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martes, 10 de marzo de 2009

Pre Pascua y Triduo Pascual

Indice

Oración para el Año ...................................................................................3

Explicación Logo ........................................................................................4

Adviento Juvenil .........................................................................................6

Navidad Juvenil ....................................................................................................18

Pre Pascua .............................................................................................................24

Triduo Pascual ......................................................................................................56

Emaús ....................................................................................................................105

Pentecostés Juvenil ..............................................................................................110

Verano Juvenil .....................................................................................................118





Profetas de un mundo mejor
Todos:
Jesús, hermano nuestro y profeta del Reino de Dios,
Conviértenos en discípulos que te siguen con pasión,
De los que se comprometen a fondo y entregan su vida,
Para ser, junto contigo, profetas de un mundo mejor.















Todos:
Jesús, hermano nuestro y profeta del Reino de Dios,
Conviértenos en discípulos que te siguen con pasión,
De los que se comprometen a fondo y con ardor,
Para ser, junto contigo, profetas de un mundo mejor.



Explicación de los elementos del logo (o explicación del logo)
Misión
La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para “ser sacramento universal de salvación” por exigencia íntima de su misma catolicidad, y obedeciendo al mandato de su Fundador, se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres. Los propios apóstoles, en quienes está fundada la Iglesia, siguiendo las huellas de Cristo, “predicaron la palabra de la verdad y engendraron las Iglesias”. Obligación de sus sucesores es dar perennidad a esta obra, para que “la palabra de Dios sea difundida y glorificada” (2 Tes. 3, 1) y se anuncie y se establezca el Reino de Dios en toda la tierra. (Ad Gentes Divinitus núm.1). En Puebla 348 se nos dice que: la misión evangelizadora es de todo el Pueblo de Dios. Es su vocación primordial, “su identidad más profunda” (EN 14).
Iglesia (comunidad y lugar de misión)
“Padre, que todos sean uno” (Juan 17, 21). Al joven del tercer milenio se le tiene que ayudar a descubrir el gozo de vivir en familia, en una comunidad, en la Iglesia, pueblo de Dios. A los jóvenes hay que llevarlos a descubrir la belleza, el gozo de ser Iglesia, de vivir en la Iglesia.
El origen de la comunidad cristiana, y consiguientemente de la Iglesia, está en el beneplácito de Dios de hacernos hijos suyos (Ef 1, 5; Rom 8, 29; 1 Jn 3, 1), de habernos elegido de antemano para manifestar así su designio amoroso y su bondad (Ef 1, 11), y de convocarnos y agregarnos efectivamente a la comunidad de los salvados (Hch 2, 47). La Iglesia es, por lo tanto, obra del amor de Dios. Es la «comunidad de Dios» (1 Cor 1,2; 11, 16.22; 2 Cor 1, 1; Gal 1, 13; 1 Tes 2, 14; 2 Tes 1, 4). Es el «acontecimiento» en el que Dios lleva a cabo su proyecto de salvación para los hombres (Rom 8,29 30); la Iglesia es el espacio concreto de la llamada, la rehabilitación y la glorificación del hombre (J. M. CASTILLO).
El Crucificado
La evangelización debe contener siempre -como base, centro y a la vez culmen de su dinamismo- una clara proclamación de que en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, muerto y resucitado, se ofrece la salvación a todos los hombres, como don de la gracia y de la misericordia de Dios (1 Jn 3, 1; Rom 8, 14-17. (Evangelii Nuntiandi, 27).


Jóvenes echando las redes
“Síganme, y yo los haré pescadores de hombres” (Mt 4, 19). Pablo VI dice en “Evangelii Nuntiandi” que la vocación de la Iglesia es evangelizar. Jesús en el Evangelio proclama que ha venido “para dar la Buena Noticia a los jóvenes”. La misión de la Iglesia tiene que ser siempre portadora de esa Buena Noticia a los jóvenes. Y éstos después de haber experimentado que el estar unidos a Cristo es Buena Noticia, se deben convertir en evangelizadores de los mismos jóvenes en sus propios ambientes.
Brújula
Romano Guardini decía: “Lo esencial del cristianismo es Cristo”. Tenemos que presentar a los jóvenes que el cristianismo es una persona viva, Jesús, que nos ha revelado el amor del Padre (Jn 3, 16-18) y nos ha dado su Espíritu Santo para que vivamos en su corazón. El joven cristiano debe mirar con otros ojos el mundo y la historia, las personas y la creación, y vivirlos desde el Evangelio, desde la propuesta de Jesús de Nazaret, aquel que siendo rico se hizo pobre (I Ped) y que siendo de condición divina no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario se despojó de su rango, tomando condición de esclavo... (Filipenses 2, 5-11)














Adviento Juvenil
¡Prepararnos para recibir al Señor que viene!






















Material de Apoyo
La Iglesia dedica un tiempo especial de preparación para la llegada de Cristo. El Adviento es el tiempo litúrgico en el que nos alistamos porque Cristo llega. Desde las vísperas del domingo 30 de noviembre o el más cercano a él hasta las primeras vísperas de Navidad.
Sentido del Adviento
«El Adviento y la Navidad han experimentado un incremento de su aspecto externo y festivo profano tal que en el seno de la Iglesia surge de la fe misma una aspiración a un Adviento auténtico: la insuficiencia de ese ánimo festivo por sí sólo se deja sentir, y el objetivo de nuestras aspiraciones es el núcleo del acontecimiento, ese alimento del espíritu fuerte y consistente del que nos queda un reflejo en las palabras piadosas con que nos felicitamos las pascuas. ¿Cuál es ese núcleo de la vivencia del Adviento?
Podemos tomar como punto de partida la palabra «Adviento»; este término no significa «espera», como podría suponerse, sino que es la traducción de la palabra griega parusía, que significa «presencia», o mejor dicho, «llegada», es decir, presencia comenzada. En la antigüedad se usaba para designar la presencia de un rey o señor, o también del dios al que se rinde culto y que regala a sus fieles el tiempo de su parusía. Es decir, que el Adviento significa la presencia comenzada de Dios mismo. Por eso nos recuerda dos cosas: primero, que la presencia de Dios en el mundo ya ha comenzado, y que él ya está presente de una manera oculta; en segundo lugar, que esa presencia de Dios acaba de comenzar, aún no es total, sino que esta proceso de crecimiento y maduración. Su presencia ya ha comenzado, y somos nosotros, los creyentes, quienes, por su voluntad, hemos de hacerlo presente en el mundo. Es por medio de nuestra fe, esperanza y amor como él quiere hacer brillar la luz continuamente en la noche del mundo. De modo que las luces que encendamos en las noches oscuras de este invierno serán a la vez consuelo y advertencia: certeza consoladora de que «la luz del mundo» se ha encendido ya en la noche oscura de Belén y ha cambiado la noche del pecado humano en la noche santa del perdón divino; por otra parte, la conciencia de que esta luz solamente puede —y solamente quiere— seguir brillando si es sostenida por aquellos que, por ser cristianos, continúan a través de los tiempos la obra de Cristo. La luz de Cristo quiere iluminar la noche del mundo a través de la luz que somos nosotros; su presencia ya iniciada ha de seguir creciendo por medio de nosotros. Cuando en la noche santa suene una y otra vez el himno Hodie Christus natus est, debemos recordar que el inicio que se produjo en Belén ha de ser en nosotros inicio permanente, que aquella noche santa es nuevamente un «hoy» cada vez que un hombre permite que la luz del bien haga desaparecer en él las tinieblas del egoísmo (...) el niño - Dios nace allí donde se obra por inspiración del amor del Señor, donde se hace algo más que intercambiar regalos.

Adviento significa presencia de Dios ya comenzada, pero también tan sólo comenzada. Esto implica que el cristiano no mira solamente a lo que ya ha sido y ya ha pasado, sino también a lo que está por venir. En medio de todas las desgracias del mundo tiene la certeza de que la simiente de luz sigue creciendo oculta, hasta que un día el bien triunfará definitivamente y todo le estará sometido: el día que Cristo vuelva. Sabe que la presencia de Dios, que acaba de comenzar, será un día presencia total. Y esta certeza le hace libre, le presta un apoyo definitivo (...)». Palabras del Cardenal Joseph Ratzinger sobre el Adviento.
Semana del 30 de noviembre al 6 de diciembre de 2008

Tema I: A la espera de Jesús

Objetivo: Mostrar al joven la importancia del adviento y las actitudes que debemos tener para esperar a Jesús que está por nacer y viene a salvarnos. “Muéstranos, Señor tu amor y dános tu salvación”. (Salmo 85, 8)

I. Oración:
Señor, abre mis oídos a tu Palabra.
Señor, despierta mi corazón a la esperanza.
Tú vienes, vienes siempre a mi encuentro.
Tú vienes siempre con amor.
Haz que me ponga en camino para recibirte.
Te abriré la puerta de mi vida.
Nos daremos el abrazo entrañable.
Y al oír los pasos de tantos caminantes del mundo,
me sentiré hermano de todos
y compartiré con ellos mi paz y mi esperanza.
Amén

II. Presentación de los personajes del Adviento: “Talk Show”:

Personajes: Presentador, María, Juan Bautista e Isaías.

El presentador hará pasar uno por uno los personajes para entrevistarlos (sin decir quiénes son) y se describirán a sí mismos. Luego se les preguntará a los jóvenes que traten de descubrir los personajes. Se colocará en cartulina o pizarra, entre otros, los nombres de los personajes del adviento: María, Juan Bautista e Isaías. El animador les entregará a los jóvenes, palabras que describan a los personajes y ellos las colocarán donde entiendan que corresponden. El animador luego explicará la importancia de cada uno de los personajes.

 María – Sí, Solidaridad, Humildad.
 Juan – Desierto, Bautismo, Precursor.
 Isaías – Gran heraldo (mensajero), Futuro, Esperanza.

III. Trabajos en grupos:

Lectura 1 Tes. 5, 12-22

Se dividirán en grupos; se le entregará una de las palabras que representan las actitudes del adviento; leerán esta lectura u otra lectura que pueda reflejar mejor las actitudes que queremos resaltar y luego harán un acróstico con la palabra y expresarán la importancia de ésta en la espera de Jesús. Al terminar de trabajar la actividad se presenta en plenaria. Palabras para repartir por los grupos: humildad, pobreza, deseo, esperanza, vigilancia, fe, alegría y caridad.
IV. Plenario (El animador resumirá lo presentado por los grupos y concluirá con unas palabras que ayuden a reforzar lo aprendido.)
V. Oración final
VEN Y SÁLVANOS

Chicas: Ven y sálvanos
de nuestra ceguera para descubrirte presente.
De nuestra pereza para caminar contigo,
de nuestras excusas para alejarnos de ti.

Chicos: Ven sálvanos
de nuestra sordera a tu palabra,
de nuestros desplantes injustificados,
de nuestro gusto por el hombre “viejo de Egipto”.

Chicas: Ven y sálvanos
de nuestra dureza para comprender las Escrituras,
de nuestras luchas por los primeros puestos,
de nuestra desconfianza en la semilla del Reino.

Chicos: Ven y sálvanos
de nuestra comodidad puesta como valor primordial,
de nuestra falta de comprensión hacia los otros,
de nuestro egoísmo disimulado.

Chicas: Ven y sálvanos
de nuestra superficialidad,
de nuestra insensibilidad por las cosas de arriba,
de nuestra pérdida de sentido.

Chicos: Ven y sálvanos
de los dioses que nos hemos fabricado
de la rutina que nos aprisiona,
de nuestras miras pequeñas.

Todos: Ven y sálvanos
Dios salvador nuestro,
Dios amigo nuestro,
Dios anunciado por Jesús.
Amén.

Aporte al animador:

PERSONAJES Y ACTITUDES DEL ADVIENTO

• El Adviento es un tiempo especial de gracia, una invitación a reconocer la “Primera Venida del Señor, su Encarnación y la Segunda Venida, la Parusía”.
• El Adviento es un tiempo para “RECORDAR”: El Señor vino y “acampó entre nosotros”.
• El Adviento es un tiempo para “CELEBRAR”: El Señor viene a la Iglesia por medio del Espíritu Santo.
• El Adviento es un tiempo para “ESPERAR”: El Señor vendrá al final de los tiempos en el que Dios será todo en todos.

El Adviento nos habla de un origen, la primera venida del Salvador (La Encarnación) desde por qué Dios envía a su único Hijo, el Sí incondicional de María, y nos habla también de una meta, la segunda venida del Salvador (Al final de los tiempos) para concluir la historia y comenzar la época definitiva, la época en que Dios será “todo en todos”.

Y entre estas dos venidas se desarrolla el tiempo de la Iglesia y se sitúa nuestra vida. Y también se da la venida de Jesucristo por medio de la acción de su Espíritu: llega el Señor a nosotros a través de su Palabra, se hace presente para actuar en sus sacramentos, toca a nuestras puertas como hermano necesitado que reclama nuestra solidaridad.

1.- LOS TRES MODELOS DEL ADVIENTO:

La Iglesia se prepara a la Navidad permaneciendo vigilante y en oración. Por eso cuenta con tres modelos:

A. ISAÍAS. (Sus profecías se cumplen plenamente en Cristo. Su mensaje es la invocación de una liberación, que viene del cielo y de la tierra, de Dios y de los hombres).

DOMINGO I.

Isaías es el gran heraldo del AT, de la venida del Señor, una venida de salvación y de paz, que nos trae el reino de Dios e inaugura los nuevos tiempos, las nuevas relaciones entre Dios y los hombres, las cuales se establecerán a partir del Mesías. Tenemos sed de luz, de armonía, de paz y de justicia. Nuestro mundo suplica, desde su hambre de plenitud, una salvación que rompe toda exclusión y toda corrupción, toda injusticia y toda maldad. En el fondo deseamos un Salvador y pedimos, aún sin ser conscientes de ello, que la salvación venga más allá de nosotros mismos y de nuestra propia finitud.

En todas nuestras expectativas y sueños siempre aflora el ideal de esa “Jerusalén celeste”, esa ciudad ideal de plenitud que lleva al ser humano a alcanzar sus más bellas utopías. En definitiva, todos los hombres y mujeres de todos los tiempos deseamos un cambio de orientación y un final del espiral de violencia y de mal. Es el grito de todos los grandes “profetas” de la historia de la humanidad y es el grito de todos nosotros que en medio de la mediocridad suspiramos una vida en plenitud.
El profeta Isaías nos invita a mirar al futuro donde el triunfo de Dios será una realidad en plenitud. Ese triunfo es puro don de Dios y una creación nueva, simbolizada con la imagen del banquete. El banquete donde el mismo anfitrión es el Señor nos revela el destino de nuestra esperanza y el sentido de nuestra confianza. Ese banquete tiene unas connotaciones específicas que nos recuerda lo específico de la vida de Dios: en primer lugar, son invitados todos los pueblos; en segundo lugar, serán rotos todos los velos que cubren a todos los pueblos; en tercer lugar, la muerte será aniquilada para siempre; y en cuarto lugar, “enjugará las lágrimas de todos los rostros”.

Frente a la exclusión a que nos tiene acostumbrado la sociedad humana, Dios mismo nos hace vivir una dimensión universal de la llamada a la salvación. Frente a los silencios y los recodos de nuestra existencia, Dios mismo nos recuerda que todo será descubierto y revelado con toda contundencia. Frente al dominio destructor de la muerte, Dios mismo nos advierte que ella misma será aniquilada para siempre. Frente al sufrimiento y a las lágrimas en cada rincón de la tierra, Dios mismo nos manifiesta que se enjugarán las lágrimas de todos los rostros.

El profeta Isaías grita a Israel y a Jerusalén que hay razones para la esperanza, a pesar de las miserias y las tragedias de nuestro mundo. Y proclama al pueblo un nuevo Éxodo, cuya iniciativa está provocada por el mismo Dios.

B. JUAN BAUTISTA. (Se presenta como el precursor del Señor, que vendrá a bautizarnos en Espíritu y fuego)

DOMINGOS II Y III.

La respuesta que Dios exige del mismo hombre se sintetiza magistralmente en toda la predicación del precursor, Juan Bautista. Juan pide a la gente que cambie radicalmente en su interior y debe de “preparar el camino al Señor”. Juan diseña todo un programa para recibir al salvador y lo expresa en cinco expresiones, dibujadas en las profecías de todos los profetas, especialmente de Isaías: “allanar los senderos”, “elevar los valles”, “abajar montes y colinas”, “enderezar lo torcido” e “igualar lo escabroso”.

 “Allanar los senderos” significa recuperar la fidelidad sin fisuras.
 “Elevar los valles” significa salir de nuestros sin-sentidos y la desconfianza.
 “Abajar montes y colinas” significa rebajar ambiciones y arrogancias.
 “Enderezar lo torcido” significa romper las ambigüedades en las que nos movemos.
 “Igualar lo escabroso” significa nivelar con justicia las desigualdades de nuestro mundo.
 Juan, el “Precursor”, nos señala cómo debemos prepararnos para acoger la venida de Cristo desde una actitud coherente y confiada.

Juan Bautista, muestra las propuestas de la vieja profecía para tratar de solucionar los males básicos de la humanidad:

*para la insolidaridad, que es la base y el origen de la desigualdad, se propone compartir (consejo a las multitudes: “el que tenga dos túnicas…)
*para la explotación, que engendra toda clase de odio entre los humanos, se propone la supresión de cualquier espíritu de injusticia (Consejo a los recaudadores: “No exijáis más de lo establecido)
*para controlar la violencia de quien ostenta el poder político y militar, se propone la no violencia y el evitar la injusticia que proviene de la insaciable ambición de poseer y dominar (consejo a los soldados paganos: “no hagáis extorsión a nadie…)

C. MARÍA, LA MADRE DEL SEÑOR. (Es la gloria de Jerusalén y la alegría de Israel; en ella se cumple cuanto se había dicho de parte de Dios. La larga preparación del Antiguo Testamento culmina en María, Madre de Dios y de todos los hombres. En ella la humanidad se redime del pecado y de la muerte, se abre al don de la vida nueva).

DOMINGO IV.

María es ícono de la Iglesia y de la Humanidad. María aparece como el perfecto contrapunto de Eva. La historia de María y Eva son dos experiencias de seducción:

 Eva es la mujer seducida por el tentador mientras que María es la mujer seducida por Dios.
 Eva se deja engañar por las pasiones interiores mientras que María es la mujer enamorada de Dios que ante Él reconoce la vocación misma del hombre, ser la criatura dialogal y referido al mismo Dios.
 Eva seducida siente miedo y vergüenza, desconfianza y acusaciones mientras que María seducida siente bendecir a Dios en su corazón y dice un Sí incondicional al proyecto mismo de la salvación.
 María es la “llena de gracia” y “es el fruto excelente de la Redención” desde el primer instante de su concepción, fue totalmente preservada de la mancha del pecado original y permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida” (CIC 508).
 María es “redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo. El Padre la bendijo con toda clase de bendiciones espirituales en el cielo, en Cristo” (CIC 492).
 María sentía necesidad de Dios, porque lo amaba con todas sus fuerzas. Pero era Dios mismo el que primero amaba a María misteriosamente.

2- ADVIENTO: TIEMPO DE ESPERANZA.

El Adviento nos invita a mirar al futuro y nos abre a la esperanza. “La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo” (CIC 1817)

Y la esperanza lanza un grito de alegría porque sabe bien, en lo más profundo de su esencia, que “la salvación anunciada es la salvación que trae el Señor”. Esa salvación proviene de Dios y no es solamente hechura de manos del hombre, aunque sabe bien que “la virtud de la esperanza corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre” (CIC 1818).

Por eso mismo, desde este sentido profundo de la esperanza misma, sabemos que la promesa es clara, “alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación”, pero se nos exige esfuerzo de cambio personal, una profunda renovación y conversión.

3.- ACTITUDES DEL ADVIENTO.

A) Nadie desea un Salvador ni espera su venida si no siente necesidad de ser salvado.

(HUMILDAD Y POBREZA).

El humilde es capaz de comprender el secreto de Dios porque busca desde su misma flaqueza o debilidad, mientras que el “sabio y el inteligente” buscan desde su prepotencia y su orgullo. El humilde es capaz de “vivir en verdad” y pide sin exigir nada como un “mendigo” necesitado de lo más urgente, que sólo Dios mismo puede dárselo. El humilde sabe “de quién se ha fiado” y sabe que en medio de su vida Dios mismo ha hecho una opción preferente por su causa, a pesar de que en muchos frentes la vida misma lo arrincona en su cuneta.

Jesús mismo nos hace ver, con su estilo y con su actitud, que valorar al humilde conlleva tener en su interior la honradez de miras que le hace “no juzgar por apariencias, ni sentenciar de oídas”. Hagamos que en cada situación que nos encontremos anhelemos la venida de Cristo desde un carácter humilde y sencillo, sabiendo que Dios mismo se hace “mendigo” de nuestra pequeñez y debilidad.

B) Hay que tener hambre y sed de Cristo y de todo lo que Cristo supone, como es el Reino de Dios en la tierra.

(DESEO Y ESPERANZA).

El Adviento es un tiempo de esperanza y de conversión, y la razón fundamental de la esperanza es que Dios ama a nuestro mundo, y nos ama apasionadamente a cada uno de nosotros. Ante ese amor desmedido de Dios para con nosotros, la respuesta debe ser la fe y la confianza del ser humano. Dios mismo nos indica el camino que debemos seguir. Dios mismo nos recuerda que el camino que debemos seguir debe cimentarse fundamentalmente en la paz y en la justicia, auténticos dones de arriba: ¡Oh, si hubieras obedecido a mis mandamientos! Tu paz sería como un río y tu justicia como las olas del mar.

C) Hay que esperar al esposo porque no se sabe la hora. Ni siquiera se sabe la forma y la manera.

(VIGILANCIA Y FE).

Al creyente se le ha entregado la inigualable tarea de ser el único "vigilante de los valores eternos"; algo así como "el guardián de los tesoros celestiales". Por lo tanto su postura como vigilante supera la de cualquier otra en la tierra. Y en ese imperativo de vigilar lo imperecedero se nos da la orden de: "Manténganse listos, con la ropa bien ajustada y la luz encendida". Las túnicas al cinto indicaban que estaban listos para cualquier actividad. Y la lámpara encendida ilustraba el sentido de la espera. Así, pues, al creyente se le ordena vivir con la "ropa puesta" y con su "vida iluminada". El creyente tiene la ventaja que el Espíritu Santo llega a ser su "aceite" para que su vida ilumine, pero también le da el vestido de su santidad para que siempre esté preparado.

Los designios del Señor son únicos y debemos estar preparados para lo que Él no mande por difícil que sea su decisión para nosotros. Grande debe ser nuestra fe para entender que los designios de Dios son incuestionables porque Él y sólo Él sabe lo que debe hacer y que siempre será lo mejor para nosotros. Por ello es que es imprescindible que estemos siempre tomados de su mano para dejarnos conducir por su amor, por su misericordia y por su sabiduría.

D) Hay que prepararnos para recibir algo grande y muy hermoso. La vida no sólo se alegra con las realidades positivas, sino con las esperanzas de estas realidades. Toda esperanza alegra el corazón. La esperanza posibilita la ilusión y el esfuerzo.

(ALEGRÍA)

Hoy, también a nosotros, se nos anuncia que Dios nos ha escogido y nos ama con todas sus fuerzas“pues yo, el Señor, tu Dios, te cojo de la diestra y te digo: No temas, que yo vengo a ayudarte. No temas, gusanillo de Jacob, larva insignificante de Israel; ya vengo yo en tu ayuda, dice el Señor: tu redentor es el Santo de Israel”.

Hoy, en medio de tantos peligros y tantos “desiertos”, proclamar que Dios jamás nos abandona y que es nuestro “compañero incansable en el camino” reconforta nuestra alegría y nos fortalece en la esperanza, esa virtud que no se cansa de esperar y goza en su corazón de lo que aún no está.

E) Hay que acoger al Señor en el hermano que sufre y necesita de nosotros

(CARIDAD)

Jesús mismo, en el Evangelio, nos advierte que no basta decir “Señor, Señor, para entrar en el Reino de los cielos”, sino “el que haga la voluntad de mi Padre celestial”. La voluntad del Padre celestial pasa por hacer posible el dinamismo del amor. En el fondo, la voluntad del Padre pasa por amar a Dios con todas nuestras fuerzas y al prójimo como a nosotros mismos. ¡Cómo resuena en este momento, en esta sintonía evangélica, las palabras de San Juan de la Cruz: “Al final de los días nos examinarán del amor”!


Semana del 7 de diciembre al 13 de diciembre de 2008
Tema II: Te comparto mi esperanza

Objetivo: Mostrarle el joven que la esperanza de otros en ocasiones depende de lo que puedan ellos hacer por los demás.

I. Oración:

Señor Jesús,
Nos dotas de fuerzas
Cada nuevo día;
Iluminándonos con amor y
Deseos de que seamos mejores personas.

Nos irradias de valentía.
Y no hay obstáculos
Porque te seguimos.

¡Oh Dios!
Rey de mi Mundo,
Guíanos siempre
Por la vid de la Paz,
Humildes sean mis acciones
Y misericordiosa mi espera.

Al saber que siento,
Al pensar que pienso,
¡Oh Redentor!, te pido
no juzgues nuestros actos,
Sino el amor a tu palabra.
Amén.

II. Trabajos en grupos:

Se dividirán los jóvenes en pequeños grupos, se les entregará una problemática que afecta a la sociedad hoy día. Ej. Drogas, alcohol, maltrato de menores, sexo desenfrenado, discrimen (nacionalidad, vestimenta, música) divorcio, soledad, presión de grupo, entre otros. Cada grupo desarrollará un sociodrama de 5 minutos cada uno, donde también presentarán posibles soluciones a ese problema. Debemos poner nuestra atención a las soluciones, sobre todo en cómo ellos pueden ser parte de estas propuestas.

III. Iluminación:

Lectura del libro de Is. 61, 1-2a. 10-11

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor.

Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos. Palabra de Dios.

¿Problema o solución? Por Edgar Bledsoe

Corría el año 1933. Me habían despedido de mi trabajo de media jornada y ya no podía colaborar con los gastos de la familia. Nuestra única entrada era lo que podía conseguir mamá cosiendo vestidos para los demás.

Mamá cayó enferma durante algunas semanas y le fue imposible trabajar. La compañía eléctrica nos cortó la luz cuando no pudimos pagar la cuenta. Luego la compañía de gas nos cortó el gas. Sucedió lo mismo con el agua, pero el Departamento de Salud los obligó a conectarla de nuevo por razones de higiene. La alacena estaba vacía. Por fortuna, teníamos una pequeña huerta de hortalizas y podíamos cocinarlas haciendo una hoguera en el patio de atrás.

Un día mi hermana menor regresó de la escuela y dijo como al pasar:

-Mañana debemos llevar algo a la escuela para dar a los pobres.

Mamá comenzó a gritar: "¡No conozco a nadie más pobre que nosotros!", cuando su madre, quien por aquella época vivía con nosotros, la obligó a callar apoyando una mano en su brazo y frunciendo el ceño.

-Eva -le dijo-, si le transmites a esa niña la idea de que es pobre, lo será por el resto de su vida.

Queda un frasco de la mermelada que hicimos. Puede llevárselo a la escuela.

La abuela encontró un pliego de papel de seda y un poco de cinta rosada con los que envolvió nuestro último frasco de mermelada, y mi hermana salió al otro día para la escuela llevando orgullosamente su "regalo para los pobres".

A partir de entonces, si surgía algún problema en la comunidad, mi hermana suponía naturalmente que ella debía ser parte de la solución.

IV. Oración final: En pedazos de cartulina escribe las palabras en negrillas, para que formen un árbol de navidad, luego un joven por cada párrafo va colocando la palabra en la pared o en una cartulina mientras terminan de leer su parte de la oración. Dar tiempo para que mediten sobre qué necesitan para llenar de esperanza a otros. Hacer una estrella con el nombre de Jesús, para completar la figura del Árbol.



Te comparto mi esperanza

Te comparto mi esperanza
de esperar cada momento
con la misma fuerza y ganas
de la primera mañana.
Ofrecer siempre las manos
abiertas y no cerradas,
saber entregar amor
a través de la mirada.
Aprender a dar la vida,
compartir la espera larga,
al lado de los que sufren
hacer la fe solidaria.
Soñar con las utopías,
vivir para realizarlas,
luchando por los ideales,
y la justicia sumarla.
Saber caminar con otros
en lucha comunitaria,
para que todos los hombres vivan
una vida más humana.
Vivir para los demás,
como nos mostró Jesús,
hasta entregarnos su vida
en lo alto de una cruz.
Vivir mirando las cosas
con la mirada de Dios,
para hacer un mundo nuevo
de Justicia, Paz y Amor.
No creas que será fácil
caminar este camino
pero las crisis ayudan
a ir descubriendo el sentido.
La verdad que hay en las cosas
es un tesoro escondido,
quien equivoca la senda,
tal vez su vida ha perdido.
El Evangelio te muestra
cómo no errar el camino,
de veras, vale la pena
a Jesucristo seguirlo.
Te comparto mi esperanza
de empezar cada momento
con la misma fuerza y ganas
de la primera mañana.
Marcelo A. Murúa


















Navidad Juvenil
¡Ha nacido ya!


















Material de Apoyo

¿Qué es la Navidad?
La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad.
En este tiempo los cristianos por medio del Adviento se preparan para recibir a Cristo,"luz del mundo" (Jn 8, 12) en sus almas, rectificando sus vidas y renovando el compromiso de seguirlo. Durante el Tiempo de Navidad al igual que en el Triduo Pascual de la semana Santa celebramos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios; pero a diferencia del Triduo Pascual en el que recordamos la pasión y muerte del Salvador, en la Navidad recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo.
La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos. Por ello, es necesario que todos los feligreses vivamos con recto sentido la riqueza de la vivencia real y profunda de la Navidad.

Tema: “La Luz que ilumina a todo hombre que viene a este mundo” Juan 1, 9

Objetivo: Lograr que el joven pueda renacer a un nuevo sentido de la vida junto con Jesús.

I. Oración Inicial

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba tierras de sombras, y una luz les brilló: creciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia como se gozan al segar. Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, lleva al hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz.

(Isaías 9, 2-7)

Santo Padre, que nos bendices con la oportunidad de vivir,
te imploramos nos brindes el don de la sabiduría y entendimiento
para abrir nuestros corazones inquietos a tu palabra de vida
para que podamos renacer junto al niño Jesús esta navidad.
Amén

II. Lluvia de ideas

Comenzaremos el encuentro con un diálogo abierto con los jóvenes sobre cómo la sociedad ve y proyecta la navidad. Este diálogo se utilizará para explorar esas sombras que tenemos o que nos han creado la sociedad sobre la navidad (la publicidad, el consumerismo desmedido y la falta de solidaridad).

Luego que finalicemos este diálogo, proponemos que el equipo de servidores presente una propuesta (obra, drama) sobre la navidad es importante que comencemos con el momento de la anunciación a María hasta la llegada de los Magos. Pues queremos llevar al joven a comprender los verdaderos valores de la navidad a través de los personajes de la navidad.

III. Trabajo de grupo

Luego de presentado el drama, el grupo se dividirá en 3 subgrupos cada uno de estos subgrupos analizará 2 ó 3 personajes del nacimiento para hacer en ellos los verdaderos valores de la navidad y forma en que podemos nacer con el niño Jesús.

Grupo 1:

Personaje Texto:
Ángel Lucas 2, 9-14

Actitudes/ Características:
 Anuncia la llegada del Salvador.
 Lleva la paz a los pastores.
 Señala dónde encontrar a Jesús.

Reflexión:
 ¿Quiénes necesitan de mí?, ¿Quiénes necesitan la paz de Dios?
 ¿Quiénes necesitan del anuncio de la Buena Noticia?
 ¿Quiénes necesitan que les muestre el camino que lleva a Jesús?
Personaje Texto:
María Lucas 2, 6-7.19

Actitudes/ Características:
 Da a luz a Jesús.
 Guarda las cosas de Dios en su corazón.
 Muestra y contempla a Jesús.

Reflexión:
 ¿Dejo que los demás reciban la vida de Dios que hay en mí?

Grupo 2:

Personaje Texto:
José Mateo 2, 13-15

Actitudes/ Características:
 Prepara el lugar para María y Jesús.
 Cuida de ellos.

Reflexión:
 ¿Cómo estoy preparando el pesebre de mi corazón para el nacimiento de Jesús?
 ¿Cómo puedo cuidar la vida de Jesús en mí y en los demás?
Personaje Texto:
Herodes Mateo 2, 16-18

Actitudes/ Características:
 Cegado por el poder quiere eliminar a Jesús.

Reflexión:
 ¿En qué situaciones concretas atento contra la vida de Jesús en los demás y en mí mismo?
 ¿En qué situaciones quiero acallar a Jesús?

Grupo 3:

Personaje Texto:
Vecinos Lucas 2, 7

Actitudes/ Características:
 No tienen lugar para ellos en el albergue.
 Son indiferentes a la necesidad de esta familia.

Reflexión:
 ¿Qué cosas o situaciones ocupan mi corazón? ¿De qué tengo que vaciarme para que Jesús pueda nacer en mí, en mi familia, en mi comunidad?
Personaje Texto:
Pastores Lucas 2, 8-18

Actitudes/ Características:
 Reciben el mensaje de Dios.
 Se alegran en las promesas cumplidas.

Reflexión:
 ¿Estoy abierto para escuchar al Señor?
 ¿Espero confiado que el Señor cumpla sus promesas en mi vida?
Personaje Texto:
Magos Mateo 2, 1-12

Actitudes/ Características:
 Su búsqueda de Dios los pone en marcha.
 Ofrecen sus dones a Jesús.

Reflexión:
 ¿Reconozco los signos de Dios en mi vida?
 ¿Qué estoy dispuesto a ofrecerle a Jesús?


IV. Plenario

Luego se pasará a un plenario en el que cada grupo compartirá las buenas actitudes o los verdaderos valores que estos personajes presentaron y que nosotros deberíamos emular.

Aporte del Animador:

Nuestro estilo de vida, nos ha llevado a buscar la felicidad en satisfacciones económicas y materiales. Lo que nos lleva a ser personas vacías, egoístas e ignorantes. Pues poco a poco vamos perdiendo esos valores que nos enseñaron de pequeños. Los invito a buscar en sus corazones, aquella alegría de vivir, aquella inocencia, aquella manera simple de ver la vida y que podamos recuperar aquellos valores que nuestra sociedad añora como la solidaridad, la tolerancia, el respeto a la vida y el ambiente, el valorar a cada uno por lo que es y por lo que vale no por lo que pueda poseer. En esta navidad meditemos sobre el verdadero valor de las cosas y sobre el gran amor de Jesús en nuestras vidas para que podamos en esta navidad nacer junto a Jesús y así tener la esperanza de una vida con sentido.

V. Oración Final: Sugerimos terminar la reunión con una adoración al niño en la que cada joven ofrecerá una intención de cambio en su vida, al niño Jesús.

















Pre Pascua Juvenil
IGLESIA: LUGAR PARA LA MISIÓN
{Conocerla y Amarla para Edificarla}


Aporte para el Animador

Conocer la importancia de este "Tiempo fuerte" como lo califica la Iglesia, su origen y desarrollo en la historia, así como los aspectos que hay que cuidar durante estos cuarenta días es de suma importancia para que puedas ayudar a los jóvenes de tu comunidad a vivir a plenitud este tiempo. Es una hermosa oportunidad que te da Jesús para que más jóvenes se acerquen a Él y opten por la Misión de Dios. Joven, únete a la aventura de la misión. ANIMO

¿Qué es la Cuaresma?
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.
Miércoles de Ceniza
Con la imposición de las cenizas, se inicia una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
Este tiempo vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito áustero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
La sugestiva ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad. Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.
Sinónimo de "conversión" es así mismo la palabra "penitencia". Penitencia como cambio de mentalidad. Penitencia como expresión de libre y positivo esfuerzo en el seguimiento de Cristo.
Tradición
En la Iglesia primitiva, variaba la duración de la Cuaresma, pero eventualmente comenzaba seis semanas (42 días) antes de la Pascua. Esto sólo daba por resultado 36 días de ayuno (ya que se excluyen los domingos). En el siglo VII se agregaron cuatro días antes del primer domingo de Cuaresma estableciendo los cuarenta días de ayuno, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto.
Era práctica común en Roma que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Ellos eran salpicados de cenizas, vestidos en sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el jueves antes de la Pascua. Cuando estas prácticas cayeron en desuso (del siglo VIII al X), el inicio de la temporada penitencial de la Cuaresma fue simbolizada colocando ceniza en la cabeza de toda la congregación.
Hoy en día en la Iglesia, el Miércoles de Ceniza, el cristiano recibe una cruz en la frente con las cenizas obtenidas al quemar las palmas usadas en el Domingo de Ramos previo. Esta tradición de la Iglesia ha quedado como un simple servicio en algunas Iglesias protestantes como la anglicana y la luterana. La Iglesia Ortodoxa comienza la cuaresma desde el lunes anterior y no celebra el Miércoles de Ceniza.
Significado simbólico de la Ceniza
La ceniza, del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. En Jonás 3,6 sirve, por ejemplo, para describir la conversión de los habitantes de Nínive. Muchas veces se une al "polvo" de la tierra: "en verdad soy polvo y ceniza", dice Abraham en Gén. 18,27. El Miércoles de Ceniza, el anterior al primer domingo de Cuaresma (muchos lo entenderán mejor diciendo que es el que sigue al carnaval), realizamos el gesto simbólico de la imposición de ceniza en la frente (fruto de la cremación de las palmas del año pasado). Se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La Cuaresma empieza con ceniza y termina con el fuego, el agua y la luz de la Vigilia Pascual. Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Mientras el ministro impone la ceniza dice estas dos expresiones, alternativamente: "Arrepiéntete y cree en el Evangelio" (Cf Mc1, 15) y "Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver" (Cf Gén 3,19): un signo y unas palabras que expresan muy bien nuestra caducidad, nuestra conversión y aceptación del Evangelio, o sea, la novedad de vida que Cristo cada año quiere comunicarnos en la Pascua.
Viviendo la Cuaresma
Durante este tiempo especial de purificación, contamos con una serie de medios concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la dinámica cuaresmal.
Ante todo, la vida de oración, condición indispensable para el encuentro con Dios. En la oración, si el creyente ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la gracia divina penetre su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre la oración del Espíritu cooperando a ella con su respuesta libre y generosa (ver Lc 1,38).
Asimismo, también debemos intensificar la escucha y la meditación atenta a la Palabra de Dios, la asistencia frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía, lo mismo la práctica del ayuno, según las posibilidades de cada uno.
La mortificación y la renuncia en las circunstancias ordinarias de nuestra vida, también constituyen un medio concreto para vivir el espíritu de Cuaresma. No se trata tanto de crear ocasiones extraordinarias, sino más bien, de saber ofrecer aquellas circunstancias cotidianas, de aceptar con humildad, gozo y alegría, los distintos contratiempos que se nos presentan a diario. De la misma manera, el saber renunciar a ciertas cosas legítimas nos ayuda a vivir el desapego y desprendimiento.
De entre las distintas prácticas cuaresmales que nos propone la Iglesia, la vivencia de la caridad ocupa un lugar especial. Así nos lo recuerda San León Magno: "Estos días cuaresmales nos invitan de manera apremiante al ejercicio de la caridad; si deseamos llegar a la Pascua santificados en nuestro ser, debemos poner un interés especial en la adquisición de esta virtud, que contiene en sí a las demás y cubre multitud de pecados".
Esta vivencia de la caridad debemos vivirla de manera especial con aquél a quien tenemos más cerca, en el ambiente concreto en el que nos movemos. Así, vamos construyendo en el otro "el bien más precioso y efectivo, que es el de la coherencia con la propia vocación cristiana" (Juan Pablo II).
Cómo vivir la Cuaresma
1. Arrepintiéndome de mis pecados y confesándome.
Pensar en qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si me duele haberlo ofendido, si realmente estoy arrepentido. Éste es un muy buen momento del año para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión. Ayúdate de un libro para estructurar tu confesión. Busca el tiempo para llevarla a cabo.
2. Luchando por cambiar.
Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte propósitos para cumplir día a día y revisa en la noche si lo lograste. Recuerda no ponerte demasiados porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos. Hay que subir las escaleras de un escalón en un escalón, no se puede subir toda de un brinco. Conoce cuál es tu defecto dominante y haz un plan para luchar contra éste. Tu plan debe ser realista, práctico y concreto para poderlo cumplir.
3. Haciendo sacrificios.
La palabra sacrificio viene del latín sacrum-facere, que significa "hacer sagrado". Entonces, hacer un sacrificio es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecer a Dios, porque lo amas, cosas que te cuestan trabajo. Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza o ayudar a otro en su trabajo. A cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida de todos los días. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio.
4. Haciendo oración.
Aprovecha estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Te puedes ayudar de un buen libro de meditación para Cuaresma. Puedes leer en la Biblia pasajes relacionados con la Cuaresma.
Ayuno y abstinencia
El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia consiste en no comer carne. Son días de abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. La abstinencia obliga a partir de los catorce años y el ayuno de los dieciocho hasta los cincuenta y nueve años de edad.
Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozca la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia.
El ayuno y la abstinencia se pueden cambiar por otro sacrificio, dependiendo de lo que dicten las Conferencias Episcopales de cada país, pues ellas son las que tienen autoridad para determinar las diversas formas de penitencia cristiana.
¿Por qué el Ayuno?
Es necesario dar una respuesta profunda a esta pregunta, para que quede clara la relación entre el ayuno y la conversión, esto es, la transformación espiritual que acerca del hombre a Dios. El abstenerse de la comida y la bebida tienen como fin introducir en la existencia del hombre no sólo el equilibrio necesario, sino también el desprendimiento de lo que se podría definir como "actitud consumista". Tal actitud ha venido a ser en nuestro tiempo una de las características de la civilización occidental. El hombre, orientado hacia los bienes materiales, muy frecuentemente abusa de ellos. La civilización se mide entonces según la cantidad y la calidad de las cosas que están en condiciones de proveer al hombre y no se mide con el metro adecuado al hombre.
Esta civilización de consumo suministra los bienes materiales no sólo para que sirvan al hombre en orden a desarrollar las actividades creativas y útiles, sino cada vez más para satisfacer los sentidos, la excitación que se deriva de ellos, el placer, una multiplicación de sensaciones cada vez mayor.
El hombre de hoy debe abstenerse de muchos medios de consumo, de estímulos, de satisfacción de los sentidos: ayunar significa abstenerse de algo. El hombre es él mismo sólo cuando logra decirse a sí mismo: No. No es la renuncia por la renuncia: sino para el mejor y más equilibrado desarrollo de sí mismo, para vivir mejor los valores superiores, para el dominio de sí mismo.
(Explicación y datos del tiempo litúrgico de la Cuaresma de www.aciprensa.com)

 Recuerda que no tienes que presentar todo el material ya que es muy extenso; te sugerimos que hagas un buen resumen del material. Además también puedes ir discutiendo este material sobre lo qué es la cuaresma en los encuentros previos a la Pre- Pascua o durante los demás encuentros que tendrás en los próximos días.

 Con esta información pretendemos que te ayude a poder organizar cada uno de los temas que a continuación se presenta para que pueda tu comunidad juvenil vivir a plenitud esta Pre-Pascua Juvenil 2009 y así sea una excelente preparación para la Pascua Juvenil 2009.


Semana del 1 al 7 de marzo de 2009

Tema I: Camino, Verdad y Vida…

Objetivo: Que descubramos a Jesús como el camino y que la verdad de Dios la cual es su palabra nos de Vida para que anunciemos y nos unamos a la misión.

[Este tema ha sido diseñado para abarcar un tiempo de dos horas. Para aquellos grupos juveniles cuyo tiempo de reuniones sea menor, se sugiere reducir el tiempo de las charla o iluminaciones].

Agenda:

Dinámica 1: El Camino (25 min.)
Discusión Dinámica (10 min.)
Charla: Seguir las reglas no basta (20 min.)
Dinámica 2: Dramas (40 min.)
Charla: ¿Y qué es la verdad? (10 min.)
Encuentro (10 min.)

I. Oración Inicial

II. Introducción: Tiempo litúrgico y a los temas de la Pre-Pascua
Qué es cuaresma: (Material suministrado para elaborar la introducción de este encuentro. Dentro de esta introducción debes mostrarles a los jóvenes de tu comunidad de forma sencilla los temas de la Pre-Pascua que se estarán discutiendo como preámbulo o recorrido del camino a la Pascua Juvenil)

Jesús nos da un mandamiento nuevo…

“Les doy un mandamiento nuevo: Amensen los unos a los otros, como yo los he amado, así también amensen los unos a los otros. Por el amor que se tengan los unos a los otros reconocerán todos que son discípulos míos” Juan 13, 34-35

III. Dinámica 1

Instrucciones: Debe realizarse en un lugar amplio (estacionamiento o área verde). Cuatro servidores formarán un camino sujetando dos segmentos de soga. Otros cinco servidores se pararán en el "camino", dejando diez pies de distancia entre cada uno. Estos cinco servidores tendrán un semáforo en su mano.

Los jóvenes recorrerán el camino y los servidores los detendrán con el semáforo y los enfrentarán con las siguientes situaciones:


Servidor 1: Entablar una discusión con unos de los jóvenes. Provocarlo. Luego preguntar a los jóvenes cómo reaccionaría ante esta situación. Aquellos que respondan con "Le tiro", "Le meto un puño" etc., deberán salir del "camino" y continuar fuera del área designada por la soga

Servidor 2: Actuará de madre o padre. Detendrá a un joven y le cuestionará su falta de cooperación en el hogar. Luego preguntará a los jóvenes cómo reaccionarían ante esta situación. Aquellos que respondan de forma negativa deberán salir del "camino" y continuar fuera del área designada por la soga.

Servidor 3: Actuará de un "amigo" que le sugiere a un joven tomar unas cartulinas de un salón de clases: "No hay que pedir permiso las cogemos y ya. ¿Quién se va a dar cuenta?" Luego preguntará a los jóvenes cómo reaccionarían ante esta situación. Aquellos que respondan de forma negativa deberán salir del "camino" y continuar fuera del área designada por la soga.

Servidor 4: Actuará de un hermano o hermana que le pide a uno de sus hermanos (algún joven) mentirle a sus padres para lograr janguear hasta tarde. Luego preguntará a los jóvenes cómo reaccionarían ante esta situación. Aquellos que respondan de forma negativa deberán salir del "camino" y continuar fuera del área designada por la soga.

Servidor 5: Representará a una chica que envidia a una compañera de escuela, porque es novia del muchacho que a ella le gusta. Esta chica la pediría a una jovencita del grupo que la ayude a difundir un chisme para romper la relación. Luego preguntará a los jóvenes cómo reaccionarían ante esta situación. Aquellos que respondan de forma negativa deberán salir del "camino" y continuar del área designada por la soga.

Discusión Dinámica

Se abrirá una discusión con los jóvenes acerca de lo que acaban de vivir. Se deben tocar los siguientes puntos:

- Significado de los semáforos: Detenerse. Seguir las señales de tránsito. Comparar estas señales con los mandamientos. En la vida cristiana los mandamientos dictan lo que debe hacerse, nos guían.
- Discutir a lo que se enfrentaron. Cada estación o parada presentaba una situación en la que se probaba un mandamiento. Preguntar ¿Cuáles eran?

- Dialogar acerca de cuán fácil es elegir el "camino correcto" cuando es una situación hipotética en la iglesia. Preguntar: “¿Cuántos de ustedes elegirán lo correcto, respetar los mandamientos, cuando vivan algo así en la vida real?" En el camino hay que seguir las señales (mandamientos y moral) para no herir a otros en el transcurso. La vida es un camino, ¿qué vamos a dejar en ese transcurrir? En la actualidad se utiliza mucho la frase "la juventud está perdida", sin embargo si nos proponemos correr el camino en la forma correcta, demostraremos que eso no es así. Nosotros tenemos el poder de cambiar las cosas y ya comenzamos en el día en que decidimos estar aquí: en una comunidad juvenil. No estamos perdidos y tenemos el coraje de decir “nosotros estamos edificando la iglesia desde este grupo”.

IV. Charla y Drama: Seguir las reglas no basta

Seguir las reglas (los mandamientos) es importante, pero no son suficientes a la hora de alcanzar la vida eterna. ¿De qué nos vale vivir haciendo lo correcto si no tenemos una razón por la cuál vivir? ¿Qué obtendremos si no conocemos a Jesús? ¿Está bien asistir a misa, sólo por ir, por cumplir? La realidad es que ganamos muy poco con estas actitudes. La vida cristiana debe vivirse con pasión.

La Biblia nos presenta un ejemplo perfecto acerca de esto. En Mateo 19: 16-30. (Leer la Lectura "La auténtica riqueza". Si se lee en su totalidad es más completa. En caso que quieran acortarla, se sugieren los versículos 16-24. Sugerimos que al mismo tiempo que se lea la lectura algunos animadores o servidores dramaticen la lectura)

El hombre rico seguía los mandamientos al pie de la letra, pero no estuvo dispuesto a abandonarlo todo por Cristo. ¿Somos nosotros igual que él? Aún no es tarde para decidir vivir a Cristo. Si queremos alcanzar la vida eterna y vivir en la plenitud del Padre debemos entregarnos a Él por completo.

Jesús invita a los jóvenes hoy a vivir un estilo de vida en el amor, a anunciar con sus vidas alegres e intensas que el amor auténtico es posible y a reconocer en ese camino que recorren con fe y valentía la presencia del Dios de la Vida. Se trata de ser capaces de dialogar, de aprender a escuchar y compartir, de ser constantes y perseverantes en los compromisos asumidos, de mirar los intereses de los demás antes que los propios, de entregar las propias capacidades sin esperar recompensa, de ir dando la vida en las acciones humildes y sencillas de cada día.

Jesús es: el Camino
 (Se sugiere que al terminar la charla haya en una pared o una superficie plana visible a los jóvenes la siguiente frase: Jesús es… la misma debe ir completándose a medida que se desarrolla el tema. En esta parte en particular pondrás el Camino. Al final del encuentro la frase que se complete según las actividades del día y debe leer como sigue: Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida. Con esto queremos que al final del encuentro el joven tenga claro que es Jesús quien le llama a la Misión.)

V. Dinámica 2: Dramas

Luego de conocer lo que es el camino ahora veamos otra parte importante de nuestro encuentro. (No necesariamente tienes que escoger todas las lecturas; escoges las que mejor se puedan aplicar a la realidad de tu comunidad juvenil) ¿Qué es o quién es la verdad?

Lecturas Bíblicas:
2 Sm 7, 28. Rom 3, 3-7. Jn 1, 14-17. Jn 17, 17-19. Jn 14, 5-10. 1 Tim. 3, 14-16. 1 Jn. 5, 6-12

Se dividirá a los jóvenes en grupos de 4 a 8 personas. Estos grupos deberán preparar un drama en el que se represente según su lectura bíblica qué significa para ellos la palabra Verdad. Los jóvenes tendrán 20 minutos para preparar las escenas y 20 minutos para presentarlas. El tiempo puede variar de acuerdo a la cantidad de grupos.
VI. Charla 2 o Iluminación: ¿Y qué es la verdad?

Verdad es sinónimo de sinceridad, de no mentir. Pero muchas veces lo es de algo que se considera seguro y digno de confianza. En este sentido verdad equivale la lealtad o fidelidad, incluso amor, bien de Dios para con los hombres. Cristo mismo ha revelado a los hombres sobre la verdad de Dios y su reino. Por esto mismo la verdad adquiere rasgos muy personales que se identifican con Jesucristo y con el Espíritu Santo.

Cuando Jesús era enjuiciado por las autoridades dijo que su misión era dar testimonio de la verdad, pero Pilatos le cuestionó de la siguiente manera: "¿Y qué es la verdad?" En el mundo actual nos hacemos esa pregunta todos los días: ¿quién dice la verdad, este político o aquél? ¿Ese acusado será culpable o inocente? etc. Vivimos tiempos difíciles y debemos ser cuidadosos a la hora de confiar en algo o en alguien. Nadie tiene la sartén agarrada por el mango. Nadie tiene la verdad absoluta excepto Dios. Él es la verdad. Si lo seguimos no tenemos que dudar. Si nos confiamos en sus brazos no tendremos nada que temer. Jesús lo dijo, pero nadie lo comprendió: Él vino a dar testimonio de la verdad, su Padre es la verdad, Él es el camino. Jesús sigue invitando a encontrar en él, el camino, la verdad y la vida. El pan de la Vida, la Luz, la puerta, el buen pastor, la palabra viva de Dios.

Sigue invitándonos, también, a recorrer con él el camino de los discípulos. En medio de nosotros El es como “compañero de camino”. El encuentro con Jesús nos cambia la perspectiva, nos hace pasar de la tristeza a la alegría de sentir “arder nuestros corazones inquietos” y nos ayuda a descubrir el sentido más profundo de nuestras vidas y de la historia.

¡LEVÁNTATE Y ANDA!

Su misma voz se sigue sintiendo hoy para animar a tantos jóvenes caídos y desanimados por las dificultades de la vida que les toca enfrentar. “¡Joven, levántate! Participa en la incansable tarea de anunciar el Evangelio, de cuidar con ternura a los que sufren en esta tierra y buscan maneras de construir un país justo y en paz.

“¡Joven, levántate! Estás llamado a ser un buscador apasionado de la verdad, un cultivador incansable de la bondad, un hombre y una mujer con vocación de santidad. Que las dificultades que te tocan vivir no sean obstáculo a tu amor, a tu generosidad, sino un fuerte desafío. No te canses de servir, no calles la verdad, supera tus temores, sé consciente de tus propios límites personales; tienes que ser fuerte y valiente, lúcido y perseverante.

Jesús es: la Verdad
 (Al terminar la iluminación pondrás la Verdad, en la pared o superficie plana para ir continuando con la frase que empezamos al comienzo del tema.)

VII. Encuentro:

Se sugiere un encuentro con Cristo, en el que se exponga el Santísimo para que los jóvenes sientan su presencia. Pueden ponerse velas o aceites aromáticos y utilizar varias canciones de fondo para que les ayude a vivir la experiencia. ("Tú eres el agua de Vida" de Hermana Glenda es una excelente opción).

El Señor, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo y sabiendo que había llegado la hora de partir de este mundo y retornar a su Padre, en el transcurso de la Cena les lavó los pies y les dio el mandamiento del amor, para dejarles una prenda de este amor, para no alejarse nunca de los suyos instituyó la Eucaristía como memorial de su muerte y de su resurrección y ordenó a sus apóstoles celebrarlo hasta su retorno. Leer Lc 22,7-20.

Jesucristo en su infinita caridad hacia nosotros no nos dejó sólo un recuerdo bonito de su vida en la tierra como podría haber sido un retrato o una imagen de Él, sino que se ha quedado con nosotros para siempre en su Cuerpo y su Sangre, en su Cuerpo y Alma para que lo comamos y para que por Él tengamos la vida eterna, y participando de este sacramento nos hagamos un solo cuerpo con toda la Iglesia, de la cual Cristo es la cabeza.

En la celebración de la Eucaristía se actualiza la Redención, es decir, la vida, obra, pasión, muerte y resurrección de Jesús se hace presente cada vez que nosotros nos acercamos a ella, ya sea en domingo o entre semana, por lo tanto gozamos y experimentamos la presencia de Jesús tal y como la gozaron sus discípulos y nos deja una riqueza que nos vivifica y nos permite acercarnos cada vez más a Él, que es nuestra vida.

La vida nos trasciende: lo que hacemos hoy repercutirá en el futuro y afectará a los otros. Lo que decidas hoy, lo que hagas en el camino, forjará tu vida. ¿Cuál es la vida que quieres vivir? Nadie tiene la vida perfecta. Nadie tiene el camino correcto o perfecto. Nadie tiene la verdad. SOLO DIOS tiene las respuestas, y nos las da a conocer a través de sus enseñanzas, contenidas en los mandamientos, y a través de un gran ejemplo de vida: Jesús. Jesús es el camino, la verdad y la vida. El que va hacia Cristo y llega obtiene la vida eterna. Leer Gal. 2, 20.

Jesús es: la Vida.
 (Recuerda que al terminar el momento de oración pondrás la palabra la Vida, en la pared o superficie plana, al finalizar el encuentro la frase: Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida debe estar debidamente completada.)


VIII. Oración Final: (Sugerimos que esta oración se haga antes que se retire el Santísimo expuesto)

Jesús, saliste de la hoguera de amor del Padre y viniste para amarnos.
Esa fue tu misión. Te hiciste uno de nosotros para enseñarnos
en qué consiste la vida divina que nos comunicas,
al vivir el mandamiento del amor. Tú lo cumpliste al máximo,
cumpliendo así tu misión, y nos los diste para que nosotros
lo vivamos y fomentemos, de modo que se convierta en la esencia
de la nueva humanidad. Jesús, ¡que increíble y maravilloso es
caer en cuenta de que no me pides que cumpla
cantidad de reglas ni que imite todo lo que hiciste!
Lo único que me pides es que te permita vivir en mi,
para que tu Espíritu me ayude a transmitir tu amor
y a seguir realizando tu misión en la tierra.
Quiero que mi vida sea tu vida, que mi tiempo sea tu tiempo,
para sonreír al que está de mal humor, animar al triste,
ayudar al necesitado, colaborar en equipo, aceptar a los demás como son.
¡Ayúdame a vivir siempre tu único mandamiento del Amor,
para ser, como tú, fuente de vida y esperanza!
Amén.


Semana del 8 al 14 de marzo de 2009

Tema II: El Bautismo: puerta hacia Jesús

Objetivo: Que podamos entender que el bautismo es nacer en la fe, que nos hace miembros de la iglesia para ser signos de la presencia de Dios en el Mundo. Es el Bautismo una gran puerta para llegar a Jesús.
(El tema es tipo charla, pero incluye dinámicas y drama. Debe ser ofrecido por una persona dinámica y activa para acaparar la atención de los jóvenes en todo momento. Es importante la participación de los jóvenes durante el desarrollo del tema.)

I. Oración Inicial

Puede hacerla un joven voluntario, debe ser una oración espontánea y que se pida por el éxito del tema de hoy y los jóvenes que componen la comunidad juvenil.

II. Iluminación:

El evangelio de San Juan dice: "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas" (1, 4-5). Juan Bautista vino a dar testimonio de la luz verdadera que, al llegar al mundo, ilumina a todo hombre (lea Juan 1, 7-9)

Jesús se declara luz del mundo: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Jn. 8,12). En el episodio de la curación del ciego de nacimiento vemos cuáles son los compromisos del cristiano (el ciego curado) y cuáles son las consecuencias de su actitud de fe: abandono de los padres, persecución, expulsión de la sinagoga, etc. Advertimos 'también quiénes son los verdaderos ciegos: Aquellos que no se abren a la luz que es Cristo” (reflexione sobre el capítulo 9 de Juan).

Jesús dice que el cristiano es luz del mundo: "Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida sobre la montaña. Tampoco se enciende una lámpara para colocarla debajo de un tiesto, sino para ponerla en un candelero, y así brille para todos los de la casa. Del mismo modo debe brillar su luz delante de los hombres, para que, al ver sus buenas obras, glorifiquen al Padre de ustedes que está en los cielos" (Mt. 5, 14-16).

En los evangelios tenemos además el episodio de la transfiguración de Jesús (Mateo 17). Jesús se transfigura para decirnos que él es el Hijo de Dios y que nosotros, si lo escuchamos, seremos semejantes a él, y un día contemplaremos al Padre cara a cara.

El evangelio, nos dice también que la luz es símbolo de pureza (Mateo 6,22-23). Y el bautizado debe ser una persona que viva el precepto del Señor: "Felices los puros de corazón, porque ellos verán a Dios" (Mt. 5,8).

(Luego de la iluminación recomendamos que tengas el Cirio Pascual del Año 2008 u otro cirio y lo enciendas, como signo de la Luz de Cristo que llega al bautizado haciéndole partícipe del Reino de Dios como miembro de la iglesia.)

III. Dinámica: "Tickets de entrada"

Objetivo: Comprender de una forma concreta lo que significa "puerta de entrada a la Iglesia".

Pasos a seguir:

1. Se entregan varios tickets o boletos: Entrada a cine... a juego... a fiesta. Se deja que las miren un rato.

2. Se pregunta:
¿Qué tienen de valioso?
¿Qué tienen de insignificante estos tickets?

3. Motivar a los jóvenes a que reflexionen. Normalmente descubren que el papel en sí poco vale, pero autorizan la entrada a espectáculos que sí valen...

3. Aplicación al bautismo, significado del agua, óleo y valor = VIDA ETERNA, ENTRADA EN LA IGLESIA

4. Explicación de los efectos del bautismo. Utilizar el material de apoyo.

Material para la profundización del Bautismo

Hay otro nacimiento. Cristo escoge el agua para este otro nacimiento. Cristo se hace bautizar por el profeta Juan, en el río Jordán. El espíritu Santo desciende en forma de paloma para confirmar su misión salvadora.

El agua es necesaria para el hombre y para el mundo. Todo depende del agua, plantas, animales, hombre. El bautismo es sumersión, ser sumergido por las aguas es igual a muerte y resucitar a una vida nueva. Para Cristo el agua significa NUEVO NACIMIENTO, nacimiento de lo alto del Espíritu, “El que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios”.

El bautismo lleva consigo:
 Conversión, baño que lava los pecados
 Nuevo nacimiento, nuevo estilo de vida

 AL BAUTISMO MORIMOS AL PECADO Y NACEMOS A UNA VIDA NUEVA

El Bautizado:
 Recibe el Espíritu Santo y se deja conducir por El.
 Comienza a vivir como hijo de Dios y se compromete a ser testigo de Cristo.
 Se siente contento porque tiene la vida de Dios y la comparte con los demás. Somos hijos de Dios.
 Entra a formar parte de la iglesia que es la familia del Padre.
 Ilumina con su vida de cristiano a los que viven en las tinieblas del egoísmo.
 Colabora con su esfuerzo en la comunidad porque ve a los demás hombres como hermanos.

IV. División de Grupo: (Diálogo)

Divida el grupo en pequeños subgrupos y conteste las
siguientes preguntas teniendo como base el material de
apoyo:

Conteste:
1. ¿Qué es para ti el Bautismo?
2. ¿A qué te invita el Bautismo?

MATERIAL DE APOYO: (Para discutirse en plenaria)

Una nueva vida aflora en lo más profundo del hombre bautizado. La semilla de Dios que llevaba en sus entrañas, brota en pujante primavera pascual. El bautizado es un "neófito", una planta nueva y tierna, decían los primeros cristianos. Un tallo nuevo en el jardín de Dios, que habrá que cuidar con el esmero y cariño que exige una paternidad responsable en quienes lo engendran, para que no muera sofocada por una atmósfera despiadada, sin luz (buenos ejemplos), sin alimento (Buenas doctrinas) y sin educación. Engendrar, aunque sea a la vida de los hijos de Dios, no es solamente lanzar al mundo un nuevo cristiano. Engendrar con "paternidad responsable" a un cristiano en las aguas bautismales, es iniciar el cultivo de una nueva planta que necesita alimento, cuidados, educación y un ambiente para que pueda llegar al desarrollo que se inicio en el éxodo del neófito. De ahí el compromiso para los que bautizan al niño: padres, padrinos, párroco. El bautismo es un signo que compromete a todos los que se solidarizan con el bautizado.

En su proyecto de maduración, tuvo que discernir lo que Dios quería de él y definir su proyecto de vida. Sensible a la búsqueda religiosa y a las expectativas mesiánicas de su pueblo, decidió ir al Jordán para hacerse bautizar por Juan y en ese momento, el Padre le hizo oír su voz: “Tú eres mi Hijo, el Amado, tú eres mi Elegido” y el Espíritu Santo le hizo sentir su presencia (Lc 3,21- 22).

Cuando sintió que había llegado “su hora” inició su misión evangelizadora en la sinagoga de Nazaret, sorprendiendo a todos el día que tomó el libro de las escrituras y tras la lectura anunció con firmeza y convicción: “hoy se cumplen aquí las profecías que acaban de escuchar” (Lc 4, 21).

Sus palabras fueron el anuncio de que el Reino de Dios estaba comenzando; ese gran proyecto del Padre, la gran utopía de Dios de hacer una familia de hijos y de hermanos, un hogar para todos, una humanidad liberada de toda opresión. Es hacer realidad “los cielos nuevos y la tierra nueva” anunciados por los profetas (Is 65, 17-25).

En Jesús, el Reino se encarna y se personifica; con él, el Reino se acerca y se hace presente en la humanidad (Lc 11, 20); dando respuesta a la larga espera de la promesa que Dios tenía para su pueblo Israel, que Juan Bautista reanimó diciéndole: “Arrepiéntanse, cambien de vida y de corazón porque el Reino de los Cielos está cerca” (Mt 3, 2).

YA ESTAMOS BAUTIZADOS ¿Y AHORA QUÉ? (Invitar a los jóvenes a hacer una meditación sobre el pecado, sobre nuestras fallas más graves.)

V. Drama (Se dan unos minutos y luego empieza el drama)

JUAN EL BAUTISTA está predicando haciendo la mímica de la canción “Cuando llega Jesús” de Benjamín Rivera, mientras se van colocando en fila los que serán bautizados (5-8 actores). Cuando comienza el solo instrumental comienzan a ser bautizados por Juan (se arrodillan y él hace el gesto de tomar agua del suelo (río) y echarla en la cabeza de cada uno) Al final de la fila está Jesús, que entra cuando el coro está repitiendo “jesuuuus, jesuuus”. Cuando Juan lo ve, se arrodilla, Jesús lo levanta y le pide que lo bautice (todo mientras la canción, en mímica, antes de que se acabe). Juan bautiza a Jesús, miran al cielo. Jesús con las manos arriba, Juan sorprendido cae de rodillas.

Meditación personal: Imagina que estuviste allí… ¿qué hubieras hecho? (respuestas) Vamos a pensar en nuestro bautismo, éramos muy pequeños y lo más probable es que no lo recordemos. Pero vamos a imaginar que somos unos bebes de nuevo y estamos siendo bautizados. Pensemos en la importancia que tuvo eso en nuestras vidas. El bautismo es nuestra entrada a la iglesia, pero es más grande aún, es nuestra entrada a una vida nueva con Cristo. Ya hemos crecido…recordemos los pecados en los que habíamos meditado hace un rato. Jesús es el agua viva y así como hace años recibimos el agua del bautismo, hoy podemos recibir el agua viva de Jesús, quien nos limpia nuestros pecados, si de corazón se los presentamos. Aprovecha esta oportunidad.

Comienza la música y Jesús hace la mímica de la canción (CANCION “Amándote” de ABRAHAM VELÁZQUEZ). Luego del segundo coro, se le pide a los jóvenes que hagan también una fila hacia Jesús, que lleven sus pecados, que recibirán el agua y el Espíritu.

Jesús se acerca como Hijo del Padre y nosotros para serlo. Él, por nuestros pecados; nosotros con nuestros pecados. Jesús está esperándote para limpiar tus pecados. El lo quiere hacer porque sigue amándote.

Se repite la canción de ser necesario hasta que todos sean “bautizados” por Jesús. Para cerrar el tema, hacemos un círculo con Jesús y le damos las gracias por lo que ha hecho por nosotros. Puede hacerla un voluntario o que cada joven diga algo.


VI. Oración Final:
PALABRA DE DIOS

Acción de Dios en el Bautismo, leer la lectura y luego hacer la oración en grupo. (Col. 2, 11-12)

Señor, te doy gracias por haberme llamado
por medio del bautismo.
Te doy gracias por la confianza puesta en mí,
invitándome a trabajar en tu reino.
Señor que sepa ir siempre a Ti
a través de los signos que acontecen alrededor mío,
Y ayudados por aquellos que cada día conviven conmigo.
Señor, has yo trabaje unido a mis hermanos para construir
Un mundo mejor, un pueblo de esperanza
Donde tú seas siempre acogido
Amén.













Semana del 15 al 21 de marzo de 2009

Tema III: La familia de Dios: sus discípulos y misioneros.

Objetivo: Que podamos comprender el don auténtico de ser miembros de una familia que profesa una misma fe y su misión profética y evangelizadora en nuestra sociedad actual.

I. Iluminación

El animador tomará unos minutos para darles a conocer a los participantes la definición de familia a nivel bíblico y social, y la diversidad de familias con las que nos encontramos en nuestro entorno. Al igual que las definiciones de Discípulo y misionero.

Descripción (valores y fundamentos) de familia según la Sagrada Escritura

La Sagrada Escritura describe en el Antiguo Testamento el término Familia como un clan (en hebreo mispajah). En el Nuevo Testamento, se describe como mayordomía (oikos / oikía). La familia en la Biblia se manifiesta por medio de una amplia gama de relaciones. Por ejemplo, la unión de un hombre con una mujer, instituido por Dios y ratificada por Jesucristo (matrimonio). Debemos recordar que en el Evangelio Jesús rompe radicalmente con la visión patriarcal/matriarcal de familia; no es un ámbito cerrado en sí mismo, ni el ámbito de relaciones de dominio, autoritarismo, sumisión y manipulación. Jesús le da un nuevo giro desde la centralidad del Reino de Dios para la vida del discípulo y misionero.

Textos bíblicos del NT: Hc 16,15; 1 Cor 1,16; Flp 4,22; 2 Tm 4,19.

Definición de familia en términos sociales

La familia es una agrupación social que se basa en lazos de parentesco, afinidad, matrimonio o adopción y consanguinidad entre padres e hijos. Dentro de esta definición podemos encontrar diversos tipos de familia en nuestra sociedad:

1. La familia nuclear o elemental: se compone de padres e hijos, los que pueden ser de descendencias biológicas o adoptadas.

2. La familia extensa o consanguínea: se compone por más de una unidad nuclear, se extiende más allá de dos generaciones y está basada en los vínculos de sangre de una o más cantidad de personas. (Padres, niños, abuelos, sobrinos, tías, tíos, etc.)

3. La familia monoparental: se compone de uno de los padres y sus hijos.

4. La familia de madre soltera: familia en la que la madre desde su inicio asume sola la crianza de sus hijos o hijas.

5. La familia de padres separados: familia en la que los padres se encuentran separados.

Discípulo: Alumno o aprendiz, su término se utilizó para designar a los seguidores de Juan el Bautista o de Jesucristo. En otras ocasiones se utilizó para designar a los creyentes.

Misioneros: Aquellos que son llamados por Dios para encomendarles determinadas misiones o labores. Es una vocación profética, y activa, la cual obtenemos desde el día de nuestro bautismo.

II. Actividad 1

Se le dará a cada joven una tarjeta con un personaje bíblico (Isaías, Pablo, Pedro, María, Samuel, Jeremías y Moisés) que contendrá el texto donde se describe el llamado que Dios le hizo. Cada tarjeta tendrá en el reverso un par de preguntas para contestar individualmente (recomendamos que sea creativo hagas la tarjetas llamativas para los jóvenes al estilo de estampitas, cartas de deportes y otras que usted como animador entienda que darán el resultado). Luego de una reflexión a solas y en silencio, aquellos que tienen el mismo personaje se reúnen en grupo y reflexionan juntos sobre el personaje. (Es importante que el animador de los subgrupos se asegure que los jóvenes hagan sus aportes relacionado al personaje que le tocó en la tarjeta.)

Moisés - Éxodo, Capítulo 4

Moisés dijo a Yahvé: «Mira, Señor, que yo nunca he tenido facilidad para hablar: mi boca y mi lengua no me obedecen.» Le respondió Yahvé: « ¿Quién ha dado la boca al hombre? ¿Quién hace que uno hable y otro no? Anda ya, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que has de hablar.» Pero él insistió: «Por favor, Señor, ¿por qué no mandas a otro?» Esta vez Yahvé se enojó con Moisés y le dijo: «¿No tienes a tu hermano Aarón, el levita? Bien sé yo que a él no le faltan las palabras. Aarón hablará por ti igual que un profeta habla por su Dios, y tú, con este bastón en la mano, harás milagros».

Isaías - Isaías, Capítulo 6

Yo exclamé: «¡Ay de mí, estoy perdido, porque soy un hombre de labios impuros y vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, Yahvé de los Ejércitos!» Entonces voló hacia mí uno de los serafines. Tenía un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas, tocó con él mi boca y dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios, tu falta ha sido perdonada y tu pecado, borrado.» Y oí la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" Y respondí: «Aquí me tienes, mándame a mí». Él me dijo: "Ve y dile a este pueblo: Por más que ustedes escuchen, no entenderán; por más que ustedes miren, nunca ven".

Jeremías - Jeremías, capítulo 1

Me llegó una palabra de Yahvé: «Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones.» Yo exclamé: «Ay, Señor, Yahvé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!» Y Yahvé me contestó: «No me digas que eres un muchacho. Irás dondequiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. No les tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte -palabra de Yahvé.»
Samuel - 1 Samuel, capítulo 3

Como Yahvé llamará a Samuel por tercera vez y el joven se presentará nuevamente a Elí, éste comprendió que era Yahvé quien le llamaba, y dijo a Samuel: «Anda a acostarte y si vuelve a llamarte dile: Habla, Yahvé, que tu siervo te escucha.» Entonces Samuel se volvió a su habitación y se acostó. Yahvé entró y se paró, y llamó como las otras veces: «Samuel, Samuel.» Este respondió: «Habla, Yahvé, que tu siervo escucha».

María - Evangelio según san Lucas, cap. 1

Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús.» María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios». Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.

Pedro - Evangelios según San Lucas 5, 1-4. 10 y San Mateo 16, 15-19

Estaba Jesús en cierta ocasión a la orilla del lago de Genesaret y de repente se junto un gentío para oír las palabras de Dios. Vio entonces dos barcas a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a unas de las barcas que era de Simón, y le pidió que la separara un poco de tierra. Se sentó en la barca y desde allí le enseñaba a la gente. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: << Rema mar adentro y echen las redes para pescar. >>…Dijo Jesús: << No temas, desde ahora serás pescador de hombres. >>

En otra ocasión Jesús les pregunto: y según ustedes ¿Quién soy yo? Simón respondió: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le dijo: << Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha revelado ningún mortal, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo: tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no podrá con ella. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo. >>

Pablo - Hechos de los Apóstoles, capítulo 9

Iba de camino, y ya estaba cerca de Damasco, cuando a eso del mediodía se produjo un relámpago y me envolvió de repente una luz muy brillante que venía del cielo. Caí al suelo y oí una voz que me decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Yo respondí: «¿Quién eres, Señor?» Y él me dijo: «Yo soy Jesús el Nazareno, a quien tú persigues». Entonces yo pregunté: «Qué debo hacer, Señor?» Y el Señor me respondió: «Levántate y vete a Damasco. Allí te hablarán de la misión que te ha sido asignada».

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Cómo responde esta persona al llamado de Dios?
2. ¿Crees que Dios te llama a ti también? ¿Te sientes llamado por Dios?
3. ¿Cómo responderías al llamado del Señor?
Finalizada la reflexión del personaje entre los grupos el animador abundará sobre cómo cada uno de los distintos personajes aceptó el llamado de Dios y cómo algunos de ellos también eran jóvenes como nosotros. Además de que el ser discípulo de Jesús conlleva sacrificios y un estilo de vida. Jesús tiene para cada uno de nosotros una misión especial para la edificación de su Iglesia. Pero tenemos que estar atentos a su llamado, a ser sus discípulos y misioneros y tener paciencia.

III. Actividad 2: Los dos caminos

Materiales: Biblia. Papel periódico, recortes de revistas.
Dos o más radios. Hoja por participante, lápiz o marcadores (magic markers).

Ubicamos dos salones o dos espacios dentro del salón de reunión.

El primero está oscuro o con luces estilo discoteca, y como decoración tendrá imágenes, frases, estatuas humanas las cosas que nos alejan del camino de Dios, ejemplo cervezas, cigarrillos, drogas, violencias, armas, etcétera. Durante un momento se ponen varias grabadoras y equipos de sonido a la vez, con música o anuncios, y alguien intenta hablarles a los jóvenes sin que puedan escuchar entre tanto ruido.

Al salir del salón, a cada uno se le da una hoja con el salmo 1 y se les da 15 ó 20 minutos para que mediten, ¿qué caminos se encuentran en la vida del joven? ¿Qué caminos he escogido en mi vida? ¿Realmente he sabido escoger y tomar decisiones en mi vida?

Luego pasan a otro salón o al santísimo, donde hay una imagen de Jesús y un letrero bien grande donde diga “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (este letrero te sugerimos que sea el mismo letrero que los jóvenes ayudaron a construir con sus vivencias en el primer tema de la Pre-Pascua). Allí se medita teniendo en cuenta el Salmo 1 y estas preguntas guías.

¿Estoy en el camino correcto? ¿Qué camino voy a escoger?
Se le puede poner la canción de fondo: Quiero ser profeta (Ministerio de Música Profeta).
IV. Compromiso y Oración Final

Se lee la lectura Mt. 28, 16-20 y luego se utiliza la reflexión de la Biblia Católica para Jóvenes: “Iré a donde me envíes”

Después de su resurrección, Jesús envió a sus discípulos a evangelizar. Igual te envía hoy a ti. Medita y ora para mostrar a Jesús tu disposición de cumplir con tu misión.

 Si me guías en el camino, te seguiré y viajaré a otros pueblos, ciudades y países para llevar tu buena nueva.
 Si me animas a escribir poemas, canciones o ensayos para glorificar tu nombre, me pondré a hacerlo.
 Si me motivas a predicar la llegada del Reino de Dios, me prepararé y lo haré donde me indiques.
 Si me pides que me dedique al servicio de mi prójimo o que activamente luche por la justicia social, pondré manos a la obra.
 Si me inspiras para que a través del arte exprese su mensaje en teatros, televisión o cine, estoy dispuest@ al desafío.
 Si me instruyes que consagre mi vida a trabajar por la extensión de reino, buscaré en dónde quieras que lo haga.

En fin, lo que quiero decirte es que iré a donde me guíes y haré lo que me digas. Sé que así seré feliz, y haré el bien que tú esperas de mí.

-Se le llamará a cada joven por su nombre y haciéndole la invitación a aceptar su misión. Como señal de compromiso del joven a ser discípulo y misionero se le dará un símbolo (crucifijo u otro).

Cánticos sugeridos: “Quiero ser profeta", "Alma misionera" entre otros que te ayuden en el momento.















Semana del 22 al 28 de marzo de 2009

Tema IV: Iglesia: Comunidad de Discípulos

Objetivo: Presentar la Iglesia Católica (la Iglesia Peregrina), sus orígenes, razón de existir, orden o jerarquías y eventos especiales en la historia que han hecho que ésta sea Una, Santa, Católica y Apostólica al igual que podamos entender que la iglesia somos todos nosotros y que Cristo además de ser cabeza nos convoca para formar parte de su pueblo.

I. Introducción (Presentarles a los jóvenes el significado de la palabra iglesia.)

Esta palabra, de origen griego, significa , . El término hebreo equivalente se usa pocas veces en el antiguo testamento, hace referencia a la reunión litúrgico-religiosa de la comunidad israelita y ha sido traducida casi siempre por asamblea (Jos 8,35; Jue 20,2; Sal 22, 26). En el nuevo testamento, especialmente en el libro de los Hechos y en las cartas de San Pablo, iglesia, es la palabra preferida para designar el nuevo pueblo de Dios.

II. Drama:

Método: Drama coordinado entre los jóvenes pascuales y los animadores. Esta será una catequesis donde los jóvenes tendrán que compartir lo que han aprendido sobre la historia de la Iglesia.

Temas que se deberán presentar en los grupos juveniles a través del drama.
 Presentar la Iglesia
 Universalidad de la Iglesia => Una, Santa, Católica y Apostólica
 División de Iglesia => Jerarquía
 Ministerios => funciones, Papa / Obispos…

Preparativos y materiales:

Preparativos: En el tercer tema de pre-pascua se deberá sacar un tiempo para organizar varias comunidades juveniles que se tendrán que reunir con algún animador a practicar la parte que se le asigne de la historia de la iglesia.

Materiales: Cajas de cartón, cortinas, máquinas de humo, luces, sonido o música de travesía por el tiempo, vestuarios u otro material de utilería que quieran utilizar.

Drama: The Christian Time Machine

Aparece en escena un grupo de jóvenes de varias denominaciones religiosas y estos están conversando sobre cuál es a verdadera iglesia. A uno de los participantes se le ocurre una idea. Surge que este joven conoce a un científico que está trabajando en un “proyecto secreto”. Este es una máquina del tiempo. Los jóvenes deciden visitar a este científico y ver si los puede ayudar. Algunos pensaban que era una locura pero podría ser divertido.
Cuando los jóvenes llegan, le explican todas sus dudas al científico y le piden que éste los ayude (esta parte debe ser graciosa) a encontrar la verdad. Después de pensarlo el científico los invita para que se adentren al laboratorio y allí presentarle la máquina del tiempo. El los invita a entrar en la caboma (caja grande u otra cosa). Ellos viajarán al año 33 aprox., continuando algunos de los momentos históricos o importantes de la iglesia, hasta el 2008, donde fue que comenzó su travesía.

En cada parada aparecerán varios personajes (los jóvenes escogidos) donde mostrarán qué relevancia tuvo ese momento en la historia de la iglesia. Dentro de cada parada habrá momentos de preguntas y respuestas entre los personajes y los jóvenes presentes. Según pasen las estampas, los jóvenes de las otras denominaciones van creyendo en la verdad absoluta que las circunstancias en el tiempo ofrecen, dándole razón doctrinal a la Iglesia Católica. Las paradas en el tiempo están a discreción de los animadores, jóvenes que participen y el tiempo que tengan para mostrar el tema.

Idea de cuáles podrían ser las estampas o dramas que harán los jóvenes (se pueden añadir o quitar) Sugerimos también que estas estampas se pueden preparar con un Power Point y la voz en off de los que viajan al pasado (sea creativo):

1. La elección de Pedro (MT 16, 13-19). Santa Iglesia porque Santo es su fundador.
2. Las ambiciones de los discípulos. Iglesia pecadora porque la formamos hombres y mujeres pecadores. Anuncios de la Pasión: Primero Mc 8, 31-38; Segundo Mc 9, 30-37; Tercero Mc 10, 32-45.
3. Pentecostés (HCH 2, 1-13). Origen de la Iglesia Apostólica.
4. Las primeras comunidades y la persecución de los cristianos.
5. La conversión de Saulo y la expansión del cristianismo.
6. El Gran Cisma de Oriente.
7. Concilios. La Iglesia es Una. Concilios que se pueden utilizar: Concilio de Nicea (año 325), Concilio Primero de Constantinopla (año 381), Concilio de Éfeso (año 431), Concilio de Trento (año 1545-1563), Concilio Vaticano II (1962-1965).
8. Martín Lutero y la Reforma Protestante.
9. El libro de los Papados – este es un libro que encuentran los viajeros en su estadía en Roma y leerán cuáles han sido los nombres de los primeros Papados. Discutirán acerca de la sucesión de Pedro y comenzarán a hablar de la Jerarquía de la Iglesia.
10. Fundación de órdenes religiosas. Continuando con la Jerarquía de la Iglesia, los jóvenes visitarán los primeros santos que con su vida y ejemplo comenzaron una nueva etapa en la Iglesia Católica.

Preguntas que se pueden formular dentro de algunas de las estampas (se pueden añadir o quitar de acuerdo con las estampas que se utilizarán):

1. ¿Instituyó Cristo alguna Iglesia?
2. ¿En realidad le dio Jesús a Pedro unas llaves?
3. ¿De dónde sale el término “Católico”?
4. ¿Por qué se dice que la Iglesia es Apostólica?
5. ¿Qué es la sucesión apostólica?
6. ¿Es la Iglesia perseguida hoy como en aquellos tiempos?
7. ¿Qué es un Concilio? ¿Qué se discute allí?
8. ¿Por qué hay tantas discrepancias en la Iglesia? ¿Significa esto que no es Santa?
9. ¿Por qué hay tantas divisiones en la Iglesia? ¿Significa esto que la Iglesia no es Una?
10. ¿Es la Iglesia Católica (o cualquier otra denominación) mejor que otra iglesia?
11. ¿Son salvos quienes pertenezcan a otras iglesias?
12. ¿Está Dios en las otras iglesias?
13. ¿El Espíritu Santo trabaja igual en las otras iglesias, igual que en la nuestra?
14. ¿De qué consta la Jerarquía de la Iglesia? ¿Dónde estoy yo?
15. ¿Qué papel toco yo en la Iglesia?

Al finalizar la travesía los jóvenes le piden al científico que les haga llegar hasta el futuro para ver qué le depara a la Iglesia moderna. Este les dice que la máquina sólo funciona hasta el tiempo presente y más allá del “ahora” no se puede cruzar. Saliendo del laboratorio, los jóvenes deciden tener un momento de oración por el futuro de la Iglesia y Dios les ofrece una visión de lo que podría suceder a la Iglesia si no se unifica. Se presentará un video con imágenes mostrando el sufrimiento de la Iglesia.

Se procederá a finalizar el tema haciéndole ver al joven que son ellos quienes tienen ahora las “llaves” para hacer el cambio. Que su propósito en la vida cristiana es vivir en comunidad y ser Discípulos del amor de Jesús. Ellos son los profetas enviados para evangelizar un mundo que le hace falta conocimiento de Dios. Ser Discípulo no es ir a la Iglesia un domingo, sino una vivencia encarada en el servicio al hermano y al que más necesita. Se hará la oración final pidiendo por las intenciones de la Iglesia y su Discipulado. Después de la oración, se presentará un video final mostrando la alegría de la Iglesia construida en el amor, como un auguro de la esperanza que nace ese día con la decisión del joven de ser una Comunidad de Discípulos.


 Debemos recordar que hay jóvenes que no conocen la Iglesia y vienen por primera vez.. Por lo tanto las explicaciones deben ser sencillas. Si los jóvenes no tienen una base de los inicios de la Iglesia no podremos llegar a nuestro objetivo, se está quedando un vacío.


III. Diálogo:

1. ¿Qué entendiste del drama?
2. ¿Qué esperas de la iglesia?
3. ¿Te sientes parte de ella?
4. ¿Con cuál de estos signos te identificas?
5. ¿Te comprometes con la misión de la iglesia?

Signos de Iglesia (aportes del animador para que los leas y los discuta con sus jóvenes en la pregunta 4)

 Signos de la primera comunidad.
 La primera comunidad no tenía sino un sólo corazón.
 Celebraba la Eucaristía que era fruto de una vida de amor y fraternidad.
 Estaba formada por gente sencilla, con defectos, pero abierta a la acción del Espíritu (Hech. R, 18-20).
 Ayudaba a otras comunidades (I Cor. 16, 1-14).
 Responsables de su fe “Hemos de obedecer a Dios antes que a los hombres (hech. 4, 18-20).
 Pueblo que camina en busca de la perfección.
 Busca la unión entre todos.
 La autoridad está para unir y servir.

IV. Iluminación:

Dios creó la humanidad para que fuera su pueblo. Dios tiene un gran proyecto al crear al hombre. Los hombres no aceptan su proyecto y se pelean entre sí, se matan. Sin embargo, el proyecto de Dios continúa firme y él escoge al pueblo de Israel. El pueblo elegido se desvió y constantemente cayó en la infidelidad, se fue tras los dioses falsos e hizo de Dios una propiedad privada.

Los profetas denunciaban los pecados del pueblo y las injusticias de los poderosos y anunciaban que el Señor cumpliría su promesa de mandar a una persona que traería la paz, la justicia y la salvación para todos los pueblos. ESTA PERSONA ANUNCIADA POR LOS PROFETAS Y ESPERADA POR LOS POBRES ES JESÚS DE NAZARETH.
Jesús viene a formar un pueblo nuevo, nacido de su sangre derramada en la cruz, nacido de la fe y de la fuerza del Espíritu Santo. Jesús escogió a doce compañeros de entre el pueblo para que ellos continuaran con su misión. Después de la resurrección recibieron al Espíritu Santo y salieron por el mundo a ANUNCIAR LA BUENA NUEVA DEL REINO.

La iglesia es entonces el Pueblo de los que siguen y obedecen a Dios, de aquellos que practican la justicia y luchan contra todo signo de pecado. Los apóstoles entendieron que este nuevo pueblo debía extenderse por toda la tierra y por donde pasaban, dejaban comunidades.






V. Oración Final:

Señor, aspiramos y buscamos la fraternidad
Entre todos los hombres que no llega ni puede llegar
Porque hace falta más justicia y menos opresión
Más evangelio y menos demagogia
Más paz y menos violencia
Más libertad y menos imposición
Más promoción y más desarrollo
Más comunión y menos materialismo
Pedimos que la iglesia sea la casa grande
Tu casa abierta a todos
La casa donde entra y cabe todo lo humano
Y todos los hombres
Señor te pedimos que la iglesia sea
Una palabra viviente en el corazón
De los grandes dramas de nuestro mundo
Amén












Semana del 29 de marzo al 4 de abril de 2009

Tema 5: ¿Dónde empiezas tú la misión?

Objetivo: Que el joven descubra dénde comienza su misión dentro de la iglesia (en su comunidad) y cómo desde ésta se desarrollará el ser apóstol de Jesús.

Agenda: - 1:50 duración del tema

Drama: El Noticiero 1# (15 min.)
Trabajos en Grupos (25 min.)
Iluminación: (20 min.)
Drama: El Noticiero 2# (15 min.)
Compromiso: (20 min.)
Oración Final del encuentro (5 min.)

I. Oración:

Padre nuestro, que estás en el Cielo,
durante esta época de arrepentimiento,
ten misericordia de nosotros.
Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras,
transforma nuestro egoísmo en generosidad.
Abre nuestros corazones a tu Palabra,
sana nuestras heridas del pecado,
ayúdanos a hacer el bien en este mundo.
Que transformemos la obscuridad
y el dolor en vida y alegría.
Concédenos estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

II. Drama (Noticiero 1#): 15min.

Se preparará un escenario de noticiero y se presentarán noticias de encuentros negativos de jóvenes. Ej. Fiestas donde se vea al abuso del alcohol, drogas y que inviten a la persona a actividades ilícitas, reuniones en la esquina gangas (talento de barrio), prostitución, deserción escolar, noches de pruebas (¿?) embarazos no deseados, entre otros. Se debe resaltar lo atractivo que es a los jóvenes todo esto.

III. Trabajos en Grupos: 25 (15min)

1. ¿Qué pudimos observar en el noticiero?
2. ¿Quién crees que propicia estos acontecimientos?
3. ¿Cuál es la posición de la Iglesia delante de estos acontecimientos? ¿Qué hace la Iglesia frente a todos estos acontecimientos?
3. Y tú como joven, ¿qué haces?
Se sugiere una plenaria luego de los trabajos en grupos (10min)
IV. Iluminación: 20min.

Lectura: Marcos 1, 12-15

Con Jesús en el desierto
• Jesús acaba de:
 Ser bautizado en el Jordán y recibir la investidura mesiánica para llevar la buena nueva a los pobres, sanar los corazones afligidos, predicar el reino.
 Pero primero, obedeciendo al impulso del Espíritu Santo, se retira al desierto donde permanece cuarenta días, ayunando, orando en silencio.
 Jesús nos enseña la necesidad de tener prioridades:
 Primero hay que fortalecer el espíritu.
 Hay que entrenarse para tener dominio de sí mismo.
 Sólo entonces podremos ejercer nuestra misión.

• Pero Jesús llama a todos a tener algún espacio y tiempo de desierto.
 Un ambiente de silencio para estar con Dios y abrir el corazón.
 Para desintoxicar el alma
 El mundo, con sus imágenes, palabras, presiones e influencias afecta nuestro ser. Vamos cambiando, nos vamos endureciendo y deshumanizando sin darnos cuenta. Vamos adquiriendo la forma de actuar "normal" según el Mundo.

• En el desierto se percibe más la actuación del Espíritu Santo.
 Pero en el desierto también se presenta Satanás para hacer batalla.
 Para ser cristianos hay que luchar por Cristo esta batalla espiritual.
 ¿Vamos nosotros a tenerla fácil?
 Le venció y nos da el poder para vencerle.

• ¿Cómo se presenta Satanás en nuestro desierto de hoy?
 Una forma es nuestra forma de tener
 "distracciones" y "diversión". El ruido no para.
 La TV, el Internet se especializan en la evasión de la realidad: vivir en la ficción.
 Hoy tenemos muchos medios de comunicación pero con frecuencia no sabemos lo que ocurre en nuestro propio corazón.
 Es así como el mercado mejor vende: cuando nos acostumbra a no pensar.

• ¿Qué hacer?
 Si no podemos ir al desierto hay que hacer un poco de desierto dentro de nosotros.
 Tomar en serio la cuaresma.
 Pedir que el Espíritu Santo que llevó a Jesús nos guíe a nosotros también y nos asista en la lucha contra el mal.

Luego de la iluminación se puede presentar en Power point la presentación, La paradoja de nuestro tiempo, como también puedes usar la canción de Kany García ¿Qué nos pasó? o la canción La paradoja de Martín Valverde.(5 min.)


V. Drama (Noticiero 2#): 15min

Nuevamente se presentará el mismo pero esta vez con un enfoque diferente a lo que la Iglesia nos invita. Ej. Eucaristía no sólo la dominical sino la diaria, encuentros eucarísticos local y mundial (como el celebrado en junio de 2008 en Canadá) Jornada Mundial de la Juventud (como la celebrada en julio de 2008 en Australia) encuentros arquidiocesanos, parroquiales y todos aquellos que puedas incluir en el mismo. Sugerimos ver las conclusiones del Sínodo Arquidiocesano. Se deben presentar todas las opciones que hay en la parroquia para desarrollarnos como discípulos y misioneros. Todas las actividades, catequesis, servicios, lugares, movimientos. Resaltar la importancia de la comunidad juvenil en su desarrollo. Si se cuenta con la presencia del Párroco dentro del tema mucho mejor.

VI. Compromiso 20min.

(Utilice este material para que pueda elaborar su reflexión final para el compromiso. Como actividad principal para el compromiso debe preparar una pared, tablón de edictos o una pizarra con un cartel grande que diga lo siguiente: Me comprometo con Cristo a….)

Reflexión: 15 min.

La iglesia también considera misión suya preocuparse de los problemas humanos del hombre no sólo de su bien espiritual. La actividad misionera tiene una conexión íntima con la naturaleza humana y sus aspiraciones. Por eso denuncia la guerra, al hambre, la discriminación, la violencia, el odio. El Papa Juan Pablo II en su visita a Guatemala, habló fuerte en contra de la violación a los derechos del hombre. Pidió que se respetara la vida (Homilía en el campo de Marte).
Testigo es el que da testimonio. La persona que garantiza ante los demás lo que ha visto u oído y proyecta su fe. Debemos ser testigos de Cristo por medio de la palabra y con la vida de cada día. Necesitamos amar, orar, alegría y esfuerzo.

Para Cristo lo fundamental del cristianismo es el mandato nuevo (Jn. 13, 34-35)
 Ámense los unos a los otros como yo los he amado
 Las bienaventuranzas
 No hagan frente al que los agravia
 Al que te requiere para caminar una milla, acompáñalo dos
 Amen a sus enemigos, oren por lo que los persiguen
 Al que te pide dale

Como cristiano hemos de mejorar nuestro amor, hemos de amar desinteresadamente como Dios Padre y Jesús nos aman. Decía Gandhi el profeta de la no violencia “El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa que hay en el mundo. El mundo está cansado de tanto odio. Las naciones no podrán unirse y conseguir el bien, común de la humanidad sino reconocen expresamente y aceptan la “Ley del amor”.

Los obispos en Puebla nos invitaron con entusiasmo a construir la “CIVILIZACIÓN DEL AMOR” y el Papa Juan Pablo II no cesa de repetirlo. “...Sin embargo, les aseguramos no existe palabra más fuerte que ella en el diccionario cristiano. Se confunde con la propia fuerza de Cristo. Si no creemos en el amor, tampoco creemos en AQUEL que dice “Un mandamiento nuevo les doy”.

Construir la civilización del amor es rechazar la violencia, la injusticia, el egoísmo, el malgastar los bienes, la explotación y los vicios, para vivir la entrega, el amor y el servicio, la comunión con los demás y construir así un mundo más justo y humano donde se vive la verdadera libertad, la justicia, la verdad, la reconciliación, el amor y la paz.

Diálogo para que lo incluya dentro de su reflexión:

¿Que piensa de todo esto?
¿Vale la pena ser apóstol de Cristo?

Si la repuesta del joven es afirmativa (sí) deberá escribir un mensaje de lo que el joven ha aprendido en esta Pre-Pascua y lo que se compromete, en un cartel que se pondrá en una parte visible en el salón de la reunión. Este mismo cartel deben guardarlo para que durante el Triduo Pascual también se expongan los mensajes y las ideas de Compromisos que han expresado los jóvenes. (5min)


VII. Oración final 5min.

Señor, que ilusión ser apóstol
Poderte ayudar como te ayudan tus apóstoles
Ser otro Cristo
Ser luz que ilumina a los demás
Ser antorcha en la noche oscura
Ser lo que tu quieres que sea
Pero, Señor, tengo miedo
Pues hace poco que lucho por ti
Acabo de comenzar
No tengo experiencia
Te necesito más que nunca
He comprendido que necesito tu luz
Y tu fuerza para que mi vida entera sea tuya
Hazme comprender que el apostolado
Principal es el ejemplo y de
Que nada vale lanzar palabras
Si no hay modelos
Amén.

 Se sugiere que como acto concreto del servicio que nuestra Iglesia hace como repuesta a las necesidades del Mundo de hoy se invite a los jóvenes para que identifiquen, organicen y realicen un trabajo social según las necesidades reales de su comunidad parroquial.

 Nota: Servidor o animador trate que el trabajo que realicen sea uno distinto al que ya hayan realizado anteriormente. Sea proactivo y ayude a que sus jóvenes utilicen su creatividad e ingenio en la realización de esta misión.




























Triduo Pascual

IGLESIA: LUGAR PARA LA MISIÓN
{CONOCERLA Y AMARLA PARA EDIFICARLA}



















JUEVES SANTO
“EUCARISTIA: FUENTE DE VIDA PARA LA MISION”

Material de apoyo para el tema:
Presentamos a continuación un material complementario sobre el Triduo Pascual. Es necesario que el guía la estudie y prepare antes, que haga su propia síntesis para los momentos dedicados al sentido de cada día.
De todas las fiestas del año litúrgico la que más atención merece es la Fiesta de la Pascua. Esta es la celebración central del año litúrgico; la celebración alrededor de la cual giran todas las demás. Advierto que no digo "la fiesta de la Resurrección" (el hecho: Cristo ha resucitado), sino la de "Pascua", es decir, la fiesta que conmemora y actualiza sacramentalmente el paso de la muerte a la vida por nuestro Señor Jesucristo.
Es esta fiesta la que desde su celebración de un solo día (Domingo de Resurrección) se extendió a otros días anteriores conmemorando sucesivamente los diferentes pasos ("misterios") del Señor previos a su paso ("Pascua") definitivo a la Resurrección, que son su Ultima Cena, su Pasión y Muerte, y así se añadió a la Pascua la liturgia de la Vigilia Pascual, la del Viernes Santo, y la del Jueves Santo.
Lo que se celebra durante el Triduo Pascual no son los hechos salvíficos por separado (Ultima Cena. Pasión y Muerte, y Resurrección), sino el desarrollo progresivo de vida-pasión y muerte-vida (resurrección)-pentecostés del fascinante drama de Jesús. En una palabra, lo que se celebra durante el Triduo Pascual es el Misterio Pascual, no simplemente el hecho de la Resurrección.
Por este motivo las ceremonias de cada uno de estos días sagrados manifiestan una "dimensión pascual". Muy significativa en esta perspectiva es, por ejemplo, la oración del comienzo de la liturgia del Viernes Santo, que reza; "Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; santifica a tus hijos y protégelos siempre, pues Jesucristo, tu Hijo, en favor nuestro, instituyó por medio de su sangre el misterio pascual".
De modo conclusivo podemos decir que se trata de una espiritualidad pascual de los días que forman el fin y, a la vez. la cumbre de toda una cuaresma. Más, el Triduo Pascual no es la preparación de la Pascua, sino la celebración propiamente dicha del Misterio Pascual Mismo. ¡Y la fiesta se prolonga cincuenta días más!
SIGNIFICADO DEL JUEVES SANTO
El Jueves Santo termina la Cuaresma y es el preámbulo de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Es el día en que celebramos a Jesús que se hizo PAN entregado (partido) y SANGRE derramada para damos VIDA.. LA CENA DEL SEÑOR, en las horas de la tarde es nuestra acción de gracias por los regalos que antes de morir, Jesús nos deja:
"LA EUCARISTÍA, EL MINISTERIO SACERDOTAL Y EL MANDAMIENTO DEL AMOR".
Dentro de la celebración se repite el gesto de Jesús que lava los pies a sus discípulos para demostrarles cómo la humildad y el servicio son las expresiones más concretas del verdadero amor. Al terminar este gesto de servicio, Jesús dice: "ÁMENSE COMO YO LOS HE AMADO" y así nos deja el mandamiento del AMOR, primordial en la vida del creyente y de la comunidad, y que no tiene comparación con otras expresiones.
¿COMO VIVIR ESTE DÍA?
Es un día cargado de calor humano, en el cual acogemos los grandes regalos que el Señor nos deja como testamento. Una jornada para reforzar los vínculos que nos unen como HERMANOS EN LA FE Y EL AMOR.
Mientras agradecemos los grandes dones del Señor: La Eucaristía, el Ministerio Sacerdotal, el mandamiento del amor, nos regalamos mutuamente:
• EL PERDÓN, viviendo una jornada de RECONCILIACIÓN Y DE UNIDAD. Nos reconciliamos ante todo con las personas con quienes vivimos diariamente y a las cuales debemos mayor comprensión, respeto, confianza y ayuda.
Es un día para abundar en detalles de cariño y gratitud. Nuestro pueblo tan azotado y fracturado por la violencia, el egoísmo, la ambición necesita que hagamos circular corrientes frescas de vida y de amor sincero.
Es un día para consolidar nuestros vínculos con el Señor y entre nosotros; que en nuestra comunidad renazca la PARTICIPACIÓN y SOLIDARIDAD, que en nuestras familias y nuestra comunidad se construya la UNIDAD. Que la FRATERNIDAD Y EL COMPARTIR que vivimos como familias, grupo, comunidad, se desborde en actos concretos de SOLIDARIDAD y de SERVICIO:
• visitando a una persona sola, enferma, encarcelada;
• compartiendo con quienes estén más necesitados.
SIGNIFICADO DEL VIERNES SANTO
En este día celebramos LA MUERTE DE JESÚS, como paso necesario hacia LA RESURRECCIÓN, este recuerdo está lleno de esperanza y victoria. Es un día centrado en LA CRUZ, pero no con aire de tristeza, sino de CELEBRACIÓN, ya que Cristo Jesús, como SUMO SACERDOTE, en nombre de toda la humanidad, se ha entregado voluntariamente a la muerte para salvamos a todos.
No se celebra en ningún templo la EUCARISTÍA, el acto litúrgico principal de este día es la CELEBRACIÓN DE LA PASION DEL SEÑOR. Las lecturas de hoy muestran la fortaleza con que Cristo afronta el dolor y la muerte. Al terminar la celebración, LA CRUZ queda expuesta a la veneración de la comunidad, dentro de la tristeza, brota ya la ALEGRÍA por la ESPERANZA de la RESURRECCIÓN.
¿COMO VIVIR ESTE DÍA?
Hoy estamos sumergidos en el recuerdo de la muerte del Señor, mientras observamos a nuestro alrededor cómo hoy Jesús sigue muriendo en tantos hermanos y hermanas víctimas de nuestro egoísmo y de estructuras injustas que maltratan, o sepultan la vida. Pero alimentamos la certeza de que la resurrección y la vida triunfarán sobre la violencia.
Mientras Jesús da hasta la última gota de su Sangre porque se ha solidarizado con nuestra condición de fragilidad y de pecado, nosotros miembros de su cuerpo, seguidores de su proyecto, no podemos permanecer indiferentes, tranquilos. La muerte del Señor nos saca de nuestro individualismo y cambia nuestro corazón de carne por un corazón sensible, humano y solidario.
¿Cómo permanecer desentendidos de los sufrimientos de nuestros familiares, vecinos, amigos o personas que necesitan hasta lo más elemental para vivir?
En el Viernes Santo la Iglesia nos invita al ayuno como expresión de penitencia y solidaridad con la muerte del Señor. Para que nuestro ayuno sea también expresión de solidaridad con los hermanos y hermanas en los cuales Cristo sigue muriendo, salgamos a su encuentro entregándoles nuestra ayuda, nuestro tiempo. Sería lindo compartir durante este día nuestra mesa con personas o alguna familia necesitada o con alguien con quien queremos reanudar nuestra amistad.
La participación en el tradicional vía crucis de este día, no es para nosotros una procesión cualquiera, o la participación en un teatro religioso. Venimos al vía crucis para acompañar a Jesús, reviviendo con gratitud y amor su Pasión, descubriendo el sentido verdadero de la cruz, si sabemos llevarla con amor, para ayudar a otros y dar un poco de vida a quienes nos rodean.
En la celebración vespertina de la Pasión entreguemos al Señor todos los gérmenes de muerte que hay en nuestro corazón, en nuestra familia, en la comunidad y en nuestro pueblo y pidámosle que lo transforme en semilla de vida y de esperanza.
Cuando llegue el momento de la adoración de la cruz, tengamos presente que no es un leño al que besamos y ante el cual nos inclinamos, sino que la cruz bañada con la Sangre redentora es una sola cosa con Cristo y es a Él, que da su vida por nosotros a quien adoramos y agradecemos.
SIGNIFICADO DEL SÁBADO SANTO
El sábado santo es el paso misterioso de LA MUERTE A LA RESURRECCIÓN; es el "descanso" del Señor. Las comunidades cristianas primitivas honraban la sepultura de Jesús pasando este sábado en el descanso y la espera, en la oración silenciosa y ayuno riguroso; ningún alimento podía romper este ayuno antes de la comunión de la Noche Pascual.
Hoy el ayuno no es tan riguroso, ni el silencio tan absoluto, pero es un día de una esperanza gozosa. En este día no se celebra la Eucaristía; esta falta de liturgia expresa el significado verdadero del Sábado Santo. Se vive hoy la sensación de un gran VACIO, que no es tanto el vacío de la ausencia, sino el vacío de la espera; una espera que pronto se verá compensada con la PRESENCIA del Señor Resucitado, aunque velado todavía, pues sólo lo veremos cuando nos encontremos con Él, cara a cara.
¿COMO VIVIR ESTE DÍA?
Presentimos la resurrección. Jesús ha sido como el grano de trigo depositado en el sepulcro; pero allí se está gestando LA VIDA NUEVA DE LA RESURRECCIÓN, está para celebrarse la más grande victoria.
Mientras nos preparamos a la solemne y gozosa Vigilia de la Noche Pascual, alimentemos nuestra ESPERANZA recordando los hechos y momentos en los cuales el amor de Dios se ha hecho más presente en nuestra vida personal, en la vida de la familia, en la comunidad. El recuerdo de lo que Dios ha hecho por nosotros, nos reaviva la certeza de que con Él venceremos definitivamente toda división, toda expresión de muerte que haya todavía entre nosotros.
LA VIGILIA PASCUAL durante la noche es el momento culminante y central de toda la Semana Santa, participar en ella es encontrarle el sentido pleno a todo lo que hemos vivido; es RESUCITAR con Cristo, PARTICIPAR en su triunfo sobre la muerte y el mal, RENACIENDO A UNA VIDA NUEVA.
SIGNIFICADO DE LA VIGILIA PASCUAL
La celebración de la VIGILIA PASCUAL es el CORAZÓN de la Semana Santa. Todo el camino cuaresmal y la vivencia de los días santos nos han preparado para este momento culminante. Cristo Vencedor de la muerte y del pecado, se hace presente en medio de la comunidad y nos comunica su VIDA NUEVA DE RESUCITADO, así RESUCITAREMOS CON ÉL.
La celebración de esta noche es de gran riqueza, profundidad y belleza. La celebración comprende cuatro partes:
- El lucernario o fiesta de la luz. El Cirio Pascual representa a Jesús, centro de nuestra vida, luz del mundo en su triunfo sobre las tinieblas del mal. Con el Pregón Pascual alabamos a Cristo por iluminar siempre su Iglesia y hacernos hijos e hijas de la luz.
- La Vigilia propiamente dicha, de oración y lectura bíblica (Liturgia de la Palabra). Las lecturas, meditación sobre el proyecto amoroso de Dios, muestran la historia de salvación desde la creación hasta la alegría de Cristo resucitado, pasando por la liberación de Israel y la expectativa del Mesías.
- La Liturgia bautismal. Se bautiza a los conversos adultos. Todos los fieles encendemos nuestras velas con la luz del Cirio, celebramos nuestro bautismo y renovamos nuestro compromiso bautismal.
- Liturgia de la Eucaristía. Vivimos de modo especial la ofrenda de Jesús, y cantamos con fervor "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven, Señor Jesús". El encuentro personal con el Resucitado en la comunión nos hace partícipes de su triunfo sobre la muerte y sobre el mal.
SIGNIFICADO DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN
“Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo” es el canto festivo de la comunidad cristiana en este día.
¿COMO VIVIR ESTE DÍA?
¡EL SEÑOR RESUCITO, ALELUYA!
Alegrémonos y regocijémonos en Él. Sí, alegrémonos y contagiemos al mundo de esperanza y de alegría. Si Cristo no hubiera resucitado, entonces nuestra fe y nuestra esperanza no tendría sentido; pues la última palabra sobre nuestra vida no es ya la muerte y el dolor; ES LA VIDA, LA VICTORIA.
Las mujeres han sido las primeras testigos de la resurrección y ellas van a anunciarla a los discípulos; pero lo han encontrado, lo han visto, solamente allí en la comunidad, en compañía de los demás hermanos y hermanas.
Aquí está nuestro compromiso:
SER TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN, DEMOSTRAR CON NUESTRA VIDA QUE CRISTO ESTA VIVO y sigue amando y sirviendo a través de nosotros.
La comunidad es el lugar privilegiado de la presencia del Señor,
LA PARTICIPACIÓN, LA SOLIDARIDAD Y EL COMPARTIR FRATERNO es una de las más claras manifestaciones de que hemos resucitado con Él.
Participando en la vida del Resucitado podemos ahora emprender un camino nuevo que se expresará sobre todo en nuestra manera de relacionarnos con Dios y con los demás. Los relatos de las apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos y el cambio que en ellos se realiza, son el testimonio vivo de lo que debería acontecer también en nosotros, si lo dejamos actuar en nuestra vida.
El tiempo sacramental de Pascua que inicia este día, culmina en la festividad de Pentecostés. Tiene como finalidad acompañarnos en un proceso de resurrección y vida nueva. ¡Qué nuestra transformación personal despierte y promueva la vida, contribuyendo al crecimiento del Reino de Dios en nuestra sociedad. Es la tarea que nos deja la celebración de la Pascua!
"JESUS ES NUESTRA PASCUA"
La resurrección de Jesús es una LLAMADA a:
CONSTRUIR EL H O M B R E N U E V O que el mismo modeló;
TRANSFORMAR continuamente la VIDA HUMANA;
SER CREADORES DE LA HISTORIA.
Eso es COMULGAR con la vida y el mensaje de Jesús Resucitado.
DESARROLLO

Inscripciones

Animación
Bienvenida y Saludo
a. Sugerencia: Se le puede añadir un “opening” que puede ser un drama, comedia, “power point”, etc. Donde se les motive la vivencia de la pascua.

Oración inicial

Sentido del Triduo Pascual

Como parte de la Semana Santa celebramos el Triduo Pascual que conmemora, paso a paso, los últimos acontecimientos de la vida de Jesús, desarrollados en tres días. El triduo surge como celebración de la fiesta grande de la Pascua, a partir de su vigilia, e incluye la totalidad del misterio pascual.

El Triduo estaba formado originalmente por el Viernes y el Sábado Santo como días de ayuno, lectura de la pasión y vigilia, junto al Domingo de Resurrección. Posteriormente, entre los siglos III y VIII, se añadió el Jueves, que en realidad era el último día de la cuaresma y tiempo para preparar el triduo. Estos tres días santos son culminación celebrativa de todo el año litúrgico, retiro espiritual de los creyentes en comunidad y momento principal de decisiones cristianas. Se entiende entonces el triduo como un tiempo vital de vivencia comunitaria. Este debe ser preparado con antelación, mejor dicho, la Cuaresma, que es en realidad un retiro de cuarenta días de preparación a la celebración de la Pascua. Recordemos que las celebraciones pascuales no sólo son venerables por su antigüedad (siglo II) sino también porque se centran en el núcleo básico del cristianismo. Son casi seguidas, tienen amplitud, están relacionadas entre sí y manifiestan el sentido de la vida cristiana en comunidad.

En la pascua celebramos el memorial de la liberación salvadora, mediante el cual recordamos el pasado, confesamos la presencia de Dios en el presente y anticipamos el futuro. En estricto rigor, la Pascua de Cristo es el paso “de este mundo al Padre” (Jn 13, 1). Toda la vida de Cristo es una Pascua: “Salí del Padre y he venido al mundo, ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre” sin perder su condición divina. El retorno al Padre, a través de la resurrección y ascensión, constituye una nueva forma de existencia en el Espíritu: Esto es, en definitiva, la liberación radical, que es pascual. Por lo tanto, la Pascua implica un proceso de transformación social y de cambio personal. Es proceso de liberación de toda servidumbre y opresión.

La Pascua o Triduo Pascual, es algo más que un mero recuerdo psicológico de los últimos días de Jesús o un aniversario de su muerte: es la celebración cristiana sacramental y comunitaria de la escencia del cristianismo (persona, acciones y palabra de Cristo en su tránsito); la asamblea más importante de las reuniones cristianas: la conexión de nuestro tiempo con el suceso pascual liberador; el redescubrimiento de la identidad cristiana, del ser y misión de la Iglesia en el Mundo.

En definitiva, ese memorial pascual es memoria subversiva, ya que Cristo subvierte los falsos valores que circulan en la sociedad sobre todo, la que idolatra el poder, las armas y el dinero, creando una alianza, un corazón y un pueblo nuevo. Es compromiso actual desde la raíz de la justicia del reino, causa por la que murió Cristo para la salvación de todos; esta justicia es radicalmente distinta de la que, desgraciadamente, tiene vigencia en el mundo. Es esperanza de vida plena, de amor total y de verdad completa, basados en el triunfo de Cristo sobre los “infiernos” de la naturaleza humana, sobre el pecado como muerte y sobre los ídolos de este mundo.

En la celebración de este triduo pascual asumiremos el momento de la jaculatoria después de la consagración eucarística: “cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección”.

*LOS MOMENTOS A CONTINUACION PUEDEN DESARROLLARSE EN ASAMBLEA O EN PEQUEÑOS GRUPOS DE ACUERDO COMO SE ESTA ACOSTUMBRADO EN CADA PARROQUIA.

Dinámica de Integración:

Se sugieren las siguientes dinámicas: *Recordemos que el propósito de la dinámica es “romper el hielo” entre los participantes.

1. Juego de los Submarinos:

OBJETIVO: Fomentar la confianza entre los participantes de un mismo equipo.

DESARROLLO: Se forman equipos de 3 a 6 integrantes, los que deben formar una fila tomándose de la cintura o del hombro. Todos los integrantes del equipo deben estar "vendados" excepto el último. El juego se trata de que los equipos tomados de la cintura y vendados deben moverse por el terreno del juego sólo guiados por las instrucciones del último de la fila (aprisa, a la derecha, paren! etc.). El objetivo de cada submarino es chocar a los otros submarinos y tratar de no ser chocados.

2. Juego de los Espejos:

OBJETIVO: Promover la integración libre.

DESARROLLO: Se colocan dos jóvenes frente a frente, preferiblemente que no se conozcan. Se le da una letra a un joven y otra letra al otro. Ejemplo: Jóvenes de la primera fila letra “A” y jóvenes de la segunda fila letra “B”. Primero los de la letra A hacen movimientos muy lentos; el otro se limita a reflejarlos como si fuera un espejo. Uno de ellos debe ser el joven real y el otro el reflejo. Los animadores o servidores deben integrarse a la dinámica. Debe estimularse la comunicación de las parejas durante el triduo pascual, cada cual llamándose su espejo. Se puede hacer una actividad de intercambio al momento final del triduo entre las parejas o simplemente estimular la comunicación.

PRIMER MOMENTO: LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA

“JESÚS, HABIENDO AMADO A LOS SUYOS, QUE ESTABAN EN EL MUNDO, LOS AMÓ HASTA EL EXTREMO”. (JN 13,1)

I. INTRODUCCIÓN

Los signos son realidades físicas que nos comunican cosas o situaciones que no podemos ver. Comencemos este día poniendo algunos ejemplos de signos que nos comunican realidades que no vemos.
• Una calavera - nos indica peligro o muerte.
• Un semáforo en rojo - nos indica que debemos detenernos.
• Un saludo y un abrazo - nos indican amistad o cercanía entre las personas.
• Un crucifijo - nos recuerda el inmenso amor de Dios por nosotros
Además de estos signos universales, las personas tendemos a establecer signos para comunicar los sentimientos que llevamos dentro. Así, una pareja de novios tiene sus propias maneras de decirse que se quieren; o un matrimonio sabe que tal canción o situación los “pone” románticos.

En este sentido Jesús quiso dejarnos un signo que nos recordara cuánto nos amó y que nos permitiera no sólo recordar, sino hacer presente sacramentalmente su misma persona. Podríamos decir que recordamos la Última Cena como la manera que Jesús eligió para decirnos por toda la eternidad: “te amo y quiero estar siempre contigo”. Por este motivo, en ella recordamos su vida, la cual fue un continuo servicio; y su muerte, la cual fue el testimonio más grande de este servicio y amor por nosotros.

De esta manera podemos comprender mejor el significado de la palabra Eucaristía: acción de gracias. En ella decimos gracias Jesús por tu inmenso amor, gracias por tu testimonio en la cruz y gracias por la vida que nos das.

Esto suena muy bien, sin embargo, la realidad es que la misa la convertimos muchas veces en un rato aburrido, de poca participación y de muchos actos externos que nos dicen casi nada. Es como si hubiéramos convertido el gesto más grande de amor en una rutina que no expresa por ningún lado todo lo que Jesús quiso dejarnos.

Con esta inquietud los invito a que repasemos brevemente lo que los evangelistas nos narran al respecto para poder revalorar este gran gesto de amor que Jesús nos dejó.

II. MOMENTO DE LA PALABRA

La institución de la Eucaristía sucede en la última cena. Tres de los evangelistas, Mateo, Marcos y Lucas nos comparten una historia muy similar. En seguida cito uno de estos textos para comentarlo.

“Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con ustedes antes de padecer; porque les digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios.» Y recibiendo una copa, dada las gracias, dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes; porque les digo que, a partir de este momento, no beberé del fruto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.» Tomó luego pan, y, dada las gracias, lo partió y se los dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes; hagan esto en memoria mía.» De igual modo, después de cenar, tomó la copa, diciendo: Este cáliz es la Nueva Alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes.” (Lc 22, 14-20)

Estas son palabras que nos suenan muy familiares y tal vez por eso han dejado de impresionarnos. Sin embargo, si las leemos con atención nos daremos cuenta del inmenso amor y la delicadeza que reflejan por parte de Jesús.

“Antes de padecer”. Jesús sabía que una prueba grande se acercaba en su vida. Conocía ya los planes de Judas y eso le hacía suponer que habría de sufrir ante las autoridades religiosas y civiles. Esto le da un ambiente muy especial a la cena y sobre todo le da una profundidad a sus palabras. Jesús sabía que estaba entregando su vida, que sus palabras serían respaldadas posteriormente con sus acciones. Él no estaba nada más hablando en sentido figurado; estaba entregando su vida, derramando su sangre y lo hacía “para alimentarnos”.

“Este es mi cuerpo que es entregado por ustedes”. Jesús no dice, “imaginen que este es mi cuerpo”, “esto se parece a mi cuerpo” o “este es un signo de mi cuerpo”. Él identifica su cuerpo con el pan. El pan es su cuerpo. A tal grado entendieron este hecho los primeros cristianos que se les llamó “antropófagos”, carnívoros, durante el primer siglo. Los acusaban de “comer” carne humana.

“Este cáliz es la Nueva Alianza sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes”. La sangre representaba la vida. Por eso, en el cáliz con vino Jesús entregaba su vida, hecho que más tarde se comprobaría en la Cruz. Esta sangre, recuerda la sangre de los corderos que eran sacrificados en el Templo de Jerusalén. Esta vez, no sería la sangre de un cordero, sino la del mismo Dios la que sería derramada por nuestra salvación. Por eso, beber la sangre de Cristo, significa unirnos a la misma vida de Dios que nos ha sido dada por la muerte y resurrección de Jesucristo.

De esta manera, al entregar su cuerpo y su sangre, Jesús estaba entregando toda su persona. Él ha querido quedarse entre nosotros y en estos sencillos signos: pan y vino, Jesús permanece real y sacramentalmente entre nosotros. Este ha sido su deseo y cuando lo recordamos en la misa, lo que hacemos es repetir y actualizar lo que sucedió hace más de dos mil años. Jesús eligió este signo para mostrarnos su amor. Como todo enamorado, creó este signo para decirnos cuánto nos amaba.

Siendo esto así, la Eucaristía no es un rito vacío, ni un recuerdo de algo pasado. La Eucaristía es el signo del amor más grande de Dios por los hombres. Es el abrazo de Cristo a quienes Él ha amado con locura. Es la expresión más profunda de su deseo de hacerse uno con nosotros. Es la voluntad de un enamorado que no se quiere separar de su amor.

Sin embargo, esto está más allá de un gesto sentimental. Este gesto fue sellado con la misma sangre de Jesús. En la cruz, Jesús dio testimonio de este inmenso amor. Por eso, la última cena y la cruz no se pueden separar. Son palabra y obra, voluntad y testimonio de aquél que nos ha amado hasta el extremo.

III. SOCIODRAMA:

Representación: (Con anterioridad) Se le puede pedir a dos parejas de jóvenes que hagan las siguientes representaciones.
1) La primera escenificación trataría acerca de una novia que prepara con mucho cariño un bizcocho y se arregla muy bien porque van a celebrar su tercer año de novios. Diez minutos antes de que fuera a llegar el novio, recibe una llamada de él diciéndole que no va a poder asistir porque “tuvo” que ir a jugar baloncesto con sus amigos, ya que el equipo no se completaba.
2) La segunda escenificación trataría acerca de otra pareja de novios. Él llega con un ramo de flores y una tarjeta, pero ella está más preocupada por la telenovela que están pasando. A los pocos minutos llega un trío que el novio había contratado, pero ella los calla porque no la dejan escuchar la T.V.

IV. Momento de discusión en grupo

¿Qué aprendemos de estas escenificaciones? ¿Cuántos jóvenes no se sienten solos, desubicados, ignorados, fuera de lugar, perdidos, sin un rumbo, incapaces de ser amados? Todo porque no saben dónde está Jesús. Porque no han comprendido que Jesús los ama, y los ama tanto que se ha quedado entre nosotros en la Eucaristía.

Jesús ha preparado un gran banquete para nosotros. No sólo nos compró un regalo, Él mismo se hizo regalo. Se ha preparado por siglos para estar con nosotros, para compartir su vida con nosotros. Sin embargo, nosotros estamos tan ocupados con nuestros compromisos o con los medios de comunicación que no somos capaces de comprender el amor que nos tiene.

¿Qué gestos tengo yo para decirle a Jesús que lo amo? ¿Estos gestos son “mero sentimentalismo” o están respaldados con mis obras, con mi testimonio?

V. HACEMOS ORACIÓN DE LO APRENDIDO.

• Hacer una carta a Jesús donde le demos las gracias por el inmenso amor que nos tiene. Junto a ello propongámonos un gesto o signo con el cual podamos expresarle el amor que le tenemos. Al final se puede terminar con el siguiente canto: “Si conocieras el don de Dios”, de la Hna. Glenda.

VI. CONFRONTACIÓN CON NUESTRAS VIDAS

Es momento de pensar en nuestras vidas y la preparación que vivimos para acercarnos a la Eucaristía. De la misma manera en la que Jesús preparó el momento de la última cena con una vida de servicio y amor por quienes le rodearon, así nosotros estamos llamados a traer a la misa nuestro esfuerzo diario o semanal de vivir en el amor. Sin este esfuerzo por llevar una relación con Jesús, la misa parecería un rito vacío que no afecta la vida ni el corazón.

Cada uno de nosotros está llamado a traer sus gozos y esperanzas, sus luchas ganadas y perdidas, sus preocupaciones y sus alegrías. Toda nuestra vida está implicada en la Misa. No pretende ser un momento “separado” de nuestra realidad. Cuando lo vivimos así, parecería que Cristo vino a separarnos del mundo, de nuestras responsabilidades; que vino sólo para darnos una paz que no nos compromete y una tranquilidad que no nos corresponde.

Démonos un momento para reflexionar:
• ¿Cuándo vengo a misa, vengo a encontrarme con Cristo o vengo a cumplir con la obligación de la misa dominical?
• ¿Qué podría ofrecer hoy a Jesús si fuéramos a celebrar la Eucaristía?
• ¿Cómo vivo mi relación con Él en mi familia, mi escuela o trabajo, con mis amigos (as), con mi novio (a)?
• ¿Podríamos afirmar de nosotros mismos la frase que dijo Jesús sobre sí mismo: “Yo no he venido a ser servido sino a servir”? ¿Qué podemos cambiar para que así sea?
Después de compartir un momento las respuestas de cada quien se puede terminar con esta comparación. Imaginémonos las siguientes escenas:

Escena uno: Hay un hombre y una mujer, que no se conocían. Un día se encontraron en el parque y comenzaron a hablar. Al final de la tarde, él la acompañó a su casa y en el camino se abrazaron y terminaron dándose un beso.

Escena dos: Hay una pareja de novios, que llevan dos años juntos. Tenían dos semanas sin verse por motivos de escuela y trabajo. Habían hablado por teléfono, pero no se habían visto. Por fin logran verse y después de hablar un rato sobre lo que hicieron en las dos semanas se despiden con un abrazo y un beso.

¿Para quién significó más el abrazo y el beso? ¿Por qué? (Tiempo de discusión)

Aporte al animador

La segunda pareja estaba expresando su amor al momento de hacerlo. Sin embargo, la primera pareja, lo hizo más por atracción y placer. Por eso, para la segunda pareja significó mucho más y hasta los unió más en el amor que se tenían. Algo semejante pasa en la Eucaristía cuando comulgamos. Si nosotros no hemos vivido una relación de amor con Jesús en nuestra semana, comulgar NO PASARÁ DE SER UN RITO MÁS, que aunque contiene a Cristo, a nosotros poco nos aprovecha. Sin embargo, si nosotros nos hemos esforzado por vivir el amor a Jesús en nuestros hermanos, entonces comulgar es un acto de amor que nos une a Jesús y nos fortalece en el amor fraterno.

SEGUNDO MOMENTO: ¿QUÉ DEBE SER LA EUCARISTÍA PARA MÍ?

I. DINÁMICA PHILLIPS 777

Objetivo: Favorecer un espacio de diálogo y de reflexión que ayude a los integrantes del grupo a establecer compromisos concretos en su vida con respecto a la Eucaristía.

Materiales: hoja en blanco para cada joven, un lápiz.
Desarrollo de la dinámica: el animador forma 7 grupos de 7 personas. Basado en las dos sesiones anteriores, cada joven del grupo debe dar una respuesta a la pregunta propuesta: ¿Qué debería ser la Eucaristía para mí? Todos pueden tomar apuntes. Para esto el grupo tiene 7 minutos. Luego de los siete minutos, se vuelven a cambiar los grupos (todos deben quedar en grupos diferentes) y se repite la metodología hasta que todos las personas roten por los 7 grupos.

II. PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

Objetivo: Ayudar en la reflexión de los jóvenes sobre lo que debería ser la Eucaristía en sus vidas.

Materiales: hoja con las preguntas, hoja en blanco para las respuestas, lápices

Desarrollo de la dinámica: entregar las preguntas a los jóvenes para que ellos las respondan. Tratar de establecer un ambiente de silencio y reflexión. Si las preguntas resultan ser muchas, se pueden dejar algunas para que los jóvenes las contesten y reflexionen en la casa (a discreción). Al final abrir un espacio de diálogo para que los jóvenes comenten sobre las preguntas y así ellos mismos traten de obtener conclusiones sobre lo que debería ser la Eucaristía en sus vidas. El animador les puede guiar con el material de apoyo.

Preguntas Sugeridas:
1. ¿Qué representa ir a Misa para ti?
2. ¿Te preparas mental y físicamente para la Eucaristía? Dentro de tu preparación, ¿te confiesas para sentirte digno?
3. ¿Qué te impide vivir la misa a plenitud?
4. ¿Qué lugar tiene en tu vida la Santa Misa?
5. ¿Es Jesús el centro de nuestras asambleas? Y ¿es alrededor suyo que nos reunimos?
6. ¿Has entendido el lazo de unión que hay entre la celebración de la Eucaristía y el sacramento de la reconciliación?
7. ¿Qué importancia tiene la Palabra de Dios en tu vida?
8. ¿Pones atención a las lecturas que se proclaman en la Misa?
9. ¿Justificas a veces llegar atrasado a Misa diciendo que tienes tiempo de llegar hasta el ofertorio? ¿Por qué?
10. ¿Qué significan para ti las palabras “no sólo de pan vive el hombre”?
11. ¿Cuál es tu actitud durante la lectura de la Palabra de Dios en Misa?
12. Cuando vas a Misa ¿te sientes “participante” o sólo espectador?
13. ¿Qué es lo que te ayuda a participar intensamente?
14. ¿Qué puedes y quieres ofrecer a Dios durante la celebración eucarística?
15. ¿Qué esperas recibir a cambio?
16. Cuando participas en la Misa, ¿llevas allí todo tu ser y te abres a Dios para dejarlo entrar en tu vida y en tu historia?
17. “Sacrificio” es disponibilidad al designio de Dios, ¿hasta dónde tienes disponibilidad de sacrificarte?
18. ¿Cómo sales luego de asistir a la Eucaristía?
19. ¿Qué tal es tu “AMÉN” que dices cuando termina la oración eucarística? ¿Significa verdaderamente acogida del designio de amor de Dios? ¿Es consciente y entusiasta, o distraído y medio dormido?
20. ¿Pasas tiempo en adoración delante de Jesús Eucarístico? ¿Por qué?
21. ¿Qué representa para ti el cuerpo de Cristo? ¿Cómo lo tratas? ¿Qué consecuencias trae a tu vida?
22. “Tomen y coman” es el mandamiento de Jesús. Cuando recibes la comunión, ¿qué es lo que comes: pan o Cristo?
23. De la participación en la eucaristía nace el anuncio. ¿Te sientes testigo de Jesús resucitado?
24. ¿Qué sugerencias puedes dar a quien te pregunta sobre cómo vivir la Misa en la rutina diaria?

III. ¿Qué debería ser la Eucaristía para mí?

Cuando hay un concierto con alguien muy famoso, o hay un juego de baloncesto en el cual juega el equipo que nos gusta, hacemos hasta lo imposible por conseguir el dinero para asistir y llegamos hasta tres o cuatro horas antes de que empiece el evento. Se concluye entonces, que ese evento es muy importante para nosotros. Ahora bien, ¿Sucede lo mismo cuando vamos a Misa? ¿Llegamos temprano? ¿Vivimos y participamos de la Misa adecuadamente? ¿Cantamos, comulgamos, ponemos atención a las lecturas y a las oraciones? ¿Nos ofrecemos al Padre junto con Jesús? Se puede resumir las preguntas anteriores con la siguiente: ¿qué debería ser la Eucaristía para mí?

El Papa Juan Pablo II, en su carta: “Ecclesia de Eucharistia” nos ilumina muy bien en lo que debería ser la eucaristía para nosotros y nos da pistas para establecer algunos compromisos concretos en nuestra vida:

• “Todo compromiso de santidad, toda acción orientada a realizar la misión de la Iglesia, toda puesta en práctica de planes pastorales, ha de sacar del Misterio eucarístico la fuerza necesaria y se ha de ordenar a Él como a su culmen.” (Ecclesia de Eucharistia # 61) Es decir, nuestra vida debe de estar basada en la Eucaristía; absolutamente todo lo que hagamos debemos de ponerlo en manos de Jesús Eucarístico.
• La vida es un camino largo, plagado de obstáculos que superan la capacidad humana; pero tenemos la Eucaristía y, ante ella, podemos sentir en lo profundo del corazón, como dirigidas a nosotros, las mismas palabras que oyó el profeta Elías: “Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti” (1 Re 19, 7). (Ecclesia de Eucharistia # 61) Si queremos que nuestra vida tenga sentido debemos amar a Jesús Sacramentado. Sólo El puede llenar nuestra vida.
• “El tesoro eucarístico que el Señor ha puesto a nuestra disposición nos alienta hacia la meta de compartirlo plenamente con todos los hermanos con quienes nos une el mismo Bautismo”. (Ecclesia de Eucharistia # 61) Si comulgamos debemos amar a nuestros hermanos; la Eucaristía nos lleva al compromiso de amar a los demás.
• María descubrió lo que debía ser la Eucaristía en su vida, ella nos puede guiar hacia este Santísimo Sacramento, porque ella vivió una relación muy profunda con El. Ella llevó en su vientre a Jesús y fue sagrario de Jesús. Nosotros cuando lo recibimos sacramentalmente lo llevamos en nuestro corazón, nos convertimos en sagrario, y no sólo en ese momento sino siempre, en cada instante de nuestra vida. (Ecclesia de Eucharistia # 53-58)

Se hace importante señalar para terminar, que aparte de vivir con intensidad e intimidad la Eucaristía es muy necesario tener conciencia de la importancia de realizar visitas a Jesús Sacramentado en el sagrario. Pues El está ahí para escucharnos, comprendernos y amarnos, creo que muchas veces perdemos tiempo en otras cosas que no llenan nuestra vida.

“Es hermoso estar con Él y, reclinados sobre su pecho como el discípulo predilecto (cf. Jn 13, 25), palpar el amor infinito de su corazón. Si el cristianismo ha de distinguirse en nuestro tiempo sobre todo por el arte de la oración, ¿cómo no sentir una renovada necesidad de estar largos ratos en conversación espiritual, en adoración silenciosa, en actitud de amor, ante Cristo presente en el Santísimo Sacramento? ¡Cuántas veces, mis queridos hermanos y hermanas, he hecho esta experiencia y en ella he encontrado fuerza, consuelo y apoyo!” (Ecclesia de Eucharistia # 25)

Alguien por ahí dijo: “Todos los días hay una hostia para ti en algún sagrario, esperando que vayas por ella, y esa hostia es Jesús mismo, esperando por ti. NO lo dejes esperando porque El se quedó ahí por amor a ti”

 Para reflexionar:
 “¿Queremos aumentar nuestra fe? Comulguemos.
 “¿Queremos tener paz? Comulguemos.
 “Que no pase un domingo sin comulgar, no dejemos de ir a misa sin comulgar. Confesémonos”

IV. Reflexión Final: ¿Por qué ir a Misa?

Una persona que siempre iba a misa, escribió una carta al editor de un periódico quejándose de que no tenía ningún sentido ir a misa todos los domingos. He ido a la Iglesia por 30 años, escribía, en ese tiempo he escuchado algo así como unos 3,000 sermones. Pero juro por mi vida, que no puedo recordar uno solo de ellos. Por eso pienso que estoy perdiendo mi tiempo y los padres están perdiendo su tiempo dando sermones.

Para el deleite del editor, esto empezó una verdadera controversia en la columna de "Cartas al Editor". Esto continuó durante semanas hasta que alguien escribió esta nota:

"He estado casado por 30 años. Durante ese tiempo mi esposa me ha cocinado unas 32,000 comidas. Pero juro por mi vida, que no puedo recordar el menú entero de todas esas comidas. Pero sé una cosa: Esas comidas me nutrieron y me dieron la fuerza necesaria para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me hubiera dado todas esas comidas, estaría físicamente muerto hoy. Igualmente, si no hubiera ido a la iglesia para nutrirme, ¡estaría espiritualmente muerto hoy! Cuando tú no estás en nada... ¡Dios sí está en algo! ¡La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible! Da gracias a Dios por nuestra nutrición física y simplemente di: Jesús, ¿podrías atender la puerta por favor? Creo en Dios como un ciego cree en el sol, no porque lo ve, sino porque lo siente."

 Leer la reflexión y luego dé un momento de silencio para profundizar lo leído escuchar algunos comentarios de los jóvenes. Obtener conclusiones a partir de la pregunta: ¿por qué tengo que ir a Misa?

TERCER MOMENTO: SENTIDO DEL DIA: JUEVES SANTO

Jueves en que Cristo instituyó el sacramento de la Eucaristía, también conocido como la Última Cena. Significado de la celebración. El Jueves Santo se celebra:
• La Última Cena,
• El Lavatorio de los pies,
• La institución de la Eucaristía y del Sacerdocio
• La oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.

a) La Eucaristía: Este es el día en que se instituyó la Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino. Cristo tuvo la Última Cena con sus apóstoles y por el gran amor que nos tiene, se quedó con nosotros en la Eucaristía, para guiarnos en el camino de la salvación. Todos estamos invitados a celebrar la cena instituida por Jesús. Esta noche santa, Cristo nos deja su Cuerpo y su Sangre. Revivamos este gran don y comprometámonos a servir a nuestros hermanos.

b) El lavatorio de los pies: Sabemos que lavarles los pies a los participantes le correspondía al esclavo de la casa, e incluso, los esclavos judíos estaban exentos de esta tarea tan humillante para ellos. Por este motivo, cuando Jesús se pone a lavarles los pies a los discípulos ellos se sorprenden tanto. El maestro, ¡lavando los pies! Este fue un gran gesto de Cristo que nos ayuda a comprender la Eucaristía. Jesús se queda en la Eucaristía porque desea “lavarnos”, porque desea alimentarnos o en una palabra porque desea “amarnos hasta el extremo”.

El lavatorio de los pies nos hace comprender también que Jesús pasó su vida sirviendo, amando, sin importar a quien; y por lo mismo, sus palabras en la última cena tomaron tanto sentido. Los discípulos comenzaron a comprender que Jesús se quedaría con ellos cada vez que recordaran esa cena. Jesús en este pasaje del Evangelio nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrarle nuestra fe en Él. Recordar que esta no es la única vez que Jesús nos habla acerca del servicio. Debemos procurar esta virtud para nuestra vida de todos los días. Vivir como servidores unos de otros.

MATERIAL DE APORTE AL ANIMADOR O SERVIDOR:

Este material es de uso exclusivo para el animador, para el enriquecimiento del animador sobre el significado de la eucaristía. Se exhorta al animador a que lo estudie con anterioridad para enriquecer sus aportes durante los diferentes momentos del día. No se lee a los participantes.

ARTÍCULO 3 “Catecismo de la Iglesia Católica”

EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA

1322 La Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el sacrificio mismo del Señor.
1323 "Nuestro Salvador, en la última Cena, la noche en que fue entregado, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así a su Esposa amada, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección, sacramento de piedad, signo de unidad, vínculo de amor, banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria futura" (SC 47).
I La Eucaristía, fuente y cumbre de la vida eclesial
1324 La Eucaristía es "fuente y cima de toda la vida cristiana" (LG 11). "Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua" (PO 5).
1325 "La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad del Pueblo de Dios por las que la Iglesia es ella misma. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre" (CdR, inst. "Eucharisticum mysterium" 6).
1326 Finalmente, la celebración eucarística nos unimos ya a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos (cf 1 Co 15,28).
1327 En resumen, la Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: "Nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía, y a su vez la Eucaristía confirma nuestra manera de pensar" (S. Ireneo, haer. 4, 18, 5).
II El nombre de este sacramento
1328 La riqueza inagotable de este sacramento se expresa mediante los distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca alguno de sus aspectos. Se le llama:
Eucaristía porque es acción de gracias a Dios. Las palabras "eucharistein" (Lc 22,19; 1 Co 11,24) y "eulogein" (Mt 26,26; Mc 14,22) recuerdan las bendiciones judías que proclaman -sobre todo durante la comida- las obras de Dios: la creación, la redención y la santificación.
1329 Banquete del Señor (cf 1 Co 11,20) porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión y de la anticipación del banquete de bodas del Cordero (cf Ap 19,9) en la Jerusalén celestial.
Fracción del pan porque este rito, propio del banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia (cf Mt 14,19; 15,36; Mc 8,6.19), sobre todo en la última Cena (cf Mt 26,26; 1 Co 11,24). En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su resurrección (Lc 24,13-35), y con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas eucarísticas (cf Hch 2,42.46; 20,7.11). Con él se quiere significar que todos los que comen de este único pan, partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo en él (cf 1 Co 10,16-17).
Asamblea eucarística (synaxis), porque la Eucaristía es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión visible de la Iglesia (cf 1 Co 11,17-34).
1330 Memorial de la pasión y de la resurrección del Señor.
Santo Sacrificio, porque actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e incluye la ofrenda de la Iglesia; o también santo sacrificio de la misa, "sacrificio de alabanza" (Hch 13,15; cf Sal 116, 13.17), sacrificio espiritual (cf 1 P 2,5), sacrificio puro (cf Ml 1,11) y santo, puesto que completa y supera todos los sacrificios de la Antigua Alianza.
Santa y divina Liturgia, porque toda la liturgia de la Iglesia encuentra su centro y su expresión más densa en la celebración de este sacramento; en el mismo sentido se la llama también celebración de los santos misterios. Se habla también del Santísimo Sacramento porque es el Sacramento de los Sacramentos. Con este nombre se designan las especies eucarísticas guardadas en el sagrario.
1331 Comunión, porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace partícipes de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo cuerpo (cf 1 Co 10,16-17); se la llama también las cosas santas [ta hagia; sancta] (Const. Apost. 8, 13, 12; Didaché 9,5; 10,6) -es el sentido primero de la comunión de los santos de que habla el Símbolo de los Apóstoles-, pan de los ángeles, pan del cielo, medicina de inmortalidad (S. Ignacio de Ant. Eph 20,2), viático...
1332 Santa Misa porque la liturgia en la que se realiza el misterio de salvación se termina con el envío de los fieles (missio) a fin de que cumplan la voluntad de Dios en su vida cotidiana.
III La Eucaristía en la economía de la salvación
Los signos del pan y del vino
1333 En el corazón de la celebración de la Eucaristía se encuentran el pan y el vino que, por las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Fiel a la orden del Señor, la Iglesia continúa haciendo, en memoria de él, hasta su retorno glorioso, lo que él hizo la víspera de su pasión: "Tomó pan...", "tomó el cáliz lleno de vino...". Al convertirse misteriosamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, los signos del pan y del vino siguen significando también la bondad de la creación. Así, en el ofertorio, damos gracias al Creador por el pan y el vino (cf Sal 104,13-15), fruto "del trabajo del hombre", pero antes, "fruto de la tierra" y "de la vid", dones del Creador. La Iglesia ve en el gesto de Melquisedec, rey y sacerdote, que "ofreció pan y vino" (Gn 14,18) una prefiguración de su propia ofrenda (cf MR, Canon Romano 95).
1334 En la Antigua Alianza, el pan y el vino eran ofrecidos como sacrificio entre las primicias de la tierra en señal de reconocimiento al Creador. Pero reciben también una nueva significación en el contexto del Éxodo: los panes ácimos que Israel come cada año en la Pascua conmemoran la salida apresurada y liberadora de Egipto. El recuerdo del maná del desierto sugerirá siempre a Israel que vive del pan de la Palabra de Dios (Dt 8,3). Finalmente, el pan de cada día es el fruto de la Tierra prometida, prenda de la fidelidad de Dios a sus promesas. El "cáliz de bendición" (1 Co 10,16), al final del banquete pascual de los judíos, añade a la alegría festiva del vino una dimensión escatológica, la de la espera mesiánica del restablecimiento de Jerusalén. Jesús instituyó su Eucaristía dando un sentido nuevo y definitivo a la bendición del pan y del cáliz.
1335 Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29). El signo del agua convertida en vino en Caná (cf Jn 2,11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf Mc 14,25) convertido en Sangre de Cristo.
1336 El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, igual que el anuncio de la pasión los escandalizó: "Es duro este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?" (Jn 6,60). La Eucaristía y la cruz son piedras de tropiezo. Es el mismo misterio, y no cesa de ser ocasión de división. "¿También vosotros queréis marcharos?" (Jn 6,67): esta pregunta del Señor, resuena a través de las edades, invitación de su amor a descubrir que sólo él tiene "palabras de vida eterna" (Jn 6,68), y que acoger en la fe el don de su Eucaristía es acogerlo a él mismo.
La institución de la Eucaristía
1337 El Señor, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el fin. Sabiendo que había llegado la hora de partir de este mundo para retornar a su Padre, en el transcurso de una cena, les lavó los pies y les dio el mandamiento del amor (Jn 13,1-17). Para dejarles una prenda de este amor, para no alejarse nunca de los suyos y hacerles partícipes de su Pascua, instituyó la Eucaristía como memorial de su muerte y de su resurrección y ordenó a sus apóstoles celebrarlo hasta su retorno, "constituyéndoles entonces sacerdotes del Nuevo Testamento" (Cc. de Trento: DS 1740).
1338 Los tres evangelios sinópticos y S. Pablo nos han transmitido el relato de la institución de la Eucaristía; por su parte, S. Juan relata las palabras de Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm, palabras que preparan la institución de la Eucaristía: Cristo se designa a sí mismo como el pan de vida, bajado del cielo (cf Jn 6).
1339 Jesús escogió el tiempo de la Pascua para realizar lo que había anunciado en Cafarnaúm: dar a sus discípulos su Cuerpo y su Sangre:
Llegó el día de los Ázimos, en el que se había de inmolar el cordero de Pascua; (Jesús) envió a Pedro y a Juan, diciendo: `Id y preparadnos la Pascua para que la comamos'...fueron... y prepararon la Pascua. Llegada la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: `Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios'...Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: `Esto es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío'. De igual modo, después de cenar, el cáliz, diciendo: `Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros' (Lc 22,7-20; cf Mt 26,17-29; Mc 14,12-25; 1 Co 11,23-26).
1340 Al celebrar la última Cena con sus apóstoles en el transcurso del banquete pascual, Jesús dio su sentido definitivo a la pascua judía. En efecto, el paso de Jesús a su Padre por su muerte y su resurrección, la Pascua nueva, es anticipada en la Cena y celebrada en la Eucaristía que da cumplimiento a la pascua judía y anticipa la pascua final de la Iglesia en la gloria del Reino.
"Haced esto en memoria mía"
1341 El mandamiento de Jesús de repetir sus gestos y sus palabras "hasta que venga" (1 Co 11,26), no exige solamente acordarse de Jesús y de lo que hizo. Requiere la celebración litúrgica por los apóstoles y sus sucesores del memorial de Cristo, de su vida, de su muerte, de su resurrección y de su intercesión junto al Padre.
1342 Desde el comienzo la Iglesia fue fiel a la orden del Señor. De la Iglesia de Jerusalén se dice: Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, fieles a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las oraciones...Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y con sencillez de corazón (Hch 2,42.46).
1343 Era sobre todo "el primer día de la semana", es decir, el domingo, el día de la resurrección de Jesús, cuando los cristianos se reunían para "partir el pan" (Hch 20,7). Desde entonces hasta nuestros días la celebración de la Eucaristía se ha perpetuado, de suerte que hoy la encontramos por todas partes en la Iglesia, con la misma estructura fundamental. Sigue siendo el centro de la vida de la Iglesia.
1344 Así, de celebración en celebración, anunciando el misterio pascual de Jesús "hasta que venga" (1 Co 11,26), el pueblo de Dios peregrinante "camina por la senda estrecha de la cruz" (AG 1) hacia el banquete celestial, donde todos los elegidos se sentarán a la mesa del Reino.


VIERNES SANTO
“NO BASTAN LAS PALABRAS”
ORIENTACIONES PARA EL ANIMADOR
NOTAS DOCTRINALES:
- Los evangelistas, en sus respectivos escritos, dedican mucho espacio a la pasión y muerte de Jesús (cfr Mt 26-27; Mc 14-15; Lc 22-23; Jn 18¬19). Estos relatos son el núcleo inicial y, por lo tanto, los pasajes más antiguos de los evangelios.
- Una presentación completa de este tema ha de incluir tanto las causas históricas como el sentido salvador de la muerte de Jesús.
- Jesús muere como consecuencia de la fidelidad de su vida en cumplimiento de la misión encomendada por el Padre: el Reino de Dios. La muerte de Jesús es la expresión suprema de una existencia vivida por el Reino.
TEXTOS DE REFERENCIA: CIC 571-623.
I. PRIMER MOMENTO: SOCIODRAMA5
Se necesita una mesa, una silla y un banquillo para los acusados. Todo esto para representar una sala de juzgado. Al iniciarse la obra, estarán en la escena el Juez, el Fiscal, el Defensor y los Guardias de la Corte. El Juez vestido con traje obscuro estará sentado en la silla. Antes de hablar golpeará 3 veces en la mesa.
JUEZ: Señores, como ustedes saben, la muerte de Cristo no fue un asesinato clandestino realizado en la obscuridad de la noche, sino que fue el resultado de una sentencia judicial pronunciada en una corte de justicia. La ejecución de la sentencia ocurrió a mediodía, un día viernes. El acusado murió tres horas después. Pero bueno, lo que interesa ahora, es saber ¿quién lo mató? ¿Quién o quiénes tienen la culpa de su muerte? Como hubo una sentencia judicial, no podemos culpar a los verdugos, o sea a los que físicamente clavaron al acusado a la cruz de madera en la que más tarde falleció. Es claro que los culpables eran otros.
A Jesús le hicieron dos procesos: uno religioso y otro civil. Los responsables de esos procesos fueron el Sumo Sacerdote Caifás y el Procurador romano Poncio Pilato. Entonces, para juzgar mejor lo que pasó, ahora vamos a llamar a esas dos personas que tuvieron algo que ver en la condena de Jesús. Todos ustedes, que están aquí presentes, van a ser el Jurado. Dirán frente a cada acusado si lo encuentran culpable o no, después de haberlo escuchado y de escuchar también su Defensa y las acusaciones del Señor Fiscal.
Yo, como Juez, aceptaré sin discusión el fallo, la decisión de ustedes, que son el Jurado. Se abre la sesión. Llamen al primer prisionero, al Sumo Sacerdote Caifás.
GUARDIA: (Con voz firme) ¡Caifás!
Los diálogos, a los cuales les hemos hecho ligeras modificaciones, están tomados de: CENTRO ANTONIO DE MONTESINOS, ¿Quién lo mató? (Teatro popular).
JUEZ: Tiene la palabra el señor Fiscal.
FISCAL: Gracias, Sr. Juez. (Dirigiéndose a Caifás) Ud. era Sumo Sacerdote en el tiempo de Cristo ¿no es verdad?
CAIFÁS: iSí!, es verdad.
FISCAL: Cuente a la Corte por qué condenó a Cristo.
CAIFÁS: Sencillamente porque se metió en cosas que no eran de su competencia. Era un laico que se atrevió a criticar a la religión y a sus autoridades. También se metió en política y Uds. comprenden seguramente que la religión no debe meterse en cosas de política, sobre todo cuándo somos un país dominado por un poder extranjero.
FISCAL: ¿Cómo el Imperio Romano?
CAIFÁS: Exactamente. La Religión tiene que predicar la paz y la vida futura. ¿Qué vamos a hacer cuando personas como ese Cristo comienzan a predicar la subversión y la rebelión en nombre de Dios y de la Religión?
FISCAL: ¿Cristo hizo eso?
CAIFÁS: Sí, muchas veces. Me acuerdo que dijo una vez: "No he venido a traer la paz, sino la espada". Y la Religión no puede tolerar la violencia, bajo ningún pretexto. Otra vez corrió a unos inocentes comerciantes de nuestro Templo, como para decir que la Religión no tiene derecho a sostenerse económicamente. Seguramente Ud. sabe que había guerrilleros y revolucionarios entre sus discípulos y amigos; uno se llamaba Simón el Zelote. Hasta prostitutas lo seguían, y él no las rechazó. Quizás en la vida futura seremos todos iguales, pero aquí, en este mundo, Dios ha creado a las personas desiguales y diferentes, y es claro que es su voluntad que haya ricos y pobres, santos y pecadores. ¿Quiénes somos nosotros para cambiar lo que Dios quiere?
FISCAL: Entonces, Uds vieron a Cristo como un elemento subversivo y revolucionario. ¿Por eso lo acusaron y pidieron la condena de muerte para él?
CAIFÁS: Correcto. Tiene que haber respeto y obediencia a las autoridades en este mundo, y con toda franqueza, ese Cristo no quería respetar ni obedeced. Fue un carpintero ignorante que quería respetar ni obedecer. Fue un carpintero ignorante que quería figurar entre sus paisanos.
FISCAL: Pero Uds. era el jefe de una religión que favorecía la dominación imperialista, y que se enriquecía explotando la ignorancia del pueblo, y presentaba a Dios como cómplice de esa explotación.
CAIFÁS: Eso decía Jesús, pero mi deber era defender las tradiciones de nuestra Religión.
FISCAL: (Después de un silencio) Nada más, Señor Juez.
JUEZ: Tiene la palabra el Abogado Defensor.
DEFENSOR: (Dirigiéndose al Sr. Juez) Gracias, Sr. Juez. (Dirigiéndose al acusado) Ud. como Sumo Sacerdote tenía como misión velar para que el pueblo cumpliera su función de adorar a Dios ¿no es verdad?
CAIFÁS: Yo, como Sumo Sacerdote, tenía que ser muy celoso de la misión que Dios me confiaba. No podía permitir que con actitudes como la de ese Jesús en Nazaret, se alterara el orden y nos metiera en política. Además, yo debía dedicarme a las cosas de Dios, y dejar a los hombres las cosas de este mundo.
DEFENSOR: Entre los seguidores de Cristo se encontraban muchos pobres, prostitutas, pordioseros, ladrones, enfermos, en una palabra "pecadores" ¿no es verdad?
CAIFÁS: ¡Sí, era una muchedumbre de malvivientes los que lo seguían, malos creyentes, pecadores. El mismo Jesús curaba a los enfermos en sábado, "Día del Señor". Un buen día corrió a los mercaderes del Templo, nuestros amigos, buenos hombres creyentes que respetaban el sábado, hacían penitencia y daban abundantes limosnas para poder mantener limpia y decente la “casa de Dios”.
DEFENSOR: Entonces, ¿Ud. acusa a Jesús de irrespetuoso, de pecador de político?
CAIFÁS:(Al que se le nota un nerviosismo que va en aumento) ¡Era un pecador, atacaba a los sacerdotes y escribas, siervos de Dios! Era un subversivo, un loco, un demente!
JUEZ: ¡Calma, Señor calma!....Prosiga Sr. Defensor
DEFENSOR: (Dirigiéndose al Jurado o público). Señores, este hombre es inocente; hizo lo que tenía que hacer como alto dirigente del Templo. Si Uds. lo condenan, tendrán que condenar hoy a esos sacerdotes y obispos que sólo se preocupan del culto, de la "casa de Dios", y los problemas del pueblo, del pobre, del oprimido, no les interesan... Aquellos que tienen alianzas con los poderosos y conviven con los ricos... ¿Acaso Uds. conocen a su obispo?, ¿ha ido alguna vez a su casa?, ¿sabe de sus problemas, de la miseria en que viven?.. Y nosotros mismos, vamos a Misa los domingos, damos limosna, y pensamos que eso es suficiente para ser cristianos... ¿Cómo, entonces, lo vamos a condenar, si con nuestra actitud estamos de acuerdo con lo que él dice? ... (PAUSA) ... He terminado, Sr. Juez.
JUEZ: (Dirigiéndose al Jurado) Miembros del Jurado del pueblo: han escuchado las declaraciones del Fiscal, y los alegatos de la defensa. Ahora a Uds. les corresponde el deber de juzgar si las acusaciones que ha hecho el Sumo Sacerdote a la persona de Cristo, son acusaciones criminales, o si son simplemente prejuicios e ignorancia en cuanto al papel de la Religión en el mundo. Habiendo escuchado lo anterior, levanten la mano los que crean que Caifás es CULPABLE de la muerte de Cristo. (Los guardias cuentan los votos y le dicen el número al Juez). Ahora levanten la "mano los que crean que Caifás es INOCENTE de la muerte de Cristo... (Se cuentan los votos)... (Golpeando la mesa 3 veces, el Juez pronuncia la sentencia, según haya sido el número de votos).
El prisionero Caifás, por voto popular y democrático, ha sido declarado CULPABLE por esta corte del pueblo, y por consiguiente está condenado a la muerte de crucifixión. Llévenselo.
(Los guardias lo apresan y se lo llevan).
El prisionero Caifás, por voto popular y democrático, ha sido declarado INOCENTE por esta corte del pueblo, y por consiguiente será puesto en libertad desde este momento.

Queda Ud. en libertad. (Caifás sale).

JUEZ: Que traigan al segundo prisionero.
GUARDIA: (En voz alta) ¡Poncio Pilato! (Entra Pilato).
JUEZ: Tiene la palabra, Sr. Fiscal.
FISCAL: (Dirigiéndose al Sr. Juez) Gracias, Sr. Juez. (Dirigiéndose a Pilato) Diga su nombre completo.
PILATO: Poncio Pilato.
FISCAL: ¿Cuál era su ocupación?
PILATO: Gobernador Romano.
FISCAL: Ud. era la máxima autoridad política en el país de Judea en el tiempo de la crucifixión, ¿sí o no?
PILATO: Sí, es cierto, aunque yo solamente representaba al Emperador Romano.
FISCAL: Judea era una colonia del Imperio Romano, ¿no?
PILATO: Sí, una de las colonias más miserables y asquerosas. Los judíos estaban siempre peleándose entre ellos, fariseos, saduceos y esos guerrilleros zelotes. Yo nunca quise que me mandaran ahí.
"FISCAL: Correcto. Sin embargo, Ud. tuvo la responsabilidad política y fue Ud. el que condenó a muerte a Cristo.
PILATO: (Con voz alterada) No, yo no hice eso. Me lavé las manos públicamente en señal de que yo no era culpable. Yo sabía que ese hombre era inocente; hice todo lo posible para salvarlo. Incluso, como era la costumbre poner en libertad a un preso por ser la fiesta de Pascua, yo dejé que los judíos escogieran entre Jesús y Barrabás. Y ¿qué paso? Escogieron la libertad para ese criminal de Barrabás. Y cuando yo les dije que Cristo era inocente me gritaron: "¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!". Algunos hasta querían chantajearme diciéndome: "Si lo sueltas, te acusaremos ante el Emperador de Roma".
FISCAL: ¿Pero Ud. lo condenó, no es cierto?
PILATO: Pero, ¿qué más podía yo hacer? Esos judíos me acorralaron.
FISCAL: Pero la verdad es que en todo el país solamente Ud. tenía el poder de condenar a un hombre a morir.
PILATO: Sí, es cierto. Además era mi deber. Yo tenía que defender el sistema de dominación del Imperio Romano y evitar cualquier disturbio que pusiera en peligro sus intereses.
FISCAL: Pero, si Ud. no hubiera dado su consentimiento, Cristo no hubiera muerto.
PILATO: (Muy enojado y con la voz alterada) ¡Mentira! Los dirigentes judíos lo habrían matado de todas maneras y lo habrían hecho clandestinamente. Yo lo hice en forma legal.
FISCAL: Es todo, Sr. Juez.
JUEZ: Ahora, tiene la palabra el Abogado Defensor.
DEFENSOR: (Dirigiéndose a Pilato). ¿Es verdad que Ud. era el representante del Imperio Romano?
PILATO: ¡Sí, es verdad!
DEFENSOR: Usted era representante del Imperio Romano y una de sus funciones primordiales era la de mantener el orden para que no fuera alterado por levantamientos populares, por guerrillas, por mítines. ¿No es cierto?
PILATO: ¡Sí! Es cierto. Roma no quería que la paz fuera alterada en sus colonias. Teníamos órdenes de suprimir cualquier manifestación que causara desórdenes populares.
DEFENSOR: Bien. Por otro lado ¿no es verdad que al Imperio Romano le interesaba mantener muy buenas relaciones con los dirigentes religiosos de Judea?
PILATO: ¡Sí, es verdad. Roma nos había recomendado mantener relaciones cordiales con los Sumos Sacerdotes. Teníamos acuerdos secretos y concesiones que, le confieso, a veces eran en contra de los intereses del pueblo.
DEFENSOR: ¿Ud. fue presionado por Anás y Caifás para que dictara la sentencia de muerte contra Jesús de Nazaret?
PILATO: ¡Así fue! Ellos me presionaron fuertemente; hasta llegaron a amenazarme con mandar emisarios a Roma mostrando mi infidelidad al Imperio. Esto lógicamente hubiera provocado mi destitución del cargo y quizá un juicio y mi ruina política.
DEFENSOR: (Dirigiéndose al Jurado) ¡Señores!, este hombre es inocente. Actuó bajo presiones muy fuertes ¿Quién de Uds. no ha sentido miedo cuando lo van a denunciar por pertenecer al sindicato? El temor a quedarse sin trabajo, el pensar en la familia, los hijos. ¿no nos obliga a guardar silencio ante las injusticias que vemos? Señores, si Uds. condenan a este hombre, ustedes mismos se condenan ¿Acaso no es verdad que se tiene miedo a organizarse y a exigir sus derechos en el barrio (colonia, ejido, etc.)? ¿Acaso Uds. no se han lavado las manos muchas veces ante las injusticias que se cometen alrededor y enfrente de Uds., tales como desalojos, represiones, imposiciones de gobernantes no elegidos por el pueblo, etc. En todas esas ocasiones unas palabras o unas acciones hechas por Uds. eran necesarias para hacerse solidarios con los que estaban sufriendo estas injusticias, pero los riesgos eran demasiado grandes y prefirieron no hacer nada; exactamente como Pilato, a quien ahora Uds. van a juzgar. (Dirigiéndose al Sr. Juez) He terminado Sr. Juez.
JUEZ: Es suficiente. Ahora el pueblo aquí presente, como jurado, tendrá la última palabra. Entonces, procedamos con el juicio. (Dirigiéndose al público). Levanten la mano todos los que piensan que Poncio Pilato es INOCENTE de la muerte de Jesucristo. (Los guardias cuentan el número de manos que se alzaron y después se lo comunican al Sr. Juez). Y ahora levanten la mano los que consideran que Poncio Pilato es CULPABLE del crimen mencionado. (Dirigiéndose a los guardias) Guardias, cuenten los votos. (Harán lo mismo que antes. Según el número de votos el Juez dictará una de estas dos sentencias.)
JUEZ: (Golpeando la mesa 3 veces y con voz fuerte y solemne).
El prisionero Poncio Pilato, por voto popular y democrático, ha sido declarado CULPABLE
por esta corte del pueblo, y por consiguiente está condenado a la muerte de crucifixión. Llévenselo.
(Los guardias lo apresan y se lo llevan).

El prisionero Poncio Pilato, por voto popular y democrático, ha sido declarado INOCENTE por esta corte del pueblo, y por consiguiente será puesto en libertad desde este momento. Queda en libertad (Se retira de la sala).
JUEZ: (Dirigiéndose al Jurado) Compañeros, compañeras: a todos Uds. ha correspondido hoy día el papel de Jurado. Uds. han juzgado a Poncio Pilato y al Sumo Sacerdote Caifás. El juzgar la culpabilidad o la inocencia de personajes históricos, no es quizás tan fácil como muchos de Uds. pueden haber pensado... Señores del Jurado, no podemos irnos tranquilamente a nuestras casas y a nuestro quehacer pensando solamente en que los personajes que aquí se presentaron fueron los culpables de la muerte de Jesús. Es claro que sí tuvieron mucha culpa, pero: ¿dónde estaban los apóstoles? ¿y todas aquellas personas a las que Jesús ayudó, dónde se metieron cuando él fue tomado preso y juzgado? El pueblo que lo aclama¬ba y lo seguía por los milagros que hacía ¿dónde estaba? (Pausa)... Termino este proceso pidiendo al Todopoderoso que nos haga comprender que la lucha principal en la vida, es la de escuchar atentamente la voz de la conciencia personal y colectiva, sin la cual los sueños de la humanidad permanecerán como meros sueños, sin ninguna posibilidad de realización. (Se levanta el Juez) Compañeros, compañeras, la sesión de hoy, se da por concluida. Gracias a todos por su participación (Sale del escenario... Música).
El animador suscita un diálogo con los jóvenes: ¿Qué fue lo que más les llamó la atención del sociodrama? ¿Cuáles fueron las causas de la condena de Jesús? ¿Qué sentido tiene la muerte de Jesús?
CHARLA: LA MUERTE DE JESÚS
La muerte de Jesús tiene una estrecha relación con su vida. Jesús vivió intensamente los tres años de su vida pública. Sus palabras y sus actitudes crearon una serie de interrogantes y de conflictos que lo llevaron a la muerte. Su muerte, por tanto, no fue otra cosa que el resultado final de su modo de vivir.
La muerte en cruz es un acontecimiento central en la historia de Jesús y en nuestra fe cristiana. Por eso nos interesa saber por qué murió Jesús y qué significado tiene su muerte.
A. UNA MUERTE PREVISTA Y ACEPTADA
Los evangelios sinópticos afirman que Jesús anunció tres veces su muerte (cfr Mc 8,31; 9,31; 10,33s.). Por lo tanto, según los evangelios, Jesús sabía de antemano que le esperaba una muerte violenta.
Y todo esto por su conducta provocativa. Jesús en repetidas ocasio¬nes quebrantó algunas leyes cuya violación estaba sancionada con la pena de muerte. Por eso cuando acusaban a Jesús de que estaba blasfemando contra Dios (cfr Mc 2,7), de que era un falso profeta (cfr Mc 14,65), de que no respetaba el sábado (cfr Mc 2,23-28), los dirigentes judíos le estaban lanzando acusaciones penadas con la muerte. Jesús, a los ojos de las autoridades judías, había perdido el derecho a la vida. Por eso se veía constantemente amenazado y Él sabía, pues, que le esperaba una muer¬te violenta como consecuencia lógica de su vida, de su conducta, de su práctica liberadora al servicio del Reino.
No hay que pensar que Jesús buscaba directamente la muerte. Lo que él quería no era la muerte, sino el anuncio y la presencia del Reino. Y por ser fiel a su misión estaba dispuesto a sacrificarlo todo, incluso su vida.
B. LAS CAUSAS HISTÓRICAS QUE PROVOCARON SU MUERTE
La trayectoria de la vida de Jesús, su mensaje, sus actuaciones y sus tomas de postura, chocan con las estructuras del poder religioso y político de Israel. Jesús, consciente de que su vida está amenazada, no se detie¬ne y va a Jerusalén. Allí dirige las denuncias más graves contra las autori¬dades judías: les dice que el Templo es una cueva de ladrones (cfr Mt 21,13), que sólo buscan su propio provecho (cfr Mt 23,5-7) Y que se comen los bienes de los pobres con excusa de las oraciones (cfr Mc 12,40). Los llama asesinos y malvados (cfr Mt 21,33-46) Y les anuncia que Dios les va a quitar todos sus privilegios (cfr Mt 21,43). Ante estos hechos los dirigen¬tes judíos deciden eliminarlo.
A Jesús le hicieron un doble juicio: religioso y civil. Las acusaciones presentadas por el poder religioso eran el querer destruir el Templo y el proclamarse Mesías, el Hijo de Dios (Cfr Mc 14, 57-64). El Templo era el símbolo religioso y político del pueblo; destruirlo era atentar contra lo más sagrado del país. Por otra parte, proclamarse Mesías, Hijo de Dios, era una blasfemia. Jesús, al decir que era el Hijo de Dios, estaba afirmando que Dios estaba de su parte, que le daba la razón a él y se la quitaba a las autoridades judías. Los dirigentes se veían, de esta manera, descalificados como representantes de Dios y por eso lo condenan a muerte.
Respecto al juicio político, a Jesús lo condenaron por una causa política: por haberse proclamado rey de los judíos. Jesús es acusado de ame¬nazar al ocupante romano, de intentar sublevar al pueblo contra Roma para obtener la independencia (cfr Lc 23,2). Poncio Pilato, sabiendo que era inocente, dio la sentencia de muerte porque las autoridades religiosas lo amenazaron con denunciarlo al emperador (cfr Jn 19,12).
Estos son los motivos de la condena de Jesús consignados en los evangelios. Detrás de esas acusaciones se oculta el miedo que provocaba Jesús al denunciar y combatir con valentía todas aquellas actitudes, relaciones y estructuras que se oponían al Reino de Dios. Jesús, pues, estorba¬ba, resultaba incómodo. Por eso los poderes religiosos y políticos se ponen de acuerdo para eliminarlo violentamente.
C. UNA MUERTE SALVADORA
En tiempos de Jesús la cruz era un tormento humillante y vergonzoso que los dominadores romanos aplicaban a los esclavos, a los delincuentes peligrosos y a los revolucionarios subversivos. Además, para los judíos era una maldición divina (cfr Dt 21,23).
La muerte de Jesús en la cruz era, por tanto, un escándalo para los judíos y para los paganos. Por eso los primeros cristianos le dieron un significado a la muerte de su Maestro, para demostrar que ese acontecimiento tenía su lógica divina y no era un absurdo.
En el Nuevo Testamento hay tres corrientes de pensamiento que manifiestan la interpretación teológica que hicieron los primeros creyentes sobre la muerte de Jesús:
- EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN. La muerte de Jesús en la cruz responde al plan divino de la salvación. Dios así lo ha querido (cfr Mc 8,31; 9,12).

- LA MUERTE EXPIATORIA. Jesús ha querido ofrecer su vida en la cruz para salvar a los hombres de sus pecados. Jesús se ofrece como víctima "por nosotros", "por nuestros pecados" (cfr Gál 1,4; Rm 4,25; Ef 5,2).

- EL PROFETA MARTIR (cfr He 4,10;Lc 13,31-33). Esta es la interpretación más importante y la que nos interesa a nosotros. Para los judíos Jesús era un profeta (cfr Mt 13,57; 21,11). Incluso fue considerado como el último de los profetas (cfr Jn 6,14). Además, en aquel tiempo estaba bastante extendida la idea de que a los profetas les estaba reservado un final trágico "Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados' (Lc 13,34)-. Por consiguiente, Jesús muere violen¬tamente porque fue el último profeta que Dios había enviado al mundo y que, al igual que los profetas anteriores, fue asesinado por la maldad de Israel.
Las primeras comunidades cristianas descubrieron que la muerte de Jesús no fue una muerte cualquiera, sino la muerte del Mesías, el Hijo de Dios y, por lo tanto, una muerte salvadora (cfr Heb 2,10). Jesús "aceptó libremente su pasión y su muerte por amor a su Padre y a los hombres que el Padre quiere salvar" (CEC 609). La muerte de Jesús fue la expresión máxima de su obediencia al Padre (cfr Fil 2,8) Y de su amor a los hombres (cfr GáI2,20). Muere en cumplimiento de su misión: anunciar y promover la venida del Reinado de Dios. Su muerte es el culmen de una vida entregada a la causa del Reino.
Como se puede apreciar, la muerte de Jesús no es un escándalo ni es una vergüenza. Tampoco se reduce a un acontecimiento político, como la muerte de alguien que muere por una causa justa o por un error de la justicia. La muerte de Jesús tiene un sentido salvador que va más allá del frío relato de los hechos.
SEGUNDO MOMENTO: REFLEXIÓN Y COMPROMISO
Para promover el compromiso personal y/o grupal, el animador se pue¬de ayudar de las siguientes preguntas:
¿A qué nos compromete el tema que hemos reflexionado hoy?
La muerte de Jesús, ¿qué consecuencias trae para nuestra vida y qué actitudes y comportamientos nos pide?
¿Qué actitud debemos tener ante el dolor y el sufrimiento?
TERCER MOMENTO: CELEBRACIÓN "LA MUERTE EN CRUZ, SUPREMO TESTIMONIO DE AMOR"
Se coloca una cruz grande o un Cristo crucificado en un lugar destacado. El local debe estar un poco oscuro y con un foco iluminando la cruz (el Cristo)... Los jóvenes están alrededor de la cruz.
A. INTRODUCCIÓN
ANIMADOR: la muerte de Jesús es la mayor expresión de su compro¬miso por la transformación del mundo en Reino de Dios. Jesús dijo que "nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn 15,13). Yeso fue lo que hizo... En estos momentos vamos a celebrar el amor de Jesús. Un amor que es donación, porque él ha entregado su vida por la causa del Reino. Su muerte es la máxima expresión de su amor hacia el Padre y de su amor por la vida en plenitud de todos los hombres y mujeres.
B. SÍMBOLO: LA CRUZ
Dos jóvenes leen las siguientes frases:
JOVEN 1: Tomado de los archivos de la Procuraduría Imperial.
Jesús, el Nazareno: crucificado.
Causa de la condena: rebeldía.
Quiso hacerse rey.
Firmó la sentencia: Poncio Pilato.
JOVEN 2: Tomado de los archivos del Sanedrín.
Jesús, al que llaman Cristo:
Condenado a muerte por blasfemia.
Confesó ser Hijo de Dios.
El Presidente del Consejo: Caifás.
Se pone música instrumental. El animador invita a los jóvenes a que miren fijamente la cruz (el Cristo crucificado). Les pregunta: ¿Qué senti¬mientos despierta en ustedes esta cruz (Cristo crucificado)? Se escuchan algunas opiniones... Continúa el animador: para ti, ¿Qué sentido tiene la muerte de Cristo? ¿Qué significa? ¿A qué te compromete?.. Se escu¬chan algunas opiniones...
Se escucha la canción "Nadie te ama como Yo" de Martín Valverde.
CUARTO MOMENTO: SENTIDO DEL DIA

En este día recordamos cuando Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El sacerdote lee la pasión de Cristo en la liturgia de la Adoración a la cruz. Ese día no se celebra la Santa Misa. En las iglesias, las imágenes se cubren con una tela morada al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está. El color morado en la liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo. Podemos recordar leyendo el Evangelio de San Juan, capítulo 18, versículos 1-19, 42.

¿Cómo podemos vivir este día?

Este día manda la Iglesia guardar el ayuno y la abstinencia. Se acostumbra rezar el Vía Crucis y meditar en las Siete Palabras de Jesús en la cruz. Se participa en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción. Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.

QUINTO MOMENTO: MARIA: UNA JOVEN MISIONERA

Objetivos:

 Conocer la acción de María como primera misionera en la historia de la salvación. Descubrir en María las actitudes y gestos que nos impulsen a realizar como ella nuestra misión.

Motivación:
Hablar de María hoy, entre nosotros los jóvenes, como la primera misionera es un reto, un desafío. Asumir hoy una misión solo es posible si estamos plenamente convencidos de nuestra gran responsabilidad como cristianos, si tenemos claro el llamado que Dios nos hace para hacer realidad su Reino entre los jóvenes. María hizo realidad el Reino aceptando como humildad la misión que Dios le había encomendado. ¡Y de que manera!

Dinámica grupal
Es importante que el animador motive a la realización de estos dos momentos para una mayor integración y participación, procurando iluminar en los momentos en que requiera.

A. De los Evangelios
1. Leer los siguientes textos bíblicos, y descubrir la dimensión misionera de María en cada uno.

TEXTO DIMENSION MISIONERA
Lc 1, 30-33.38 (Anunciación)
Lc 1, 39-40.46 ss (Isabel)
Jn 2, 1-5 (Caná)
Jn 19, 25-27 (María al pie de la cruz)
B. Compartir en el grupo el trabajo realizado.

Aporte al Animador
La virgen María ha sido propuesta siempre por la Iglesia a la imitación de los fieles no precisamente por el tipo de vida que Ella llevo y, tanto menos, por el ambiente sociocultural en que si desarrollo, hoy día superado en todas partes, sino porque en sus condiciones concretas de vida Ella se adhirió total y responsablemente a la voluntad de Dios (LC 1, 38), porque acogió la Palabra y la puso en practica; porque su acción estuvo animada por la caridad y por el espíritu de servicio; porque, es decir, fue la primera y la más perfecta discípula de Cristo: lo cual tiene valor universal y permanente.

Hay, incluso, cinco ejemplos concretos que nos da Pablo VI, sobre María la del Evangelio.
1. María, en dialogo con Dios, da su consentimiento activo y responsable, y asume la misión que se le encomienda.
2. María es una mujer de fe orante, y que la comparte en una comunidad viva.
3. María no es una mujer replegada en si, sino abierta a la comunidad (acude donde su prima Isabel y le sirve, acude a una boda, esta con los discípulos)
4. María asume la maternidad del pueblo de Dios ante la cruz.
5. María es la primera cristiana, la primera que acoge el Evangelio, desde su condición femenina.

Ella sigue un camino, un proceso, un descubrimiento, la “peregrinación de la fe”, María forma parte de la “historia de la salvación”.

María nos anuncia al Dios que derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, nos canta la alegría del Magníficat, nos anuncia la salvación que proviene de Dios y que lleva en su seno.

“Según el plan de Dios, en María “todo esta referido a Cristo y todo depende de El”. Su existencia entera es una plena comunión con su Hijo. Ella dio su si a ese designio de amor. Libremente lo acepto en la anunciación y fue fiel a su palabra hasta el martirio del Gólgota. Fue la fiel acompañante del Señor en todos sus caminos. La maternidad divina la llevo a una entrega total. Fue un don generoso, lúcido y permanente”. (Puebla 292)

María, llevada a la máxima participación con Cristo, es la colaboradora estrecha en su obra. Ella fue “algo del todo distinto de una mujer pasivamente remisiva o de religiosidad alienante”. No es solo el fruto admirable de la redención, es también la cooperadora activa. En María se manifiesta preclaramente que Cristo no anula la creatividad de quienes le siguen. (Puebla 293)

La Virgen María se hizo la sierva del Señor. La Escritura la muestra como la que, yendo a servir a Isabel en la circunstancia del parto, le hace el servicio mucho mayor de anunciarle el Evangelio con las palabras del Magníficat. En Cana esta atenta a las necesidades de la fiesta y su intercesión provoca la fe de los discípulos que “creyeron en El”. Todo su servicio a los hombres es abrirlos al Evangelio e invitarlos a su obediencia: “hagan lo que Él les diga” (Jn 3,5) (Pueblo 300)

Preguntas que nos pueden ayudar al momento de compartir en el grupo este aporte…
1. ¿Cuál era el ideal de María? ¿Cómo lo vivió?
2. ¿Cuál fue la misión que se le encomendó? ¿Cómo la llevó a cabo?
3. ¿Por qué le podemos llamar la primera misionera?


SEXTO MOMENTO: MISION URGENTE: DAR LA VIDA

Jesús de Nazaret confirma sus palabras con hechos que manifiestan claramente su opción (la de Dios) de vivir para los otros, de ser solidario con aquellas situaciones humanas que suprimen la dignidad y, en definitiva, niegan la vida de las personas, se cumplir con la misión que el Padre le había encomendado, hasta llegar a la muerte, incluso a la muerte en cruz.
Si repasamos los Evangelios confirmaremos que, efectivamente, toda la vida de Cristo estuvo plasmada de palabras y hechos. Toda su vida fue un mensaje de amor, una Buena Nueva, una Bella Noticia. Todo su que hacer fue anunciar con palabras y hechos que el Reino de Dios era una realidad entre los hombres y mujeres. Basta tomar cualquier pasaje de su vida, y será fácil comprobarlo. Hasta el pasaje que corresponde a los relatos de su pasión y muerte constituye un canto al amor sin límites, constituye la proclamación más increíble de amor: “Dar la vida por los amigos”

Se trata ahora de retomar el momento del Evangelio, en que Cristo inicia su agonía hacia la cruz, y descubrir sus actitudes, modelo de anuncio, aunque doloroso, pero lleno de vida.

1. Leer Lc 23, 26-43; Mt 27, 27-50

Actitudes de Jesús Actitudes de la gente

Preguntas para dialogar
1. ¿Es posible anunciar la muerte de Jesús? ¿Cómo?
2. ¿Cuáles otras actitudes, además de las descubiertas, creer pueden ayudarte a proclamar la muerte de Jesús hasta que vuelva?
3. ¿Qué obstáculos encuentras en tu vida, que te impiden asumir esta misión?

Pensamientos que flotan
Leer: Romanos 5, 6-11

La cruz de Jesús nos habla de amor, de entrega, de generosidad… En el fondo esto de la cruz no es tanto mirar a Jesús sino dejar que “El te mire”. Si su mirada puede despertar en ti el amor, El te indicara luego como expresar ese amor a lo largo del camino. Por eso, cargar con la cruz es mirar lo que mira Jesús y de la manera que El lo hace, es proclamar lo que proclamó Jesús y de la manera que El lo proclama. Porque Jesús no solo dijo con palabra que nos amaba, sino que dio la vida porque nos amaba. Por eso, la cruz es la expresión más significativa del amor, porque es mirar con profundidad y con el corazón al mundo y a las personas, lo cual no es fácil y muchas veces hace sufrir. Tal vez, tú sientas la vida como una carga. Ojala, con la mirada de Jesús, la descubras como una posibilidad de amar y de ser feliz en la entrega diaria… pero eso ya es tarea tuya. El, mientras tanto, continúa camino del Calvario cargando con la cruz.

Sabemos la historia, sabemos que Jesús murió por nosotros y sabemos lo que tenemos que hacer, sin embargo, muchas veces crucificamos a los demás con una palabra, un gesto, una actitud… pues cualquier cosa sirve para crucificar, sin darnos cuenta de que crucificar es perder y morir, crucificar rasga la vida, apaga la ilusión y sólo deja lugar a un recuerdo, a un vacio, a un dolor permanente que, casi sin darnos cuenta, nos destruye.

Ante la muerte de Jesús tenemos dos opciones, simplemente reconocer que hemos sido parte de ese “crucificar a Jesús” con nuestras actitudes, nuestras palabras, nuestros gestos, nuestras obras y elegir quedarnos en silencio, inmóviles, inertes, haciendo que la muerte de Jesús parezca haber sido en vano. O, por el contrario, reconocer en la muerte de Jesús su inmenso amor, la llamada que nos hace a la vida desde el Calvario y lograr que su muerte haya valido la pena.

¿Cómo puedo ser yo testigo del crucificado?
Aporte al Animador
Estamos acostumbrados a hablar y decir simples palabras, pero no estamos acostumbrados a demostrar con hechos lo que decimos que sentimos. Para Jesús no bastaron ni le bastan las palabras, a Jesús le gustan los hechos.
Si la vida de Jesús no nos mueve a imitarlo, ¿de qué sirvió su muerte?

CONCLUSIÓN: “ADIÓS MUERTE”
En un lugar recogido, disponer un Cristo muerto, colocado en el suelo. Junto a Él, tener preparado un montón de tierra. Pretende ser un momento de oración. Motivar.

En penumbra, entran los participantes en procesión con velas encendidas, dejándolas en torno a Cristo. Se sientan y se entrega un hoja con frases que pronunció Jesús a lo largo de su vida. Proponemos las siguientes:

- Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.
- Y, ¿por qué me buscáis? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de miPadre?
- Al Señor tu Dios adorarás y sólo a Él darás culto.
- Bienaventurados los pobres de Espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
- Bienaventurados los que lloráis ahora, porque viviréis.
- El que beba el agua que yo le dé, no tendrá sed jamás.
- El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
- Tu fe te ha salvado, vete en paz.
- El que tenga oídos para oír, que oiga.
- Yo soy el Pan de vida, el que venga a mí no tendrá hambre.
- Esta es la voluntad de mi Padre. Todo el que vea al Hijo y crea en Él tendrá vidaeterna.
- Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados Hijosde Dios.
- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
- Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es elReino de los Cielos.
- No juzguéis para que no seáis juzgados.
- Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminará en la oscuridad, sino quetendrá la Luz de la vida.
- En eso conocerán que sois mis discípulos: Amaos los unos a los otros como yoos he amado.
- Haced esto en memoria mía.
- Otras.

Se provoca un clima de silencio, de respeto, de intriga. Van leyendo personalmente los textos. Pasados unos minutos, el animador invita a que cada persona elija una frase (pueden ser espontáneas e incluso una oración o un diálogocon Cristo) y la lea-exprese en voz alta. Después se levante, coja un puñado detierra y la eche encima del Cristo. Cuando todos hayan acabado, los animadores con palas taparán por completo al Cristo muerto. Silencio. Unas flores estarán a disposición, para quienes deseen colocarlas en la tumba. Al igual que ennuestros cementerios, una cruz en la cabecera y un letrero: Rey o muerto poramor. Silencio. No hay conclusión, el animador advertirá que cada cual se retirecuando le parezca.

Bendición Final – Despedida (todos deben marcharse en silencio)


SÁBADO SANTO
“TODOS EN LA IGLESIA: MISIONEROS Y MISIONERAS DE JESUS”

Llegada

Acogida / Animación

Oración Inicial

PRIMER MOMENTO: ¿CUÁL ES LA MISIÓN? SER TESTIGOS Y MISIONEROS

Objetivos: Comprender mejor cuál es la misión de la Iglesia y cuál nuestra propia misión en la Iglesia. Comprender cómo realizarla en y desde la Iglesia.

I. Introducción:
(Indagar entre los jóvenes lo que ellos entiendes es el significado de Misión) ¿Qué es una misión? Deber que consideramos necesario llevar a cabo. Una tarea, una encomienda, que, no sólo debemos ejecutar, sino que debemos sentirnos comprometidos a ejecutarla. Jesús, antes de ascender al cielo, nos deja una misión muy importante, tanto para nuestra propia vida como en nuestra vida de grupo juvenil. Esa misión es: “vayan y anuncien a todas las naciones, y háganlas mis discípulos, bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes” (Mt 28, 19-20) Nosotros no sólo debemos cumplir esta misión con alegría, sino que debemos entender la importancia y la necesidad de cumplirla. Sin olvidar que Dios nos da libertad de decirle si o no. Este pasaje de Mateo es esencial en la vida de la Iglesia, pues a partir de ella nace la Iglesia, que es misionera por naturaleza, y por ende también es esencial para nuestra vida de joven. Además, cuando Dios nos pide algo lo hace porque sabe que si le hacemos caso seremos más felices.

II. Actividad: La Historia de mi Evangelización.
Para esta parte, debe prepararse una hoja de trabajo con las preguntas que se incluyen a continuación, a fin de que los jóvenes puedan responder directamente en ella.

El animador motiva a los jóvenes a pensar en cómo ha sido su historia dentro de la Iglesia, el recuerdo más remoto o lejano que tengan de ella. Quizás el bautismo de tu hermano o hermana menor, quizá la boda de un familiar, quizás eras tú quien se levantaba y llegaba al altar a hacerle muecas al Padre.

1. ¿Cómo es tu primer recuerdo de la Iglesia?
2. Piensa en las personas que han formado parte de tu historia de Evangelización.
3. ¿Quién te llevó por primera vez a misa?
4. ¿Recuerdas el nombre del sacerdote que te bautizó?
5. ¿Recuerdas el nombre de tu primer catequista?
6. ¿Quién te dio tu Primera Comunión?
7. ¿Recuerdas el nombre de tu catequista de Confirmación?
8. Todas estas personas han sido parte de tu historia de Evangelización, de tu historia dentro de la Iglesia, ¿por qué crees que lo hicieron? ¿Cuál crees que fue su motivación principal?
Se comparten las respuestas en el grupo y se motiva al diálogo teniendo en cuenta los puntos traídos en la iluminación a continuación.

III. Iluminación:

“Vayan y anuncien a todas las naciones, y háganlas mis discípulos, bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes” (Mt 28, 19-20) ¿Por qué debemos asumir este compromiso?

Dios nos ama demasiado y ese amor que nosotros vivimos y que nos hace verdaderamente libres y felices debemos de llevarlo a otros jóvenes para que ellos también experimenten la misma felicidad y libertad que nosotros. Tal y como alguien una vez lo hizo por nosotros. Todas y cada una de las personas en las que has pensado en la actividad anterior, comprendió la necesidad de dar respuesta responsable a este pedido de Jesús y por eso estás aquí. Así, la Iglesia está llamada a cumplir en la tierra la obra evangelizadora de Jesús: anunciar la Buena Nueva de la salvación a todos los hombres, pero en particular a los pobres, afligidos, a todos aquellos que están atados a algo en su vida y todas aquellas personas alejadas, que desconocen o son indiferentes al Evangelio.

Esta evangelización, a la que somos invitados, es la totalidad de las tareas que impulsa la Iglesia: Primer Anuncio o llamada, la catequesis, la eucaristía (misa), la acción de la Pastoral Social que promueve el desarrollo del ser humano. Todas las acciones anteriores forman parte de la evangelización de la Iglesia. Por eso, cuando decimos que la Iglesia evangeliza nos estamos refiriendo a que transforma con la fuerza del Evangelio y del Espíritu Santo “desde adentro” a cada cristiano y a toda la sociedad para construir desde ya y aquí el Reino de los Cielos. Es por esto, que, todos los cristianos necesitamos ser evangelizados, transformados cada día de nuestra vida, por lo que tenemos que aprovechar todos los medios que nuestra Madre la Iglesia nos ofrece: en nuestro caso nuestros grupos de Pastoral Juvenil y todas las actividades que se organizan; aprovechemos las actividades parroquiales, vicariales y arquidiocesanas, como un medio para evangelizar.

IV. Actividad: El alcance de la Misión

Entonces, ¿qué implica la misión de la Iglesia, que es nuestra misión? Buscamos luz en la Palabra de Dios. Para ganar tiempo, pueden distribuirse las lecturas entre los miembros del pequeño grupo y que luego lo compartan con los demás.

 Mt. 8, 18-22 (Dejar muchas cosas de nuestra vida, o sea, sacrificio y renuncia)
 Mt. 10, 16-25 (El Rechazo y la crítica)
 Mt. 9, 35-38 (Esfuerzo, pues el trabajo de la evangelización es muy grande)

Asumamos con alegría y entusiasmo la misión que el Señor nos encomienda: “Ir y evangelizar”, tratando de poner nuestro empeño, buscando nuevos métodos y formas de evangelizar.

SEGUNDO MOMENTO: El “POR QUE” Y EL “PARA QUE” DE LA MISION

I. Ideas que flotan.
Tratamos de entrar en dialogo sobre la importancia de la misión. Ahora con miras a saber cuáles pueden ser las razones por las cuales los jóvenes pueden tener para entrar en sintonía con la misión de la Iglesia. ¿Por qué la misión?, ¿cuál es la importancia?, ¿por qué debemos formar parte de esta misión?

II. Aporte al Animador. Sugerimos sacar del anejo que se encuentra al final del tema la iluminación para el momento anterior. El animador debe leer el material con anterioridad para poder hacer una síntesis del mismo.

TERCER MOMENTO: ACTO PENITENCIAL
Aunque conocemos que cada parroquia tiene su propia manera de llevar a cabo un acto penitencial en el tiempo de cuaresma, muchas veces los jóvenes no se integran al mismo y la pascua juvenil puede ofrecer un ambiente propicio para ello. Por eso, incluimos una propuesta para este momento, en caso de que se considere factible y conveniente, teniendo en cuenta el resto de los momentos de este día.

Propuesta de Acto Penitencial
 Objetivo: Que el joven pueda comprender que para poder ser misioneros de Jesús tenemos que ser luz del mundo y no vivir en tinieblas, y para poder ser luz del mundo tenemos que reconciliarnos con Jesús.
 Materiales: Biblia, 1 vela por cada joven, base para las velas, música
 Ambientación: Dividir el salón o el lugar en donde se va a realizar el acto penitencial en dos partes, una parte estará en completa “oscuridad” y la otra parte tendrá una vela grande encendida en suelo representando la luz de Jesús en nuestra vida.

Explicación: En la primera parte del acto penitencial se encontrarán los jóvenes en la “oscuridad”. Mientras los jóvenes estén en la “oscuridad” se debe mantener una ambiente de reflexión, de oración por el perdón de los pecados (Se puede hacer un examen de conciencia) hasta que el joven decida pasar a la confesión. Pueden poner canciones que estén relacionadas con el perdón. Luego de que los jóvenes pasen por la reconciliación o una dirección espiritual con un sacerdote se le entrega una vela y se le dice “Ahora tu eres la luz del mundo, ve por el mundo y haz discípulos a todas las naciones”. El joven pasará a la otra parte de la sala y se sentará en el suelo, así sucesivamente formando un círculo alrededor de la luz de Cristo. En el salón se sugieren dos canciones que pueden poner: Enciendo una vela (Marianne) y Enciende una Luz (Marcos Witt) Ver Anexo. Ya esta parte debe ser de celebración porque ya somos luz del mundo, ya hemos limpiado nuestro corazón. Se sugiere hacer un compromiso, en el cual los jóvenes opten por dejar las tinieblas de su vida y comenzar a ser luz.

Primera Parte
Se lee el texto Juan 8; 12 (Jesús volvió a hablar a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo. El que me siga no caminará a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida.). Luego se hace un momento de silencio para reflexionar sobre el texto.
 Explicar la cita dándole énfasis a la frase “El que me siga no caminará en tinieblas”. Para poder seguir a Jesús tenemos que limpiar nuestro corazón y nuestra alma. Para poder caminar con la luz de Jesús tenemos que reconciliarnos con Él tenemos que encontrarnos con Él. Ya habiéndonos encontrado y reconciliado con Jesús, tendremos en cuenta que para poder ser sus testigos y sus misioneros tenemos que ser la luz que alumbra el mundo y no la oscuridad en la que se encuentran.
Segunda Parte:
Se lee el siguiente texto:
 Cristo, Luz del Mundo
La Luz fue lo primero que Dios creó. Sólo con luz podemos ver y caminar seguros. (Juan 1; 1-9). La luz de Jesús nos ayuda a ver las cosas desde el punto de vista de Dios. Nos permite apreciar a los humildes, pobres y sencillos, y tomar conciencia de que las riquezas, los honores y el poder pueden destruir el amor según el corazón de Dios.

Se le dará énfasis a que los jóvenes puedan vivir que sin la luz de Cristo no podemos caminar en un mundo que está en tinieblas. Se sugiere que la canción Enciendo una Vela se presente con un “Power Point” para que las imágenes de las personas se les queden en la mente. Esta comprobado que el ser humano retiene más lo que ve que lo que escucha. Pueden hacer lo mismo con la otra canción Enciende una Luz. Recuerden que lo más importante es que el joven pueda sentirse luz del mundo porque ha limpiado su alma. Al final realizar una oración de acción de gracias, terminar con el Padre Nuestro un Ave María y con el canto “Alma Misionera”.

Anejo:
ENCIENDO UNA VELA
Marianne
Enciendo una vela por Medio Oriente
una vela más al Amazonas
rezo una plegaria por África del Sur
por Chico Méndez y sueño azul.
Enciendo una vela por América
por la Madre Teresa y por Mandela
doy gracias al milagro de la libertad
y por los hombres de buena voluntad
y por los hombres de buena voluntad... (2)

Enciendo una vela en esta oscuridad
por aquellos que lucharon para darnos la paz
Enciendo una vela en esta oscuridad
por los niños que vienen detrás.
Na, na, na, na, na.

Enciendo una vela por Lenon
por todos los muros derrumbados
rezo una plegaria por Juan Pablo y Gorvachov
por las ballenas y el buen Rock and roll

Enciendo una vela a mis 16
pues detrás de esta facha también pienso
juntos caminaremos hacia un mundo más feliz
porque esta vela es también para ti
porque esta vela es también para ti...

Enciendo una vela en esta oscuridad
por aquellos que lucharon para darnos la paz
Enciendo una vela en esta oscuridad
por los niños que vienen detrás.
Por los niños que vienen detrás.
¡Oh...!

CUARTO MOMENTO: ¿DÓNDE ES LA MISIÓN?

Objetivo: Concienciar al joven de que la Iglesia, desde su inicio da respuesta al mandato de Jesús de ir y evangelizar. Mostrarle al joven las alternativas accesibles que tiene dentro de su comunidad parroquial para hacerse partícipe de la misión de la Iglesia. Prepararlos para la misión = actividad de servicio.

(Puede utilizarse algún video que hable de la obra social de la Iglesia, de los proyectos de evangelización a nivel mundial, nacional o parroquial; de cómo la Iglesia ha dado respuesta a la necesidad de los pueblos a los que evangeliza, etc. Se sugieren algunos que podrían servir para este propósito. Pedimos discreción al utilizar parte o la totalidad de estos videos.)
1. Amor al prójimo, verdadera Religión: http://www.youtube.com/watch?v=IXPjbhZ0BMM&feature=user
2. Doctrina Social de la Iglesia, esencia del cristianismo: http://www.youtube.com/watch?v=lvoe8p0QORw
3. ¿Por qué la Iglesia no vende todo y se lo da a los pobres?: http://www.youtube.com/watch?v=0BtDkxVol9E
4. ¿Por qué soy católico?: http://www.youtube.com/watch?v=_oTxrwJv-YA&feature=related

I. Introducción // Iluminación

La verdadera religión, el ser realmente Iglesia, consiste en el amor a Dios y al prójimo. Por eso, desde sus inicios, la Iglesia Universal ha dado respuesta a la necesidad social. Eso es dar respuesta a la petición de Jesús de ir y hacer discípulos, acercar al Evangelio del amor a quienes lo desconocen o para quienes le es indiferente. Todos estamos invitados a evangelizar, a todas las gentes, siempre. Pero eso no significa tener obligatoriamente que salir de nuestro entorno, de nuestra comunidad, para dar respuesta a este llamado. Estamos llamados a vivir la comunión y a participar en diversos niveles eclesiales:
• la Iglesia particular
• la Parroquia
• las comunidades eclesiales locales: la familia, la comunidad eclesial de base, otras comunidades eclesiales.
Dentro de la misión única y universal de la Iglesia (RM 39a), todos y cada uno tenemos nuestra propia misión. Dentro del cuerpo somos partes; dentro del pueblo de Dios somos miembros; dentro del Templo de Dios somos piedras vivas; dentro de la Familia Eclesial somos hijos; dentro de la Iglesia tenemos el derecho-deber de evangelizar a todas las gentes.
Vivimos en comunidades eclesiales vivas, dinámicas y misioneras. Somos instrumentos de Jesús para comunicar su verdad, amor y vida nueva. Estamos llamados a dar especial impulso a la misión Ad gentes y a la nueva evangelización. Hemos de vivir y promover intensamente la comunión y participación en comunidad. Debemos comprometernos en la evangelización universal dando prioridad a la evangelización de los no cristianos, tanto de nuestro ambiente como del mundo entero.
La misión de la Iglesia y nuestra propia misión se fundamentan en la comunión y participación de la Verdad, el Amor y la Vida de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Recibimos nuestra misión en la Iglesia, la cumplimos en comunión y participación de Iglesia y desde ella vamos como enviados a evangelizar a todas las gentes en el mundo entero. La misión es la que renueva nuestra identidad cristiana, nos devuelve nuestro entusiasmo, nos ayuda a superar las dificultades en nuestra comunidad y nos hace participar en la salvación de Jesucristo (RM 2).

II. Actividad de Servicio: “La misión”
Con esta actividad buscamos tomar conciencia de nuestra realidad social y más específicamente de nuestra comunidad, así como también de la importancia de evangelizar. Todos nosotros, los jóvenes estamos llamados a llevar la Buena Nueva de Dios, esto, además de ser una necesidad muy evidente, es un mandato de Dios. La idea es que los muchachos reflexionen sobre la importancia y necesidad de evangelizar, además para que tomen conciencia de que la mejor arma para evangelizar es el testimonio.

Desarrollo:
• Explorar entre los mismos muchachos la realidad de su Comunidad, de su Parroquia. Pueden traerse personas que sirvan en algún ministerio parroquial para que les expliquen a los jóvenes en qué consiste su trabajo, lo que hacen, cómo cumplen la misión de evangelizar a los demás. Y que motiven a los jóvenes para que se preparen para evangelizar en su comunidad.
• Salir a realizar una actividad de servicio previamente planificada. Aprovecer las personas que tienen algún ministerio o servicio en la comunidad para que preparen un servicio que los jóvenes puedan realizar.

QUINTO MOMENTO: ¿MISIÓN CUMPLIDA?

Objetivo: Que los jóvenes ofrezcan los testimonios de lo que hicieron durante la actividad de servicio.

Al regresar al lugar de reunión, motivar a los jóvenes a dar testimonio de lo vivido. Incluso pueden traer personas de las que se encontraron en la calle al salir a evangelizar. Se puede realizar un plenario a partir de las siguientes preguntas:

 ¿Cómo se sintieron en la misión?
 ¿Cómo las personas a las llegaron reaccionaron al servicio?
 ¿Qué de lo que hiciste te motiva o entusiasma a repetirla?
 ¿Qué efecto crees que ha tenido esta actividad en tu vida, como si de alguna forma ha cambiado tu vida?
 ¿Qué verbo puede describir lo que piensas hacer de ahora en adelante?

Obtener conclusiones de la dinámica, enfocadas hacia la importancia de asumir el reto de la evangelización.

SEXTO MOMENTO: SENTIDO DEL DÍA
Puede hacerse en asamblea antes de despedir a los jóvenes para que se preparen para la Vigilia Pascual.

Sábado Santo
Jesús está sepultado. Es un día de reflexión y silencio.

La Vigilia Pascual

El sábado santo es un día de oración junto a la tumba esperando la resurrección. Es día de reflexión y silencio. Es la preparación para la celebración de la Vigilia Pascual

Por la noche se lleva a cabo la celebración de la Vigilia Pascual. Dicha celebración tiene tres partes importantes que terminan con la Liturgia Eucarística:

1. Celebración del fuego nuevo.
2. Liturgia de la Palabra.
3. Liturgia Bautismal.

Era costumbre, durante los primeros siglos de la Iglesia, bautizar por la noche del Sábado Santo, a los que querían ser cristianos. Ellos se preparaban durante los cuarenta días de Cuaresma y acompañados por sus padrinos, ese día se presentaban para recibir el Bautismo.

a) Celebración del fuego nuevo: Al iniciar la celebración, el sacerdote apaga todas las luces de la Iglesia, enciende un fuego nuevo y con el que prende el cirio pascual, que representa a Jesús. Sobre el cirio, marca el año y las letras griegas "Alfa" y "Omega", que significan que Jesús es el principio y el fin del tiempo y que este año le pertenece. El sacerdote llevará a cabo la bendición del fuego. Luego de la procesión, en la que se van encendiendo las velas y las luces de la Iglesia, el sacerdote canta el Pregón Pascual. El Pregón Pascual es un poema muy antiguo (escrito alrededor del año 300) que proclama a Jesús como el fuego nuevo.

b) Liturgia de la Palabra: Después de la Celebración del fuego nuevo, se sigue con la lectura de la Palabra de Dios. Se acostumbra leer siete lecturas, empezando con la Creación hasta llegar a la Resurrección. Una las lecturas más importantes es la del libro del Éxodo, en la que se relata el paso por el Mar Rojo, cómo Dios salvó a los israelitas de las tropas egipcias que los perseguían. Se recuerda que esta noche Dios nos salva por Jesús.

c) Liturgia Bautismal: Suele haber bautizos este día, pero aunque no los haya, se bendice la Pila bautismal o un recipiente que la represente y se recita la Letanía de los Santos. Esta letanía nos recuerda la comunión de intercesión que existe entre toda la familia de Dios. Las letanías nos permiten unirnos a la oración de toda la Iglesia en la tierra y la Iglesia triunfante, de los ángeles y santos del Cielo. El agua bendita es el símbolo que nos recuerda nuestro Bautismo. Es un símbolo que nos recuerda que con el agua del bautismo pasamos a formar parte de la familia de Dios.


ANEJO: “PARA ENTENDER LO QUE ES LA IGLESIA”

COMUNIDAD DE DIOS (2 Cor 1,1) AL SERVICIO DE LOS HOMBRES (GS 3)
La Iglesia es convocación
El origen de la comunidad cristiana, y consiguientemente de la Iglesia, está en el beneplácito de Dios de hacernos hijos suyos (Ef 1, 5; Rom 8, 29; 1 Jn 3, 1), de habernos elegido de antemano para manifestar así su designio amoroso y su bondad (Ef 1, 11), y de convocarnos y agregarnos efectivamente a la comunidad de los salvados (Hch 2, 47). Por ello, la Iglesia es definida con acierto por el Concilio Vaticano II como «la multitud reunida en la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (LG 4).
La Iglesia es, por lo tanto, obra del amor de Dios. Es la «comunidad de Dios» (1 Cor 1,2; 11, 16.22; 2 Cor 1, 1; Gal 1, 13; 1 Tes 2, 14; 2 Tes 1, 4). Es el «acontecimiento» en el que Dios lleva a cabo su proyecto de salvación para los hombres (Rom 8,29 30); la Iglesia es el espacio concreto de la llamada, la rehabilitación y la glorificación del hombre (J. M. CASTILLO).
Estamos reunidos en Iglesia porque el amor de Dios nos ha unido, nos ha convocado, nos ha juntado de modo misterioso pero cierto, para ser hijos suyos en el Hijo y herma¬nos de los hombres. La relación que Dios tiene con la Iglesia nos permite creer en ella como obra de Dios, como lugar de nuestra fe, como marco de nuestro testimonio y com¬promiso, como el «nosotros» que enmarca nuestra fe personal. La Iglesia es, pues, una comunidad determinada por su relación con Dios, una congregación de convocados (en el Nuevo Testamento se les llama también elegidos, santos, ungidos, consagrados, etc.), una asamblea de connotaciones tales que permite ser llamada con toda propiedad «Igle¬sia de Dios» (J. A. ESTRADA).
La Iglesia es «el nuevo Pueblo de Dios» (LG 9); nuevo pueblo congregado por Cristo para la salvación y liberación de los hombres (cf. Hch 15, 13 14; Tit 2,11 14; 1 Ped 2,9 10); pueblo que tiene su antecedente en el pueblo de Israel, en la asamblea general del pueblo reunido (Num 16,33; Dt 9,10; 10,4), donde resalta su carácter congre¬gacional y de convocación por Dios.
«La palabra "Iglesia" (ekklesia) significa "convocación". Designa las asambleas del pue¬blo (cf. Hch 19,39), en general de carácter religioso. Es el término frecuentemente utili¬zado en el texto griego del Antiguo Testamento para designar la asamblea del pueblo elegido en la presencia de Dios... Dándose a sí misma el nombre de "Iglesia", la primera comunidad de los que creían en Cristo se reconoce heredera de aquella asamblea. En ella, Dios "convoca" a su Pueblo desde todos los confines de la tierra. El término "kiria¬ké" significa "la que pertenece al Señor"... La Iglesia es el pueblo que Dios reúne en el mundo entero». CATECISMO DE L IGLESIA CATÓLICA
Al insistir en su calidad de nuevo, se quiere con ello significar que se trata de un pueblo de iguales, donde no existe la opresión ni la dependencia, donde la autoridad se ejerce como servicio, el más rico es el que más comparte, el más grande es el que más se aba¬ja, el primero se hace el último; una familia, la familia de Dios, en la que no hay padres ni maestros, ni ricos ni pobres; una comunidad que, por ser comunidad de Dios, cuenta con la participación y el protagonismo de todos, con la igualdad común más allá de las diferencias de funciones y carismas, con el sentido común de pertenencia y la dignidad de un pueblo todo él santo.
La Iglesia es también sacramento de la salvación ofrecida por Cristo y continuada por su Espíritu (LG 48). Por lo mismo, la Iglesia es obra del Espíritu, que continúa lo iniciado por Cristo. El Espíritu crea la comunidad; por eso, a la venida del Espíritu sigue inmediata¬mente, en el libro de los Hechos, el relato de la vida comunitaria (Hch 2,42 47; 4,32 35).
El Espíritu de Jesús es quien está a la base de la Iglesia, y la mueve y conduce constan¬temente. El Espíritu presente y actuante en la Iglesia es el Espíritu imprevisible, como el viento, que hace que en ella pueda ocurrir siempre lo imprevisto, pueda irrumpir siempre lo nuevo... Se trata del Espíritu que «hace nuevas todas las cosas», y que, en un sentido real, sigue siendo el «creador» de la Iglesia. Gracias al Espíritu, la Iglesia es toda ella «ca¬rismática» y «profética» (A. VELASCO).
En cuanto portadora del Espíritu de Jesús, la Iglesia, como comunidad del Espíritu, debe llevar a cabo los signos y prodigios liberadores que realizó Jesús: dar la Buena Noticia a los pobres, liberar a los que están oprimidos, sanar a los enfermos, dar vista a los ciegos... (Lc 4,18). Solamente de esta manera la Iglesia hará presente al Espíritu en el mundo; su misión liberadora es la que habrá de acreditar la presencia del Espíritu en el mundo (J. M. CASTILLO).
La Iglesia es comunión
Como misterio de comunión define a la Iglesia el Concilio Vaticano II, es decir, como «signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano» (LG 1). Unión que, para ser auténtica, ha de manifestarse con referencia a esos dos polos: a Dios y a los hombres.
«Ser el sacramento de la unión íntima de los hombres con Dios es el primer fin de la Igle¬sia. Como la comunión de los hombres radica en la unión con Dios, la Iglesia es también el sacramento de la unidad del género humano. Esta unidad ya está comenzada en ella porque reúne hombres "de toda nación, raza, pueblo y lengua" (Apoc 79); al mismo tiem¬po, la Iglesia es "signo e instrumento" de la plena realización de esta unidad que aún está por venir... Ella "es el proyecto visible de/ amor de Dios hacia la humanidad" (Pablo VI) que quiere "que todo el género humano forme un único Pueblo de Dios"». CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
La unión, con ser en sí valiosa, tiene además una función de testimonio, de ser reflejo de la unidad de Dios. En este sentido la deseaba Jesús para sus discípulos: «Que todos sean uno para que el mundo crea» (Jn 17,21).
«Si los cristianos buscan vivir visiblemente en comunión, esto no es un fin en s no es para estar mejor juntos o ser más fuertes, sino para ser verídicos a los ojos de los hom¬bres, para ofrecer a todos los hombres un lugar de comunión, en el cual el no creyente también se siente cómodo». ROGER SCHUTZ
La comunión se significa y se hace visible en la unidad. A ella se refería el apóstol Pablo cuando hablaba de la Iglesia como Cuerpo de Cristo (Ef 4, 15 16; Col 1,18). La idea de «Cuerpo de Cristo», además de significar la referencia primordial que la Iglesia guarda con Cristo, quiere expresar además las relaciones de unos creyentes para con otros. «Estas relaciones deben ser de servicio y de orden. De la misma manera que en el cuer¬po los miembros son distintos unos de otros, pero todos están al servicio de los demás, así también tiene que ser el servicio y el orden en la comunidad eclesial, que es el Cuer¬po de Cristo. De tal manera que en estos dos conceptos, el servicio y el orden, se con¬tiene la profunda idea que Pablo se hace de lo que debe ser la Iglesia: una comunidad en la que cada uno está siempre al servicio de los demás; y una comunidad en la que cada uno ocupa su puesto, según el carisma que Dios le ha concedido» (J. M. CASTILLO).
La unidad, requerida en la Iglesia, no está reñida con la diversidad. Al contrario, es el propio apóstol Pablo el que sugiere, mediante el símil del cuerpo, cómo la unidad de la Iglesia ha de saber contar también con la pluralidad: «Es un hecho que el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, pero los miembros, aun siendo muchos, forman entre to¬dos un solo cuerpo» (1 Cor 12, 12).
«La Iglesia es una debido a su origen (Trinidad), debido a su Fundador (Jesús) y debido a su "alma" (el Espíritu Santo)... Esta Iglesia una se presenta, no obstante, con una gran diversidad que procede a la vez de la variedad de los dones de Dios y de la multiplicidad de las personas que los reciben. En la unidad del Pueblo de Dios se reúnen los diferentes pueblos y culturas. Entre los miembros de la Iglesia existe una diversidad de dones, car¬gos, condiciones y modos de vida... La gran riqueza de esta diversidad no se opone a la unidad de la Iglesia». CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
La comunión tiene una base humana, antropológica. Es cierto. Los hombres ne¬cesitamos vitalmente la relación de unos con otros. Gracias al encuentro en profundi¬dad, al que nos invita una relación humana auténtica, surge el «nosotros» como expre¬sión de la acogida mutua y de la presencia que un ser humano logra alcanzar en otro ser humano.
«La comunión es la experiencia del encuentro entre el yo y el tú, estableciéndose una interacción mutua, una relación activo pasiva que deriva en una auténtica "fusión". Es¬ta relación puede darse con otra persona o con el mundo de alrededor Se caracteriza porque ambos elementos (yo tú) se encuentran inicia/mente frente a frente, dirigiéndo¬se su atención el uno hacia el otro, pero culmina cuando ambos dirigen simultánea¬mente su atención hacia la realización de actos, actitudes y valores comunes. Enton¬ces la relación yo tú se transforma en Nosotros, que es la realidad más auténtica de comunión». MARTÍN BUBER
Pero la comunión eclesial es considerada, ante todo y sobre todo, como don de Dios y fruto del Espíritu. En cuanto que revela la acción del Espíritu en la Iglesia, la co¬munión tiende a manifestarse en signos expresivos, como son: la fraternidad, la comuni¬dad y la comunicación entre los creyentes.
La fraternidad es el primero y principal de ellos. El modo de significar que Dios es nuestro Padre pide tratar a los hombres como hermanos: «Uno es vuestro Padre, y todos vosotros sois hermanos» (Mt 23,8 9).
Demostrar unas relaciones fraternas es dejarse guiar en el trato con los hombres por el amor que Jesús nos ha enseñado a vivir: un amor que es paciente, servicial, que no lleva cuentas del mal, que perdona y acoge, que no busca su interés, que tolera y soporta...(1 Cor 13,4 7).
La fraternidad toma cuerpo y se estabiliza de modo significativo en la comunidad. La comunidad es la realización estable del amor de Dios que estamos dispuestos a demos¬trarnos los hermanos. «Una Iglesia comunitaria es un lugar de reconciliación constante y eficaz para todos, un modo de crecer en diálogo, comunión, solidaridad, mutua escucha y critica fraterna... Un lugar donde los hombres se puedan liberar de la soledad social y vivir la experiencia de unas relaciones interhumanas más profundas y cálidas» (OBISPOS VASCOS).
Una comunidad se asienta básicamente en la igualdad. Jesús mismo ha establecido un vínculo de igualdad con los suyos al llamarlos «amigos» (Jn 15,15) y «hermanos» (Mc 3,35, Mt 28,10; Jn 20,17), y no consiente nada que establezca desigualdad entre sus seguidores (Mt 23,8 10).
Y se asienta también en la disponibilidad de los unos para con los otros, en la apertura y disponibilidad a compartir lo que uno es y tiene con los demás.
Por eso, la vida de comunidad se hace expresiva en la comunicación de las personas, de sus dones y riquezas, pero también de su pobreza y sus limitaciones. La vida de co¬munidad alcanza su sentido más pleno en el compartir: compartir la vida, la fe y el com¬promiso. He aquí la realidad más gráfica de lo que es una comunidad, una Iglesia confi¬gurada esencialmente por el talante de la fraternidad.
La Iglesia es misión
La razón de ser de la Iglesia no es ella misma. «Ella existe para evangelizar» (EN 14). La Iglesia no tiene por finalidad el conservarse a sí misma, sino el servicio a la sociedad. «La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y ha recibido la buena nue¬va de la salvación para comunicarla a todos» (GS 1). El tremendo desafío que se nos plantea a los discípulos de Jesús en la comunidad de Iglesia es que no basta con que «seamos creyentes, hemos de ser también y, sobre todo, creíbles» (ABBÉ PIERRE).
El motivo principal de la misión de la Iglesia reside en ella misma: ella se debe al Señor que la llama, al mundo al que es enviada y al Reino que anuncia y promueve en el corazón del mundo. La Iglesia está llamada a ser signo de Cristo para el mundo, sacra¬mento del encuentro de los hombres con Dios, sacramento del mundo, es decir, «realiza¬ción anticipada e imperfecta de aquello que la totalidad del mundo está llamada a ser cuando llegue a su maduración definitiva; esta vocación entraña para la Iglesia la inquie¬tud de ser una porción reconciliada, servicial, no violenta, utópica, que sirva de referen¬cia, de "experimento vivo de verdadera humanidad", en expresión de K. Rahner» (OBIS¬POS VASCOS).
Esto debe hacer comprender que «no es el mundo para la Iglesia, sino la Iglesia para el mundo» (Pío XII), y que la Iglesia tiene por vocación el ser «sirvienta de la humanidad» (PABLO VI).
Ahora bien, ¿qué servicios debe prestar la Iglesia al mundo y a la sociedad?
«Tres son los grandes servicios que, según el Evangelio, la Iglesia ha de prestar al hom¬bre y a la sociedad. El primero consiste en descubrir a los humanos que el sentido último de la existencia humana y la verdad más profunda acerca del ser humano, es el Dios de Jesucristo. El segundo consiste en proclamar y promover la dignidad de todos los hom¬bres. Y el tercero comporta la promoción de la unidad humana: ella tiene la vocación de formar en la propia historia del género humano la familia de los hijos de Dios». OBISPOS VASCOS
Para ello, la Iglesia debe, ante todo y sobre todo, ser Iglesia de los pobres. «La Iglesia en todo el mundo quiere ser la Iglesia de los pobres. La opción por los pobres es una opción cris¬tiana. La Iglesia está vivamente comprometida en esta causa, porque la considera como su misión, su servicio, como verificación de su fidelidad a Cristo, para poder ser verda¬deramente la «Iglesia de Cristo», para poder ser verdaderamente la «Iglesia de los po¬bres» (JUAN PABLO II).
Y bien, ¿qué razones abogan en favor de una Iglesia de los pobres?
La principal razón es que la Iglesia es sacramento de liberación y debe actuar como sa¬cramento de liberación. La Iglesia es sacramento «histórico» de salvación y ello implica que en la Iglesia «tome cuerpo» la realidad y la acción de Jesucristo. Jesús fue el cuerpo histórico de Dios, tomó cuerpo en la historia, se incorporó a la historia del hombre. De la misma manera, la Iglesia ha de ser el cuerpo «histórico» de Cristo, ha de ser la continua¬dora de este aspecto de Jesús.
«La comunidad es una tierra, un lugar para enraizar el corazón. Este arraigo no es para el confort o para encerrarse en sí mismo, sino por el contrario para que cada uno pueda crecer y dar fruto para los hombres y para Dios. Arraigarse es descubrir una alianza entre personas llamadas a vivir juntas. Y también el descubrimiento de la alianza con Dios y con los pobres. La comunidad no es para sí misma, sino para los demás, para los po¬bres, para la Iglesia y para la sociedad... La comunidad sólo puede existir verdaderamen¬te si tiene este vaivén vital y amoroso entre ella y los pobres, si es fuente para los pobres y los pobres para ella». J. VANIER
Iglesia de Jesús: seguir a Jesucristo en esta Iglesia
La Iglesia surge cuando se reúnen hombres y mujeres, dispuestos a seguir a Jesús. Así sucedió desde los comienzos: Jesús empezó por reunir un grupo de discípulos, a quie¬nes hizo partícipes de su vida y de su misión. Es algo que destacan claramente todos los evangelistas: en el inicio de la vida pública de Jesús aparece la invitación que el pro¬pio Jesús hace a los primeros discípulos para que le sigan (Mc 1,16 20; Mt 4,18 22; Lc 5,1 11); y todo el evangelio no es sino el desarrollo del programa de Jesús que deben seguir sus discípulos, un programa que viene enmarcado por la vida histórica concreta de Jesús de Nazaret y que culmina cuando el Resucitado se aparece a sus discípulos en Galilea y les encomienda: «Id y convertid en discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado» (Mt 28, 19 20). «Este grupo histórico (de discípulos), como suje¬to de unas determinadas experiencias respecto de Jesús, de una determinada forma de convivencia con él, y de una determinada misión para la que es convocado, constituye el lugar teológico en que se origina la Iglesia» (R. VELASCO).
El grupo de seguidores radicales de Jesús de Nazaret representa, pues, para nosotros la referencia original de cómo debemos entender nuestra pertenencia a la Iglesia: a través del seguimiento de Jesús.
Esto significa para nosotros varias cosas. La primera de ellas es que, hoy y siem¬pre, la comunidad eclesial tiene como eje central a Jesucristo. En él se cimenta y funda¬menta toda experiencia de comunidad que pretenda ser verdaderamente cristiana. Sin él, como centro y eje de la comunidad, cualquier agregación humana se ve amenazada con el paso del tiempo por la tendencia disgregadora de los hombres. Sólo en él reside el fundamento clave de la comunidad.
«Comunidad cristiana significa comunión en Jesucristo y por Jesucristo. Ninguna comu¬nidad cristiana podrá ser más ni menos que eso. Y esto es válido para todas las formas de comunidad que puedan formar los creyentes, desde la que nace de un breve encuen¬tro hasta la que resulta de una larga convivencia diaria. Si podemos ser hermanos es úni¬camente por Jesucristo y en Jesucristo.
Esto significa, en primer lugar, que Jesucristo es el que fundamenta la necesidad que los creyentes tienen unos de otros; en segundo lugar, que sólo Jesucristo hace posible su comunión y, finalmente, que Jesucristo nos ha elegido desde toda la eternidad para que nos acojamos durante nuestra vida y nos mantengamos unidos siempre». D. BONHOEFFER
Significa también que, sin Jesucristo, la Iglesia pierde su fuerza y su vigor. Podrá considerarse la institución más maravillosa e influyente, podrá dar la apariencia de que persigue un proyecto estupendo para la humanidad, podrá dárselas de lo que quiera... Pero, en definitiva, sin Jesucristo, la Iglesia queda vacía de contenido, queda sometida a las leyes y a la ambigüedad de cualquier grupo humano, queda desposeída de su Señor.
«Si Jesucristo no constituye su riqueza, la Iglesia es miserable. Si el Espíritu de Jesucristo no florece en ella, la Iglesia es estéril. Su edificio amenaza ruina si no es Jesucristo su arquitecto
y si el Espíritu Santo no es el cimiento de piedras vivas con el que está construida. No tiene belleza alguna si no refleja la belleza sin par del rostro de Jesucristo y si no es el árbol cuya raíz es la Pasión de Jesucristo. La ciencia de que se ufana es falsa, y falsa también la sabiduría que la adorna, si ambas no se resumen en Jesucristo. Ella nos retiene en las sombras de la muerte si su luz no es "luz iluminada" que vive enteramente en Jesucristo. Toda su doctrina es una mentira si no anuncia la verdad que es Jesucristo. Toda su gloria es vana si no la funda en la humanidad de Jesucristo. Su mismo nombre resulta extraño si no evoca inmediatamente en nosotros el único Nombre. La Iglesia no significa nada para nosotros si no es el sacramento, el signo eficaz de Jesucristo». H. DE LUBAC
Significa, por último, que la vida concreta de la comunidad cristiana, y de la Igle¬sia en general, debe girar en torno a Jesús. Es decir, de Jesús debe nutrirse y alimentar¬se en todo momento la Iglesia; a él debe anunciar, y no a sí misma; a él debe guardar fi¬delidad, y no a su propio instinto de conservación; a la causa de Jesús debe entregarse por completo, y no a defender sus propios intereses. Sólo así podrá decir mucho de sí misma la Iglesia, cuando diga mucho de Jesús.
Con todas las imperfecciones que se quiera, con todas las «arrugas» que demuestre te¬ner todavía la Iglesia, ella sigue siendo, no obstante, el espacio adecuado para seguir a Jesús. A través de ella, hemos conocido a Jesús y nos hemos encontrado con él; por su medio, Jesús es, a pesar de todo, anunciado y dado a conocer a quienes no tienen de él noticia; en el espacio de Iglesia encontramos a los hermanos y formamos con ellos la comunidad; en la Iglesia, de la Iglesia y por la Iglesia llega todavía a nosotros la salvación de Dios.
EDIFICAR LA IGLESIA: CONSTRUIR LA COMUNIDAD
Es evidente que la Iglesia querida por Jesús es una Iglesia comunitaria. Las comunida¬des constituyen, en efecto, la base y el sustrato en que la Iglesia toma cuerpo; por eso se dice de ella que es «comunión de comunidades» (CC 256). Esto nadie lo pone en du¬da. Sucede, sin embargo, que la Iglesia se confunde a veces con el aparato institucional, con la jerarquía, con la organización en parroquias, diócesis, etc., y se pierde con ello el rico nexo que de hecho existe entre Iglesia local y sus comunidades e Iglesia universal. Lo que ahora vamos a considerar es lo siguiente: el acontecimiento eclesial se da de su¬yo en la comunidad cristiana concreta, «inmediata» (CC 253), pero las comunidades cris¬tianas confluyen todas, en virtud de la comunión, en la Iglesia universal (LG 23). Esto quiere decir que es desde la vivencia de comunidad como se construye de verdad la Iglesia, y es desde la apertura y el vínculo de comunión como las comunidades cristia¬nas se legitiman a sí mismas como Iglesia.
Comunión eclesial y comunidad son, por tanto, dos factores indisociables en la configu¬ración de la Iglesia. «La comunión se refiere a los bienes de Dios, que nos han sido da¬dos por el Señor Resucitado y, a través de la presencia del Espíritu Santo, unen a todos los creyentes... La comunidad es la realidad histórica y visible de la Iglesia, hecha de pa¬labras, de signos, de estructuras, de iniciativas, prácticas, de relaciones personales que brotan de la comunión, manifiestan sus riquezas y revelan su vitalidad en todos los sec¬tores de la existencia humana» (CC 254).
Como piedras vivas, servimos para edificar la Iglesia (1 Ped 2,5)
Todos los hombres son llamados a formar parte del Pueblo de Dios (Jn 11, 52) y a cons¬truir el Cuerpo de Cristo (1 Cor 12, 12 30). El don de Dios de hacernos hijos suyos nos congrega en torno a Jesús para vivir la comunidad: porque somos hijos del Padre esta¬mos llamados a construir su Iglesia.
La Iglesia es designada en el lenguaje bíblico como «edificación» de Dios (cf. 1 Cor 3,9).
«El mismo Señor se comparo a la piedra que rechazaron los constructores, pero que fue puesta como piedra angular (cf. Mt 21,42; Hech 4,11; 1 Ped 2,7; Sal 117,22). Sobre este fundamento, los Apóstoles levantan la Iglesia (cf. 1 Cor 3,11), y de él recibe ésta firmeza y cohesión. Esta edificación recibe diversos nombres: casa de Dios (cf. 1 Tim 3,15), en que habita su "familia"; habitación de Dios en el Espíritu (Ef 2,19 22); tienda de Dios en¬tre los hombres (cf. Apoc 21,3) y sobre todo "templo" santo» (LG 6).
Esta labor de edificar la Iglesia no es cosa de unos pocos (el Papa, los obispos, los curas y las monjas...); es asunto que incumbe a todos los creyentes. Como elegidos de Dios, los creyentes estamos convocados para eso: para ser la familia universal de los hijos de Dios, para dar forma visible al Cuerpo de Cristo. Este es el primer y principal compromiso de la fe: edificar la Iglesia significativamente presente, encarnada, solidaria, testigo de la presencia y del amor del Resucitado. «La comunidad resultante de una Igle¬sia así constituida es una comunidad de hermanos unidos en fraternidad, abiertos a la historia humana, solidarios en el amor de Dios y en el servicio al hombre» (J. PARRILLA).
De este cometido nadie está excluido. Nadie debe considerarse incapacitado o poco dotado para edificar la Iglesia, pues a todos se nos han dado dones par el benefi¬cio común (1 Cor 12,7). Es más, gracias a esos dones, a su riqueza y variedad, es como la Iglesia refleja la incomparable riqueza de Cristo. Gracias a los carismas, que el Espíritu renueva sin cesar, la Iglesia se muestra a sí misma operativa y viva.
«El don es lo que se aporta a la comunidad para edificarla, para construirla. Utilizar el propio don es construir la comunidad... Hay quien tiene el don de sentir inmediatamente y vivir el sufrimiento del otro; es el don de la compasión. Otros tienen el don de notar cuando algo va mal y pueden poner enseguida el dedo en la llaga: es el discernimiento. Otros tienen el don de la luz y ven claro en todo lo que atañe a las opciones fundamenta¬les de la comunidad. Otros tienen el don de animar y crear una atmósfera propicia a la alegría, al descanso y al crecimiento profundo de cada uno. Otros tienen el don de dis¬cernir el bien de las personas y de sostenerlas. Otros tienen el don de la acogida. Cada uno tiene su don y debe poder ejercerlo para bien y crecimiento de todos...
Una comunidad es como una orquesta que toca una sinfonía. Cuando cada instrumento toca solo, está bien y es hermoso. Pero cuando todos tocan juntos, dejando uno al otro que se adelante, en el momento preciso, es aún mejor y más hermoso». J. VANIER
Empeño por construir la comunidad cristiana
La Iglesia surge por la fuerza del Espíritu, que anima en las comunidades el don de la fraternidad e impulsa a seguir a Jesús en el acercamiento del Reino de Dios a esta sociedad. Esto quiere decir que es en el núcleo de la comunidad cristiana donde se genera básicamente la experiencia de Iglesia y que es a partir de la vida de la comunidad cristiana como se edifica la Iglesia. De aquí se sigue una consecuencia lógica: debemos precisar cómo se construye en concreto la vida de la comunidad cristiana, porque de esta manera entenderemos mejor qué quiere decir prác¬ticamente edificar la Iglesia.
Afortunadamente las referencias que tenemos de los comienzos de la Iglesia nos ilumi¬nan en esta dirección: nos dan a conocer la vida concreta de las comunidades a través de una serie de rasgos, actitudes y expresiones, que constituyen para nosotros, aquí y ahora, el referente válido de la vivencia comunitaria.
¿Cuáles eran, pues, esos rasgos, actitudes y expresiones que nos sirven de referen¬cia?
Las comunidades cristianas se consideraban comunidades profundamente vin¬culadas a Jesús, a quien confesaban «Señor de sus vidas» (1 Cor 12,3), guiadas y enri¬quecidas por los dones del Espíritu (1 Cor 12,4 6). Comunidades también de hombres li¬bres, iguales. Comunidades abiertas a todos, convocadoras, acogedoras. Comunidades solidarias, tanto con los de dentro como con los de fuera; comunidades en actitud de servicio (J. MATEOS).
Esto les llevaba a poner en práctica una serie de actitudes reveladoras del vivir cristiano, como eran, entre otras, la «koinonia» o experiencia de comunión y de relación fraterna entre todos sus miembros, y la «diakonia» o actitud servicial tanto hacia los de dentro como hacia los de fuera de la comunidad (Mt 20,26 28). Con el correr del tiempo esas actitudes, practicadas con sencillez por los cristianos, creaban un talante o estilo de vida que SAN AGUSTÍN reflejaba en estos términos:
«Rezar juntos, pero también hablar y reír en común, intercambiar favores, leer libros jun¬tos bien escritos; estar bromeando juntos y juntos serios; estar a veces en desacuerdo sin animosidad, como se está a veces con uno mismo, y utilizar este raro desacuerdo pa¬ra reforzar el acuerdo habitual; aprender algo unos de otros o enseñarlo unos a otros; echar de menos, con pena, a los ausentes, acoger a los que llegan con alegría y hacer manifestaciones de este tipo o de otro género, chispas del corazón de los que se aman y se atraen, expresadas en el rostro, en la lengua, en los ojos, en mil gestos de ternura; y cocinar los alimentos del hogar en donde las almas se unan en conjunto y donde varios no son más que uno» (Confesiones IV, 8,13).
Las comunidades practicaban además la escucha de la enseñanza de los apóstoles y la oración en común (Hch 2,42). Celebraban gozosas la acción liberadora de Dios por me¬dio de Jesús, partían el pan con gozo en sus casas (Hch 2,46), celebraban con especial alegría la Eucaristía o Cena del Señor (1 Cor 11,20 34). A esta vivencia de la comunidad se la denominó poco a poco «leiturgía» o expresión celebrativa de la comunidad. Junto a ello, las comunidades daban testimonio del Señor resucitado, anunciaban la Buena Noti¬cia (kerygma») traída por Jesús y estaban dispuestos a sellar con su propia sangre la verdad de lo que anunciaban. A este último gesto, es decir, al testimonio en favor del Evangelio con el riesgo de la propia vida, se le conoció con el nombre de «martyría». En síntesis, las comunidades cristianas se reconocían nacidas del Evangelio, deseosas de seguir a Jesús, orantes y celebrativas, fraternas, comprometidas y solidarias, evange¬lizadoras y misioneras. Todo un programa que tiene perfecta validez para las comunida¬des cristianas de hoy.
Construir la comunidad cristiana representa una tarea permanente para los segui¬dores de Jesús. Al principio, la cosa parecía más sencilla, porque la frescura del Evange¬lio parecía seducir por completo la vida de los discípulos, si bien tuvieron que distanciarse lentamente de la religión judía. Hoy día nos parece más difícil, porque nos encontra¬mos condicionados por una Iglesia cargada de años y de historia, que ha arrastrado consigo formas de funcionamiento que no siempre concuerdan con el estilo de Iglesia querido por Jesús. Con todo, aquí y ahora, dar vida a la comunidad cristiana con los rasgos y gestos más originales sigue siendo un desafío irrenunciable y una invitación permanente para todos los que decidimos prestar nuestra adhesión al Señor Jesús (Ef 1,15).


































Emaús



















Tema I: Comunicamos nuestra experiencia

Objetivo: Crear un clima de convivencia y apertura en donde el joven pueda comunicar abiertamente su experiencia de Pascua Juvenil 2009.

Motivación:
La primera experiencia de Emaús depende mucho del animador del grupo, ya que el punto de partida es la experiencia de Pascua que los jóvenes han celebrado en su parroquia y como ésta es diferente en cada lugar, sólo sugerimos elementos a seguir. Emaús depende mucho de la animación del líder de grupo, así que será un reto para que el líder juvenil conduzca a sus compañeros hacia el Pentecostés.

Ambientación:
- El lugar de reunión debe tener elementos y signos que se hayan utilizado en los diferentes temas de la Pascua.
- El lema y los temas deben incluirse en estos elementos y ocupar un lugar privilegiado, para que el joven viva la continuación de los mismos.

Desarrollo:
Sugerimos el siguiente esquema:
1. Saludo – Bienvenida/Oración
2. Cantos – Sugerimos los mismos de la Pascua
3. Dinámica de presentación – En caso de que hayan jóvenes nuevos en el grupo.
4. Compartir la experiencia: Trabajo de grupo
Los jóvenes expresarán su sentir sobre la Pascua y experiencia de fe.
Preguntas guías:
a. ¿Qué significó para ti esta Pascua?
b. ¿Qué descubriste en esta Pascua? ¿Qué fue lo más que te gustó de esta pascua?
c. ¿Por qué?
5. Plenaria
a) Luego que se recogen las diferentes experiencias de los jóvenes, se deben tener presente las siguientes inquietudes. Iniciar a los jóvenes en la capacidad de adoptar posturas concretas ante la experiencia de Jesús que han vivido en la Pascua: ¿Qué se hará después de esta experiencia?
b) Presentar el camino a seguir desde la experiencia de Pascua al Pentecostés y motivar la propuesta de su desarrollo en dentro del grupo de jóvenes.
6. Oración final

Tema II: APARECIO UN PEREGRINO

Objetivo: Por medio del relato evangélico de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35), descubrir:
a) Actitudes de los discípulos
b) El acontecimiento de la resurrección
c) La presencia de Jesús resucitado que envía a los discípulos a la comunidad para ayudar al joven a descubrir que la experiencia de la Pascua se vive en comunidad.

Desarrollo:
a) Motivación
Leer o dramatizar la lectura de Lucas 24, 13-62. (Los discípulos de Emaús)
“Ese mismo día, dos discípulos iban de camino a un pueblecito llamado Emaús a unos treinta kilómetros de Jerusalén, conversando de todo lo que había pasado.
Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar a su lado, pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Jesús les dijo: ¿Qué es lo que van conversando juntos por el camino? Ellos se detuvieron, con la cara triste.
Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: ¿Cómo, así que tú eres el único peregrino en Jerusalén que no sabe lo que paso en estos días? ¿Qué paso?, preguntó Jesús. Le contestaron: Todo ese asunto de Jesús Nazareno. Este hombre se manifestó como un profeta poderoso en obra y en palabras, aceptando tanto por Dios como por el pueblo entero. Hace unos días, los jefes de los sacerdotes y los jefes de nuestra nación lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz. Nosotros esperábamos, creyendo que él era el que ha de libertar a Israel; pero a todo esto van dos días que sucedieron estas cosas. En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos dejaron sorprendidos. Fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron a contarnos que les habían aparecido y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.
Entonces Jesús les dijo: ¡Qué poco entienden ustedes y cuánto les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No tenía que ser así y que Cristo padeciera para entrar en su Gloria?
Y comenzando por Moisés y recorriendo todos los profetas, les interpretó todo lo que las Escrituras decían sobre él. Cuando ya estaban cerca del pueblo al que ellos iban, él aparento seguir adelante. Pero le insistieron, diciéndole: “Quédate con nosotros, porque cae la tarde y se termina el día.” Entró entonces para quedarse con ellos.
Una vez que estuvo a la mesa con ellos, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se los dio. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero ya había desaparecido. Se dijeron uno al otro: “¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?
Y en ese mismo momento, se levantaron para volver a Jerusalén. Allí, encontraron reunidos a los once y a los de su grupo.
Éstos les dijeron: ¡Es verdad! El Señor resucitó y se dejó ver por Simón. Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

b) Trabajo en grupo
- Si la motivación ha sido a través del drama, la reflexión se debe iniciar con las siguientes preguntas:
Preguntas
-¿Qué sentimientos o actitudes manifestaron los discípulos de Emaús?
-¿Qué tres momentos importantes presenta la lectura?
-¿Qué enseñanzas nos trae a nosotros hoy? ¿Cómo aplicamos esta lectura a nuestra realidad?

c) Plenario e iluminación
- Luego de la plenario, se presenta la siguiente iluminación con el propósito de afianzar bien la experiencia y dejarse guiar por el siguiente relato.

Emaús: El encuentro con Cristo
Este breve relato (Lc. 24, 13-35) llama la atención por su belleza poética y por su riqueza teológica. Está inserto dentro de los capítulos que narran las apariciones pascuales, pero se distingue de éstos tanto por su forma como por su fondo. Por su forma, porque tiene todas las características de un relato breve y de una “leyenda”, que apunta al reconocimiento de Jesús.

¿Cuál es su mensaje entonces?
El hecho se puede resumir sucintamente:
Dos discípulos de Jesús vuelven a su pueblo desde Jerusalén, triste y abatidos por la muerte del Maestro. Un viajero se une a ellos y en el diálogo que establecen, este viajero les explica el sentido que tiene la muerte de Jesús, basándose en el Antiguo Testamento. Al llegar al pueblo, los dos discípulos invitan al viajero a quedarse a cenar y le reconocen como Jesús en la fracción del pan. Jesús desaparece de su vista y los dos discípulos vuelven a Jerusalén para hacer partícipes a toda la comunidad.
Dos aspectos saltan a la vista. En primer lugar, Jesús no es reconocido por su sola presencia, ni siquiera al hablar con los discípulos, ni al explicarles las Escrituras. La Escritura es un medio muy importante para comprender la Muerte y la Resurrección de Jesús, pero, a su vez, necesita algo más para que esta comprensión sea eficaz: cuando llegan a Emaús, todo el sentido del encuentro y de la conversación se juega en un instante. Los discípulos le dicen: “Quédate con nosotros, que está atardeciendo y el día va ya de caída”. Esta invitación, en el fondo, es una súplica, una oración: Jesús, quédate con nosotros. Es el punto culminante del relato. La actitud de los discípulos de búsqueda y de oración hace posible la comida de la comunidad (“tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se le ofreció”).
Por fin, los discípulos “le reconocieron”; ya está todo dispuesto para que puedan ver en su compañero de viaje al Resucitado. Por eso, sigue el relato “desapareció de su lado”, porque ya se ha dado el encuentro personal con el que necesitaban.
En segundo lugar, Lucas tiene interés no sólo en mostrar que Jesús era el Mesías, sino en cómo era Mesías. La desilusión de los discípulos se debe al concepto erróneo que tenían de la salvación de Jesús. Para ellos, la muerte en la cruz había dado al traste con las esperanzas puestas en El. El viajero, sin embargo, esclarece el sentido de esta muerte, haciendo un recorrido de la historia de la salvación a través de todas las Escrituras. “Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a Él en toda la Escritura”. El escándalo y el horror de la crucifixión de Jesús, tal como aparece en los relatos de la Pasión, son más fáciles de comprender recurriendo a las promesas del Antiguo Testamento. La referencia a Moisés y los profetas demuestran que las promesas de Dios se cumplen en el destino de Jesús. Y las profecías de Antiguo Testamento hacen más comprensible el mesianismo de Jesús, consistente en el amor, la entrega hasta la muerte y la aceptación obediente y voluntaria del dolor y el sufrimiento.
Por último, todo el relato tiene una intención fundamental que se va haciendo perceptible según va avanzando. Los discípulos de Emaús son discípulos de la “segunda generación”, no han estado presentes en las apariciones pascuales de Jerusalén y sin embargo, experimentan un contacto personal con Jesús. ¿Cómo lo realizan?
a. En la Escritura, a través de la cual se hace comprensible la Muerte y la Resurrección de Jesús, en unión a toda la Historia de Salvación y como cumplimiento de las promesas de Dios. La Escritura es la que nos libra de falsas concepciones mesiánicas, que no son sino fabulaciones nuestras.
b. En la Eucaristía, donde el Señor se da a conocer definitivamente. No basta el conocimiento de la Escritura, sino la revelación y la donación del mismo Dios que se continúa para siempre en la Eucaristía, en la fracción del pan donde a los discípulos “se les abrieron los ojos”.
c. En la Comunidad, donde la experiencia de fe de cada uno cobra pleno sentido. Los dos discípulos vuelven apresuradamente a Jerusalén y allí se encuentran con los demás discípulos que les dicen: “Era verdad. ¡Ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Pedro!”. La experiencia de Emaús queda confirmada y recalcada por la fe de la comunidad, por la vivencia de todos. Desde este momento, puede ser presentada, a su vez, como experiencia pascual, como testimonio valido para otros.
El relato de Emaús es un mensaje de una transcendencia incalculable para las dudas de hoy sobre el misterio pascual, mostrando por qué y cómo se puede creer también hoy en el Resucitado. El Señor se hace presente actualmente y la Iglesia no puede hacer más que alimentar y crear un ambiente apropiado para que esta presencia sea visible a todos los hombres.

d. Oración final














































Pentecostés Juvenil
“Comunidad de Espíritu Misionero”


Tema I: La Fuerza Viene del Espíritu

OBJETIVO: Que el joven por medio de la oración aprenda a alcanzar la fuerza del Espíritu que le ayuda en su camino de bautizado.

Metodología: Sugerimos que este tema se realice al aire libre en pequeños grupos. Se necesita un buen sonido para dar las instrucciones y que se pueda llevar la dinámica.

Pasos.
1. Se reúnen todos los jóvenes sentados en el piso y se les explica el tema y la metodología a seguir. (Para esto el animador debe haber estudiado el tema con anterioridad y saber llevar la secuencia de los pasos).

Se deben desarrollar las siguientes ideas.
 El Espíritu origen de vida.
 El Espíritu presencia dinamizadora en la comunidad cristiana.
 El Espíritu impulso de transformación.

2. Se realiza la siguiente oración.

Oración del Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y todo será creado…

Todos: y renovarás la faz de la tierra.

Oh Dios que haz iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

3. Se realiza el juego de halar la soga.
Instrucciones:
a. Conseguir una soga grande, al menos de 8 pies.
b. Dividir a los jóvenes en grupos de cantidad par (Ej. 2-2, 4-4, 6-6, etc.)
c. Explicar el juego a los grupos.
d. Dar un tiempo de 1 minuto en lo que los jóvenes hacen el juego.
e. Terminado el ejercicio, se reúnen en sus grupos y gritan tres veces: “La fuerza viene del Espíritu”


4. Leer Isaías 11, 2-9
Compartir las siguientes preguntas:
 ¿Sobre quién reposará el Espíritu?
 ¿Cómo es este Espíritu?
 ¿Cómo te sientes cuando estas en la presencia del Espíritu?
 ¿Crees que ese mismo Espíritu llegará sobre nosotros y nos transformará?
 ¿Por qué decimos que la fuerza viene del Espíritu?

5. Trabajo personal

Materiales: Velas para la cantidad de jóvenes presentes.

Instrucciones:

Se les invita a los jóvenes a ponerse en actitud de oración para pedir la fuerza del Espíritu. Deben de estar cada uno solo y bien dispuesto a orar, no muy distantes para que escuchen las instrucciones.

Monitor: Hacer silencio es hacer espacio a Dios. En este primer momento queremos hacer silencio, pedir el Espíritu en el silencio de nuestro interior. El Espíritu de Dios habla en el silencio. El Espíritu de Dios los escoge a ustedes y los lleva siempre al silencio, al desierto, a un lugar donde puedan escucharlo. Tenemos demasiadas palabras, por eso no escuchamos la Palabra de Dios. No escuchamos tu Voz dentro de nosotros. Mientras no entremos en silencio, Dios no tiene nada que hacer a nuestro lado. A veces Dios nos deja en silencio, sin palabras; nos sorprende de tal manera que nos quedamos sin saber que decir. Hoy permanecemos un momento en silencio para que Dios hable en nosotros y podamos escucharles.

(Se deja un rato de silencio)

Lector: A Dios le gusta el silencio. El Espíritu de Dios es maestro del silencio y en el silencio obra y habla y se hace presente y enciende hogueras de vida. La fuerza del Espíritu viene de lo alto y sólo desde el silencio y la oración podemos alcanzar esta fuerza. El silencio y oración pide la fuerza del Espíritu para que tu vida sea transformada y fortalecida por la gracia del Espíritu.

(Se deja otro pequeño momento de silencio. Luego se sugiere poner la canción “Dentro Esta Tu Voz” de Jaci Velásquez para que el joven medite la canción y le ayude en su reflexión).

Monitor: El Espíritu es luz. Ilumina nuestros corazones con la luz de su presencia y nos abre el camino hacia la salvación. El Espíritu es presencia luminosa que nos hace presente la gracia de Dios en nuestras vidas.


Hoy ese Espíritu de luz llegará a tu vida si en silencio y en oración sabes pedir y esperar la luz del Espíritu Santo.

(Se enciende una vela y se le lleva a otro joven para iluminar su camino de bautizado.)

Al encender la vela se le da un mensaje que puede ser sobre la siguiente frase:

“Recibe la luz del Espíritu Santo para... ó “El joven enciende la luz del otro joven y al que se le encendió la vela va a otro y realiza el mismo gesto.

Terminada la experiencia se les invita a todos los jóvenes con sus luces encendidas a reunirse en torno a la leña preparada de antemano para la fogata o colocar un cirio

Monitor: El Espíritu de Dios es hacedor de unidad. Nuestras luces dispersas en este momento nos invitan a crear una gran luz del Espíritu que está presente en nuestras vidas. Por eso nos vamos a acercar y formar un círculo alrededor de la leña que será encendida por nuestras velas, como símbolo de unidad.

(Se deja un tiempo para que los jóvenes se reúnan)

Jóvenes en este momento hemos recibido la fuerza del Espíritu que viene de lo alto. Es el mismo Espíritu el que nos ha unido y nos invita a colocar nuestras luces para formar la luz de la presencia que nos alumbrará nuestro camino de bautizado.

Les invito a que, uno a uno coloque sus velas sobre la leña y prenda la fogata o las coloque juntas alrededor del cirio para formar la fogata del Espíritu de Dios

Al colocarla cada uno dice por qué quiere formar parte de este gran fuego.

Finalizando la experiencia se hace la siguiente oración.

Oración final.
Danos Señor la gracia de sentir tu presencia
a través de esta luz.
Concédenos encontrar jóvenes
que quieran unirse a nuestro grupo
para iluminarlos con la luz de tu palabra y nuestro ejemplo.
Fortalece nuestras vidas con tu presencia
y llénanos de tu Espíritu para caminar siempre como los hijos de la luz.
Concédenos encender en nuestro espíritu,
esa chispa de hacer misión y poder construir el Reino.
Derrama la unidad entre nosotros, los jóvenes,
para que seamos unidos en tu Nombre y hagamos comunidad entre nosotros, en nuestro hogar, en nuestra parroquia, en nuestra Iglesia.
Amén


Tema II: El Espíritu en la unidad y en la diversidad.

Objetivo: Acompañar al joven para que descubra que el Espíritu crea comunidad.

I. Oración

Himno a dos coros. M = Chicos, F = Chicas, T= Todos

M – Ven, Espíritu amoroso, que inflamas el alma a quien a ti te llama, ven con tu fuerza y con tu gracia a morar en mi vida.
F – Ven con tu gloria y tus dones, con el fuego de tus llamas. Ven a guiar nuestros caminos y a compartir nuestra esperanza.
M – Ven y transforma nuestras vidas y proclama tus alabanzas. Ven para entregarme por él y acoger a quien está necesitado.
F – Ven, Espíritu del Padre para enseñarnos a orar, a ser testigos de tu paz, y provocar la amistad.
M – Ven, fortalece nuestras vidas, para crear un mundo nuevo, para servir a mis hermanos y revelarles tus riquezas.
T – Ven, Espíritu de Dios, fuente de novedad, escuchamos hoy tu voz. La cruz se vuelve vida. Vida del resucitado que nos llena de amor, que llena la tierra, luz y sol de mi Señor.

II. Introducción.

El fundamento de la comunión y la solidaridad de la vida cristiana en la Iglesia, es la gracia que nos viene del Espíritu de Dios, que asistió a Jesús a lo largo de toda su vida entre nosotros. El Espíritu Santo es fuente y canal por donde nos llega el amor de Dios que Cristo nos da. El Espíritu es dinamismo, y es luz y fuerza. El Espíritu Santo es fuente de comunión. Entre los creyentes. Ya desde los inicios de la Iglesia, el Espíritu Santo completa la presencia trinitaria de Dios entre nosotros. Dios nos envía a su Hijo y desde el anuncio del Ángel Gabriel a María, se indica que el Espíritu Santo es el que actúa. En la misma vida de Jesús, se manifiesta que el Espíritu lo guiaba, en los momentos claves de su existencia.

Al iniciar la comunidad cristiana de Jerusalén, les va infundiendo a sus discípulos que el Espíritu Santo, los guarda y será la garantía de su fortaleza. Como sucedió en el día de Pentecostés, cuando recibieron la luz del Espíritu Santo. Así, pues desde los inicios de la vida de la Iglesia, los cristianos se preocuparon por erradicar la miseria y las necesidades primarias entre sus miembros. Así lo describen los Hechos de los Apóstoles en un marco ideal de vida evangélica.


Todos los que se iban convirtiendo, se reunían y tenían todo en común, y los que tenían propiedades las vendían y las repartían según las necesidades de cada uno (Hechos 2, 44-46). La presencia del Espíritu Santo fue garantía de la unidad de criterios, para vivir el mandamiento del amor entre los creyentes en Jesucristo que forman las comunidades cristianas. El amor de Dios manifestado en la vida de Jesús, se sintetiza en su entrega y donación en bien de toda la humanidad. Muriendo y resucitado. Ese mismo amor lo vivimos nosotros como un regalo de Dios por medio de la gracia del Espíritu, quien nos asiste desde el bautismo para que seamos sujetos de ese don tan grande del amor de Dios.

III. Trabajo en grupo.

1. Parábola del joven preso (Anthony y de Mello)

Erase una vez un campo de concentración en que vivía un prisionero que, a pesar de estar sentenciado, se sentía libre y carente de temor. Un día apareció en medio del patio tocando su guitarra y una gran multitud se arremolinó en torno a él para escuchar. El hechizo de la música que oían los hacía sentirse como él, libres. Cuando las autoridades de la prisión lo vieron, prohibieron al joven volver a tocar. Pero al día siguiente allí estaba él de nuevo, cantando y tocando su guitarra, rodeado de la multitud. Los guardianes se lo llevaron de allí y sin pensarlo dos veces, le cortaron los dedos. Y una vez más al otro día, se puso a cantar y hacer la música que podía con sus muñones llenos de sangre. Y esta vez la gente aplaudía entusiasmada. Los guardianes volvieron a llevárselo y le destrozaron su guitarra. Al día siguiente estaba cantando con toda su alma. La gente se puso a corearlo y sus corazones se hicieron tan puros como el suyo. Los guardianes estaban esta vez tan enojados que le arrancaron la lengua, pero para asombro de todos, al día siguiente estaba allí de nuevo, balanceándose y danzando a los sones de una silenciosa música que sólo él podía oír. Al poco tiempo, todo el mundo estaba alzando sus manos y danzando en torno a su sangrante y destrozada figura, mientras los guardianes estaban inmovilizados y no salían de su asombro.

Preguntas para el diálogo.
1) ¿Qué espíritu tú piensas movía a ese joven?
2) ¿Por qué la gente se le unía?
3) ¿Qué parecido tiene la parábola con la vida de Jesús?
4) ¿Te gustaría tener un espíritu como el de ese joven? ¿Por qué?
5) ¿Por qué tú crees que el Espíritu crea comunión?
6) ¿Qué veían las personas en el joven músico?
7) ¿Hay alguna similitud del personaje del joven músico con la figura de Jesús?
8) ¿Crees poder tener ese mismo espíritu en ti?



IV. PLENARIO E ILUMINACION.

Lectura (1 Corintio 12, 12-30)

La Iglesia está llamada a vivir el dinamismo de comunión – misión, la comunión y la misión están profundamente unidas entre sí. Se compenetran y se implican mutuamente, hasta tal punto que la comunión representa a la vez la fuerza y el fruto de la misión. Siempre es el único e idéntico Espíritu el que convoca y une a la Iglesia y el que la envía a predicar el Evangelio hasta los confines de la tierra.

El Espíritu, en medio de la Iglesia, se manifiesta con diversidad de dones y carismas. Que hacen eficaz la misión de la Iglesia de diversas maneras y formas. El misterio salvífico se manifestó en la persona de su Hijo Jesús y por medio del Espíritu Santo la humanidad vive esa presencia en diversidad de formas, pero en una misma unidad de gracia.

El Espíritu da unidad a todas las formas que manifiestan la gracia y el amor de Dios para todos los hombres ya que es desde Él es que surge todo tipo de manifestación.

V. Oración final.

Celebremos la unidad.

(Se sugiere crear un ambiente de serenidad y respeto para este momento. Un método para ello es utilizar alguna canción o melodía suave y luego hacer un círculo con los jóvenes agarrados de manos. Una canción que se recomienda para este momento es “Espíritu Santo” del grupo Tercer Cielo.)

El Espíritu hacedor de unidad

Lector 1 – Padre Santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.

Todos – La experiencia de unidad es una experiencia difícil. Tendemos a la división, a la confusión que viene de nuestros egoísmos.

Lector 2 – No es cosa de hombres la unidad. No es cosa de hombres la comunión

Todos – Sólo el Espíritu del Señor nos puede mantener unidos en su nombre. Una sola fe, un solo bautismo, un solo Señor, es la obra que hoy realiza entre nosotros el Espíritu de Jesús.

Todos – El Espíritu del Señor es fuente de vida y susurro tranquilo. El Espíritu del Señor es unidad.

Canto


Lectura (Génesis 11, 1-9)

L. 1 – Quizás tú también alguna vez quieres ser como Dios, te sientes tentado por el orgullo y quisieras alejar a Dios de tu presencia, porque Dios te resulta molesto y no sabes vivir en su compañía...
L. 2 – Quizás tú también hablas un lenguaje que no es comprensible para los demás, un lenguaje que produce división e incomprensión, un lenguaje que rompe, excluye, que olvida a los demás...
L. 1 – Quizás tú unes tus fuerzas para, con otros, construir barreras a Dios...
L. 2 – Quizás tú no quieres seguir la verdad, el bien, el amor sano y limpio...
M. – ¿Quién no se siente interiormente dividido, que ha estado dividido o imcomprendido?
T. – Oh, Señor, envía tu Espíritu y danos la unidad.
M. – Señor Dios, en esta noche (o en esta día o tarde),
Envía tu Espíritu
Para que nuestros corazones sean sanados,
Para que la paz nos habite,
Para que la división interior se cure.
T. – Oh Señor, envía tu Espíritu y danos la unidad.
M. – Envía tu Espíritu Señor sobre nosotros
Y haz que seamos constructores de la unidad.

Todos.
Somos muchos los que te invocamos como Padre
a pesar de todo, seguimos separados,
incapaces de ser hermanos plenamente.
Tratamos de hablar una misma lengua
pero estamos llenos de nosotros mismos,
de nuestra manera de entender tu Palabra.
Que tu Palabra, Señor,
habite en nosotros
y que tu Espíritu
nos de una sola lengua,
un solo corazón
para invocarte
desde una misma Iglesia común.
Amén.









Verano Juvenil
“Jóven, haz de Dios tu Realidad”





Propuesta 1: Movie Night

Lugar: En un salón amplio de la parroquia con ambientación de cine.

Objetivo: Demostrarle al joven que Dios nos envía sus mensajes en todo momento, forma y lugar. Sólo depende de la fe que tengamos y cuán dispuestos estemos a escucharlo.

Oración Inicial:
Padre amado, gracias por estar siempre a mi lado
acompañándome en todo momento.
Por favor ayúdame a abrir mis ojos y oídos
para escuchar tus palabras y consejos.
Que de esta manera pueda también sentirte siempre cerca
para tener la fuerza de escoger el camino correcto en mi vida.
Amén.

Introducción:

Se motiva al joven explicándole lo que se hará esa noche, ayudándolo a que entre en ambiente. Se recomienda que haya “popcorn”, una pantalla o televisor bastante grande visible para todos y muy poca luz. Para que los jóvenes se sientan como si estuvieran en el cine. La única diferencia es que verán una película con un mensaje positivo, guiado a su fe. Se sugieren estas películas: “Conversation with God”, “Facing the giant” ó “John Paul II”

Desarrollo – A la entrada al salón podrían entregarlas taquillas con el nombre de la película y que alguien más adelante las reciba como en un cine real. De ser posible se podrían entregar las taquillas en reuniones antes o en misa (esto no limita cualquier otro joven que desee llegar ese día). Se pone la película, controlando en todo momento la conducta de los jóvenes para que se concentren en el mensaje. Se le deben entregar unas preguntas guías a los jóvenes relacionadas al mensaje de la película para irlos enfocando en lo que quieren que se entienda de la película. Una vez finalizada la película se hace una pequeña lluvia de ideas de lo que entendieron los jóvenes; al finalizar esto, el animador hace una pequeña conclusión con relación al mensaje de la película y el objetivo del tema tomando en consideración lo que hayan dicho los jóvenes en la previamente.

Aporte al Animador – Es importante recalcar que muchas veces aunque pertenezcamos a una comunidad juvenil y asistamos a misa los domingos, como jóvenes invertimos mucho de nuestro tiempo en cosas morbosas, chistes de doble sentido o apoyando tal vez películas que no contribuyen en nada al mejoramiento de nuestra sociedad. En esta tarde-noche nos dimos cuenta que nos podemos divertir y pasar un rato ameno en compañía de nuestros amigos y al mismo tiempo recibir un mensaje de Dios que nos fortalecerá para continuar hacia adelante y tratar de construir una sociedad mejor. Si creemos en Jesús y a El le servimos, que se nos note.

(Esto debe utilizarse para cerrar el tema)



Propuesta 2: Paseo Ecológico (Gira)

Lugar: Se podría hacer en bosques o en áreas donde se muestre abundantemente la naturaleza.

Objetivo: Motivar al joven a reconocer que Dios nos da cosas las cuales a veces olvidamos lo bellas que son y motivarlos a valorarlas.

Oración Inicial:

Padre bueno, que me creaste y me diste el poder y la responsabilidad de cuidar este mundo, permíteme el poder ayudar a los demás a comprender lo importante que es cuidar de nuestro planeta ya que en él vivimos y sin él no podríamos existir. Amén.

Introducción:

Dinámica – “Salvemos el Planeta”.

Materiales – Cintas de colores: rojo, amarillo, azul, verde y marrón.

Primer Paso – Se dividirán en cinco (5) grupos de acuerdo a la cantidad de personas; los nombres de los grupos serán: Rojo-Animales, Amarillo-Aire, Azul-Agua, Verde-Vegetación, Marrón-Tierra.

Segundo Paso – Se llevarán a diferentes lugares en la zona.

Tercer Paso – Cada grupo en su originalidad hará ya sea una propuesta, drama, canción, baile o plan de trabajo de cómo podrán ayudar a proteger el elemento de su grupo.

Cuarto Paso – Luego de que cada grupo exponga su opinión se llevará a plenaria.

Desarrollo – Se les dará un paseo o “tour” por el lugar. Es importante destacar que el propósito de este tema es llevar a los jóvenes a un lugar ubicado fuera de la parroquia para que en realidad entiendan el tema.

Aporte al Animador – Cuando Dios creó al mundo le encomendó a Adán que nombrara todos los animales y plantas y que a la misma vez las protegiera. Hoy día nuestro mundo está siendo destruido principalmente por nosotros mismos. Un hotel en nuestro país gasta más de 412 galones de agua por día, en República Dominicana jóvenes y niños tienen que caminar kilómetros para conseguir una lata de agua y poder bañarse. Estas cosas no son las únicas catástrofes que suceden en nuestro planeta diariamente pero si nos hace llegar a una conclusión del porqué estas cosas pueden estar pasando y eso es: Nuestro afán desmedido e incontrolable del consumo.

*El libro del Génesis puede aportar a este tema*

Nota: De no ser posible llevar a los jóvenes a un lugar como el que se requiere podrían ambientar el salón un área del salón con imágenes de la naturaleza que reflejen la belleza de la creación. Y otro lado con carteles de “Save the Planet”, calentamiento global, fotos de destrucción y/o contaminación ambiental entre otros… También podrían crear un tipo de presentación de las maravillas naturales del planeta y llevarlos a reflexionar que todas esas cosas son creaciones divinas y asi puedan entender el tema.

Propuesta 3: Servicio Comunitario (Recogido de Basura)

Lugar – Se puede llevar a cabo en la parroquia si cerca de ella hay un lugar que necesite de este servicio. De no ser así pueden escoger otro lugar. (e.j. playa, parque etc…)

Objetivo – Llevar al joven a reconocer la realidad actual de nuestro ambiente y darle el conocimiento y las herramientas para actuar sobre ellas.

Oración Inicial:

Señor Jesús, gracias por la maravillosa creación que me has dado; el sol, la luna, el mar y todo lo que tengo a mi alrededor; ayúdame a protegerlo para así contribuir a un futuro mejor. Amén.

Introducción:

Dinámica - ¿Quién es culpable?

Primer Paso – El animador les invitará a que miren a su alrededor y les dirá que de esta manera no se puede vivir y por tal razón hay que buscar un culpable.

Segundo Paso – El animador le pedirá ser sinceros en cuanto a las preguntas que se le harán y también les pedirá que se acuesten en el piso (esto se puede modificar dependiendo el lugar que escojan).

Tercer Paso – En cada pregunta hecha si son culpables tendrán que hacer un gesto ya sea levantar la mano o levantar la pierna. Todos tendrán los ojos cerrados.

Preguntas:
*¿Tiras basura fuera de un zafacón o has tirado?
*¿Usas bombillas no fluorescentes que no ayudan a la reducción del consumo de energía?
*¿Reciclas?
*¿Usas platos, vasos o cubiertos desechables?
*¿Usas spray?
*¿Llevas bolsas de basura cuando vas a la playa?
*¿Te has bañado en un río o playa y has utilizado químicos en ellos como jabón, detergente, etc.?
*¿Has incendiado algo a propósito?
Al final todos concluimos que todos tenemos culpa de lo que le está pasando a nuestro planeta. *Las preguntas no necesariamente tienen que ser estas, son a discreción del animador*

Desarrollo – Hacer el recogido de basura en un lugar que los jóvenes se comprometan a limpiar más seguido.

Aporte al animador – Diariamente nuestro mundo está siendo contaminado a través del gran consumo que nosotros generamos. Nunca te has preguntado ¿hacia dónde va la basura? Seguramente sabrás que hacia un vertedero pero que hay cuando este se llene. Dentro de diez (10) años, Puerto Rico no tendrá donde poner su basura. Ahora ¿dónde tú te visualizas de aquí a diez años? ¿Cómo podrás lograr eso si Puerto Rico estará hundido en basura? Es tiempo de tomar acción antes de que sea muy tarde. No sólo esto afecta, también está el calentamiento global, sabías que dentro de aproximadamente cincuenta (50) años el nivel del mar podría aumentar drásticamente. Todo esto puede evitarse pero es tu decisión. Tú tienes la responsabilidad de que el mundo no sufra porque es tuyo y de cada uno de nosotros. Así que ¡HAZ LA DIFERENCIA!

Propuesta 4: Goofy Games

Objetivo: Llevar a cabo un compartir sano entre su comunidad juvenil y otra.

Desarrollo: Esta actividad se puede llevar acabo tanto en el interior de un salón, como en un parque al aire libre. El animador encargado de tu pastoral debe coordinar con otros Grupos para planificar esta actividad. Deben escoger un tema para el día y de ahí cada grupo escogerá un sub tema para representar en el desfile de presentación y un baile. (Los Evangelios: Juan, Mateo, Marcos, Lucas; La naturaleza: Árboles, Pájaros, Mar; Los elementos: Fuego, Aire, Agua, Tierra; etc.)



Aquí tienen un itinerario de ejemplo:

Hora Actividad Valor Explicación
8:00-8:15 Bienvenida y Oración
8:15-9:00 Desfile y Bailes 10pts La Pastoral desfilará y al momento que le indique el coordinador del evento comenzarán el baile. Ganará la puntuación total el grupo que mejor haya representado su sub tema y más original haya sido.
9:00-9:15 Relevo de Camisas 5pts
9:15-9:30 Carrera de 3 pies 5pts
9:30-9:45 Relevo de camisas 5pts La camisas que se intercambien deben ser unas proporcionadas por los coordinadores de la actividad de un tamaño entre “XLarge” o más grande.
9:45-10:00 Hula Hoops 5pts 2 competidores por pastoral
10:00-11:00 Receso Pueden tener kioscos con diferentes alimentos a beneficio de las parroquias.
11:00-11:10 Reflexión Trabajo en equipo
11:10-11:25 Relevo de Saco 5pts
11:25-11:40 La esponja 10pts Cada grupo forma una fila de 8 integrantes, frente a la persona de la primera fila se pone un cubo de agua en donde estarán mojando la esponja, luego la pasaran por la parte superior de la cabeza hasta llegar al final de la fila donde se encuentra otro envase de boquilla pequeña. Ahí exprimirá la esponja el último en la fila y pasará a la parte de al frente a repetir el proceso hasta que el jugador que se encontraba frente vuelva a su lugar.

11:40-12:00 La Soga 50pts 10 Competidores por pastoral
12:00- 12:30 Premiaciones


Oración Final:
Señor:
Hoy te pido por todos mis amigos...
Tú sabes cuáles, cuántos y cómo son.
Algunos más antiguos y otros más recientes;
Algunos alegres y expresivos;
Otros tímidos y callados;
Otros sinceros y bulliciosos...
en fin, todos diferentes,
Todos especiales y muy valiosos.

Te pido que tengan una buena comunicación contigo,
aunque a veces entre nosotros no nos comuniquemos tanto.

Que con sus padres y hermanos y en general su familia,
compartan mucho, aunque a veces sin quererlo
nuestro compartir como amigos no sea tan frecuente.

Que cuando brinden su cariño a otros,
lo hagan con dedicación y lealtad
y obren siempre con sinceridad,
Aunque a veces la gente que encuentren
en su diario vivir no les responda así.

Pero lo que más te pido señor,
es que el día en que nos llames
y nos encontremos todos allí contigo,
sigamos contando los unos con los otros
y podamos decir que... seguimos siendo Buenos Amigos!


Propuesta 5: Día Familiar

Objetivo: Promover la unión de los jóvenes con sus familias y motivarlos para que busquen formas sanas de compartir.

Desarrollo: Se recomienda antes de comenzar la actividad la Pastoral junto con los padres asistan a misa. Luego pueden comenzar la actividad con un drama o una pantomima preparada por los jóvenes en honor a sus padres. Les sugerimos las canciones “Hoy tengo que decirte papá” y “Hoy tengo que decir te amo” ambas del grupo Timbiriche.

Luego deben hacer competencias en las que el padre y el hijo deban trabajar como equipo. Al culminar pueden leer esta reflexión:


"TE DESEO SUFICIENTE"...

Recientemente, no pude evitar escuchar a un padre y a una hija en sus últimos momentos juntos en la puerta de abordaje de un aeropuerto. Las aerolíneas habían anunciado la salida del vuelo y, parados junto al puesto de seguridad, se abrazaban y él dijo:"Te amo. Te deseo suficiente". Ella a su vez dijo:"Papito, nuestra vida juntos ha sido más que suficiente. Tu amor es todo lo que siempre he necesitado. También te deseo suficiente, Papito". Se besaron y ella se fue.


"Perdóneme por preguntar, pero, ¿por qué es este adiós para siempre?"

Pregunté. "Ya estoy viejo y ella vive muy lejos. Tengo serios desafíos por delante y la realidad es que, su próximo viaje será para asistir a mi funeral", me dijo. "Cuando le decía adiós, le oí decirle: "Te deseo suficiente. ¿Pudiera saber qué significa eso?" Comenzó a sonreír.
"Ese es un deseo familiar que nos ha sido pasado de generación a generación. Mis padres solían decírselo a todos".

Hizo una pausa momentánea y miró hacia arriba como queriendo recordar en detalle, se sonrió aún más. "Cuando decimos 'Te deseo suficiente', estamos queriendo que la otra persona tenga una vida llena con justo las suficientes cosas buenas para sostenerla", continuó. Entonces, volteándose hacia mí, compartió conmigo lo siguiente, para recitarse de memoria:

"Te deseo suficiente sol para mantener tu actitud brillante.
Te deseo suficiente lluvia para que puedas apreciar mejor el sol.
Te deseo suficiente felicidad para mantener tu espíritu vivo.
Te deseo suficiente dolor para que los más pequeños gozos de la vida se vean mucho más grandes.
Te deseo suficientes logros para satisfacer tus deseos.
Te deseo suficientes pérdidas para que puedas apreciar todo lo que posees.
Te deseo suficientes holas para que te ayuden a decir el adiós final".
Entonces comenzó a sollozar y se alejó caminando... y hoy, yo a ti: Te deseo suficiente !!! Que Dios te bendiga!!!


Aporte del Animador:

No todos los días tenemos la oportunidad de dedicarle tiempo a nuestras familias, ya sea por el ajetreo del trabajo, la escuela o un sin número de excusas que la sociedad ha puesto como tropiezo para romper los lazos familiares. Debemos recordar que en este mundo lo único seguro es que un día nacimos y un día moriremos. ¿Cuándo? No sabemos. Aprovechar cada segundo junto a nuestros seres queridos sería el mejor plan de acción que podríamos emprender, sin darnos cuenta estaríamos aportando al mundo. Habría más amor, menos peleas, más familias unidas, menos vicios, entre otros beneficios, por que donde hay amor está Dios, y El que es amor será el núcleo de cada familia.

Oración Final:

Te suplicamos, Jesús, por todos nuestros parientes y seres queridos y te pedimos estar siempre dispuestos a rogar por ellos. Condúcelos a la luz de la verdad, consérvalos siempre en esa verdad y concédeles el don de la perseverancia. Te pedimos por nuestros parientes, padres y madre; por nuestros hermanos y hermanas, por cada uno de ellos en particular; por nuestros primos y toda nuestra parentela; por nuestros amigos más íntimos; por nuestros maestros y alumnos, por nuestros jefes y patrones, por nuestros servidores y trabajadores; por nuestros socios y compañeros de trabajo; por nuestros vecinos y por nuestros superiores; por todos aquellos que nos quieren bien y por los que no nos quieren; por nuestros enemigos; por nuestros competidores y rivales; por los que nos insultan y calumnian. Te pedimos por ellos, no sólo en esta vida, sino también en su muerte, para que tengan la dicha de morir en gracia de Dios,
Amén.

Nota General:
• La propuesta de los Goofy Games puede ser adaptada a los deseos del grupo. Los juegos y el horario pueden ser cambiados a su gusto.

• La propuesta de los Goofy Games y el Día familiar se podrían integrar y hacer por ejemplo los juegos hijos – padres y la parte del desfile pueden hacer la presentación a los padres que se sugiere en la propuesta del Día Familiar. Esto también se puede hacer si no consiguen otros grupos con quienes hacer los Goofy Games.