La Salvación
Cuando se toca el tema de la salvación del alma pensamos que es una individual. Pero la salvación es una colectiva. Por a medida que tu puedas salvar otras almas también trabajas para la salvación de la tuya. Jesús mismo nos da varios ejemplos como la oveja perdida, la separación de los corderos de los machos cabrios donde dice que lo que haga a tu prójimo se lo haces a él. En otra parte del Evangelio reafirma diciendo:” el que trate de salvar su alma la perderá y el que la pierda por mi la hallará.
Jesús nos da herramientas para la salvación de las almas. Como lo son los sacramentos. Que ayudan a mantener el alma limpia y pura. La oración como una herramienta vital para evitar en No caer en la tentación de caer en el pecado.
1ra Herramienta de salvación es por medio del bautismo. Por que es bautizado y sigue los mandatos del Señor es salvo él y su casa. Por tanto si algún miembro de su familia no tiene el sacramento bautismal es salvo por parte del familiar que tenga dicho sacramento. 2da Herramienta lo es el de la reconciliación que recibimos por medio de la confesión. Cada vez que nos reconciliamos con Dios es merito de salvación. Que nos pide el confesor siempre oración. Nuestra 3ra Herramienta de salvación y muy importante, por que de la oración Nuestro Señor hace los milagros de sanación, conversión, purificación de las almas que están en el purgatorio, entre otras cosas una buena reconciliación con nosotros mismos y con nuestro prójimo. La Eucaristía es la 4ta Herramienta de salvación. Por que esta purifica el alma al instante. Siempre y cuando se comulgue dignamente. Cada vez que recibimos a Cristo Eucaristía tenemos un encuentro directo con nuestro Señor. La 5ta Herramienta es la de obrar con nuestro prójimo. Cada vez en ayudemos a cada uno de nuestros hermanos ya sea en nuestro hogar, amigos, vecinos, miembros de la Iglesia, trabajo, como aquellas personas que nos maltrata y nos humillas tratarlas con mucho Amor.
La salvación del alma de nuestro prójimo es también nuestra salvación.
Paz y Bien!
Por: Guillermo
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