informativos Católicos
Sábado, 02 de Julio de 2011 07:22
En su discurso a los participantes de la 37° conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Papa Benedicto XVI hizo un enérgico llamado a luchar contra el hambre en el mundo que es el resultado del egoísmo y la especulación.
En su discurso en francés en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Papa saludó al nuevo director general de ese organismo José Graziano da Silva y agradeció al anterior, Jacques Diouf, el servicio que con "competencia y dedicación" había prestado a la FAO durante sus años al frente de ella.
"La pobreza, el subdesarrollo y el hambre –dijo– son a menudo el resultado de actitudes egoístas que, partiendo del corazón del ser humano se manifiestan en su actividad social, en los intercambios económicos, en las condiciones del mercado y se traducen en la negación del derecho primario de toda persona a nutrirse y, por lo tanto, a no padecer hambre".
"¿Cómo podemos ignorar el hecho de que hasta los alimentos se han convertido en objeto de especulación, o están ligados a la marcha de un mercado financiero que, sin reglas claras y carente de principios morales, se rige solo por el objetivo del beneficio? La alimentación es una condición que afecta al derecho fundamental a la vida".
"La situación internacional caracterizada por la inestabilidad y el aumento de precios exige respuestas concretas y necesariamente unitarias para lograr resultados que los Estados solos no pueden garantizar".
Esto significa hacer que la solidaridad sea un elemento esencial para todas las políticas y estrategias. "En esta perspectiva –prosiguió– las instituciones de la comunidad internacional deben actuar en línea con su mandato de defender los valores de la dignidad humana eliminando las actitudes de cierre y no dejando espacio a instancias particulares que se hacen pasar por intereses generales".
Benedicto XVI recordó que también la FAO "está llamada a relanzar su estructura removiendo los obstáculos que la alejan del objetivo indicado en su Constitución de garantizar la nutrición, la disponibilidad de la producción de alimentos, el desarrollo de las zonas rurales con el fin de garantizar a la humanidad la libertad del hambre".
El Papa habló a continuación de "la situación de millones de niños que son las primeras víctimas de esta tragedia, condenados a una muerte precoz o a una merma de su desarrollo físico y psíquico" y señaló que "la atención a las generaciones más jóvenes puede ser una manera de combatir el abandono del trabajo rural y agrícola".
Asimismo lamentó que "a pesar de los compromisos adquiridos y las obligaciones resultantes, la asistencia y ayuda práctica se limitan a menudo a las emergencias, olvidando que una concepción coherente del desarrollo debe ser capaz de diseñar un futuro para cada persona, familia y comunidad mediante la promoción de metas a largo plazo".
Por lo tanto, se debe apoyar aquellas iniciativas "encaminadas a redescubrir el valor de la empresa familiar rural y sostener su papel central para lograr una seguridad alimentaria estable".
"La seguridad alimentaria es una exigencia auténticamente humana. Garantizarla para las generaciones actuales y futuras también significa proteger los recursos naturales de una explotación frenética ya que la carrera al consumo y al derroche parece hacer caso omiso de la atención por el patrimonio genético y la diversidad biológica, que son tan importantes para la actividad agrícola".
Finalmente el Papa indicó que "en este momento en que los muchos problemas que afectan a la actividad agrícola están acompañados por nuevas oportunidades que contribuirían a mitigar el drama del hambre, podéis trabajar para que, garantizando una alimentación que responda a las necesidades, cada persona crezca según su verdadera dimensión de criatura hecha a semejanza de Dios".
El Papa celebra con los cardenales su 60 aniversario sacerdotal
Escrito por Zenit, Servicios Católicos Informativos
Sábado, 02 de Julio de 2011 07:18
Benedicto XVI celebró este viernes el sexagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar el 29 de junio, fiesta de los santos Pedro y Pablo, comiendo con los miembros del colegio cardenalicio en la Sala Ducal del Palacio Apostólico Vaticano.
Para la ocasión, el Papa citó las palabras del Salmo 133 “¡Qué bueno, qué dulce habitar los hermanos todos juntos”, destacando la belleza de la convivencia y del vivir juntos la alegría del sacerdocio, informa L’Osservatore Romano.
Después repasó el camino andado desde el día de su ordenación sacerdotal, celebrada en 1951 en una Alemania destruida por la guerra, con una economía en crisis y una extendida pobreza material y espiritual.
Recordó los años, tras el Concilio Vaticano II y la difícil época de la revolución cultural del 68, en los que trabajó en estrecho contacto con el papa Juan Pablo II y después la inesperada elección al trono de Pedro.
En estos sesenta años, dijo, han cambiado muchísimas cosas, pero ha permanecido intacta la fidelidad del Señor, que es el mismo ayer, hoy y siempre. “Con su ayuda vamos adelante”, dijo.
En su saludo en nombre del colegio cardenalicio, el cardenal decano, Angelo Sodano, afirmó que, considerando la “sensibilidad pastoral” del Pontífice “hacia su querida diócesis de Roma”, los purpurados han decidido hacer al Papa “un regalo diferente”, ofreciéndole “un óbolo para los pobres de Roma, considerando las urgentes necesidades de tantos romanos, así como de numerosos inmigrantes y refugiados”.
“Con este mismo espíritu de participación en su solicitud pastoral, el colegio cardenalicio ha querido también ofrecer una comida a doscientos pobres de Roma, precisamente en la fiesta de san Pedro, por iniciativa del colegio cardenalicio y del Círculo de San Pedro”, añadió.
Y destacó que algunos de los invitados han escrito una nota de agradecimiento, que el cardenal mostró al Obispo de Roma.
“El drama de la pobreza de Roma es conocido por todos nosotros”, comentó el cardenal Sodano. “Frente a esta realidad, la Iglesia de Roma quiere ser, hoy más que nunca, la Iglesia de la caridad”.
Por ello, los cardenales entregaron al Papa un cheque bancario de 50.000 euros, “recogidos estos días entre nosotros, que Su Santidad podrá destinar como mejor crea”.
El purpurado concluyó, en nombre de sus hermanos: “Santidad, siéntanos siempre cerca suyo, sobre todo en este bello día, mientras nosotros Le decimos a coro: ¡por muchos años, por muchos muy felices años!”.
Regalos de boda
Escrito por Padre Jorge Ambert
Miércoles, 29 de Junio de 2011 14:48
Los “casados en el Señor” están de plácemes: el primero en darles regalos de boda es el mismo Jesús, su amigo. Dios, Creador del matrimonio, es bueno con todos y concede a los casados un tanque de 20 galones para mantener activo ese motor de su relación mutua. Pero a los “casados en el Señor”, los sacramentados, les añade un tanque de reserva; como la palanquita de los viejos volkis para la milla adicional hasta la gasolinera próxima.
El primer regalo, o gracia, es la fuerza de Dios para conseguir el uno con una para siempre. Es una tarea, en momentos, sobrehumana. Si casarse fuese encontrarse con fulana los viernes a las diez, sería más fácil, pero es con esa en convivencia continua. Si casarse fuera con varias para ir alternando, se suaviza; es con una sola. Hace falta, pues, una fuerza adicional para conseguir la convivencia perfecta.
Esta gracia la expresa así el Concilio Vaticano II: “Además, permanece con ellos para que los esposos, con su mutua entrega, se amen con perpetua fidelidad como El mismo amó a la Iglesia y se entregó por ella” (G et S.48). Esa es la fuerza para que en los momentos duros puedas exclamar: “Yo no tengo sentido sin ti, con todos los errores y todos los defectos que tengas. Mi amor los tratará de disminuir. “
No es posible comprobar matemáticamente esta gracia para caminar la milla extra. Sin embargo, la hemos visto en acción. Cuando esa pareja sufre ante la cama del hijo moribundo, con resignación y mutuo apoyo, sabemos que en medio de ellos hay un poder para que sean menos egoistas y más fuertes y constantes de lo que son naturalmente. Cuando él se aleja de otra, a quien ha llegado a amar con igual o más pasión que a su esposa, y lo hace porque siente la fuerza para darse una nueva oportunidad y darla a su cónyuge, le está empujando esta gracia.
En los Talleres de Renovación Conyugal he tenido esa experiencia: parejas donde humanamente no aparece el punto de encuentro. Se han agotado todas las posibilidades de arreglo, y el esfuerzo termina en “tendrán que separarse, pero háganlo al menos en paz, sin añadir más dolores a este proceso”. Y en la despedida del Taller me dicen: “vamos a intentarlo de nuevo”. Y yo por dentro pienso “Es la gracia del sacramento que comienza a actuar”.
Jesús tiene mucho interés en que el ‘sí’ que pronunciaste permanezca. Y para eso te ofrece su poder. Ese ‘sí’ produjo su presencia entre Uds. dos. Uds. le interesan mucho y les ha dicho “No quiero que se vayan solos. Quiero ir yo de pegamento. Quiero ser el árbitro en las dificultades que sobrevengan”. La gracia sacramental es eficaz. Si no consigue su efecto, es por la parte humana que impide que se consiga.
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