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domingo, 26 de septiembre de 2010

Verdades sobre los evangelios apócrifos


Escrito por Administrator
Domingo, 26 de Septiembre de 2010 00:00

Catalogados como libros cuya procedencia es de dudosa aceptación para la Iglesia, los evangelios apócrifos generan interés, sobre todo por realizaciones literarias –que han llegado hasta Hollywood– y la publicación de estudios en revistas que los catalogan como documentos secretos. Pero, ¿qué son verdaderamente y para qué se usan? Según el decano del Instituto Superior de Teología y Pastoral (ISTEPA), Monseñor Francisco Medina, estos textos hablan de Jesucristo o de asuntos relacionados con Él, pero carecen del reconocimiento de la Iglesia al considerarse no inspirados por Dios. “La Iglesia sí reconoció los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan– que son los más antiguos– como los oficiales. Podríamos decir que “apócrifo” significa evangelios falsos”, explicó. Sin embargo, el también párroco de El Buen Pastor en Guaynabo sostuvo que algunos de los mencionados escritos no están descartados del todo, pues no son heréticos.



“Algunos datos oficiales provienen de los evangelios apócrifos. Entre ellos, puede mencionarse que el Protoevangelio de San Pablo establece que los padres de la Virgen María se llamaban Joaquín y Ana”, argumentó. Otros de estos evangelios son considerados heréticos, ya que, “adulteraban, cambiaban, prostituían el mensaje de Cristo”, dijo Monseñor Medina. Un Evangelio de Tomás habla de la infancia de Jesús, pero otro –bajo el mismo título– es totalmente agnóstico, detalló. El agnosticismo es una actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia.

El sacerdote expuso que el uso indebido de los evangelios apócrifos resulta en obras como el Código Da Vinci de Dan Brown, el cual catalogó como “una sarta de embustes y disparates”. Para Monseñor Francisco es preocupante la forma en que se presenta la información sobre los evangelios apócrifos en los medios seculares, y cómo las personas manejan dicho contenido. “Hay películas que dicen o hablan de unos supuestos evangelios secretos u ocultos bajo llave. Quienes no tienen una idea mínima de la cultura religiosa, salen del cine con esas ideas erróneas”, manifestó. Finalmente, el entrevistado recalcó que los referidos textos están disponibles para el público general. “Basta con buscar en Internet o ir a cualquier librería católica para conseguirlos”, enfatizó.

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