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lunes, 30 de noviembre de 2009

El Purgatorio


Mateo: 18: 23-35 En esta parábola Jesús nos habla de un rey que quiso ajustar cuentas con un siervo que le debía 10,000 talentos. Este le pide que le perdone y el rey muestra misericordia y le perdona. El siervo al salir de la presencia del rey se encontró con uno que le debía 100 denarios y este no le perdono y lo encarcelo hasta que pagara toda la deuda. Los demás siervos al ver la injusticia de este llegan donde el rey y le cuenta lo sucedido. El rey manda por el siervo y le dice siervo malvado yo que te perdone todo tú no puedes perdonar a tu compañero en lo poco. Lo mando a encarcelar hasta que pague toda la deuda. Así hará Nuestro Señor al momento de morir sí no estamos limpios del pecado que son las deudas que estaremos con el Señor nos encarcelara para ser purificados con la sangre del cordero por el perdón de nuestros pecados. Los hermanos separados no hablan de este lugar porque piensan que tienen un pase VIP al cielo por hacer las cosas bien. Olvidad que no todo el que diga Señor, Señor no entrará al reino de los cielos. Por lo tanto solo Dios decide quien está limpio y quien necesita purificar su alma. Porque nada impuro entra al reino de los cielos. Tampoco los ministros y pastores de otras nominaciones lo comentan porque el trabajo se les multiplica y eso no deja ganancia monetaria. A parte de que el alma que entra al purgatorio es un alma que ya esta salva. Lo que pasa es que tiene que ser purificada antes de entrar al reino de los cielos. Por eso es que la Iglesia Católica está en Oración constante porque debemos hacer oración por los que No creen y por los que sí creen.
Apocalipsis 7: 13-17 Uno de los Ancianos tomó la palabra y me dijo: “Esos que están con vestiduras blancas ¿Quiénes son y de dónde han venido?” Yo le respondí: “Señor mío son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras con la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios.” Esto confirma la parábola anterior. Hay que estar en un lugar donde nuestras almas son purificadas con la sangre del Cordero que es Cristo que sigue derramando su Sangre en cada Eucaristía para el perdón de nuestros pecados. Purgatorio en griego quiere decir lugar de limpieza. Donde se limpia el alma de toda impureza y podamos gozar de la vida eterna. El plan de salvación es de salvar almas no de condenar.
Dios les bendiga a todos hoy y siempre…
Por: Guillermo Betancourt
El purgatorio
Estado transitorio de purificación necesaria para aquellos que, habiendo muerto en gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor purificación para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo. Esta purificación es totalmente distinta al castigo del infierno. El purgatorio es doctrina de fe formulada en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). Los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente purificados, sufren después de su muerte una purificación, para obtener la completa hermosura de su alma (Catecismo 1030).
Dios creó los seres humanos para que disfruten de su Creador viéndole en la Gloria. Sin embargo todos hemos pecado y en esa condición no se puede entrar en el cielo, pues nada manchado puede entrar en el Cielo; por lo cual, todos necesitamos la redención de Jesucristo para poder ir al cielo. Jesús nos purifica con el poder de su Sangre para poder ser admitidos al cielo. La salvación es posible sólo por medio de Jesucristo. Si morimos en gracia de Dios es porque hemos recibido esa gracia por los méritos de Jesucristo que murió por nosotros en la cruz. La purificación del purgatorio también es gracias a Jesuscristo.
El purgatorio es necesario porque pocas personas se abren tan perfectamente a la gracia de Dios aquí en la tierra como para morir limpios y poder ir directamente al cielo. Por eso muchos van al purgatorio donde los mismos méritos de Jesús completan la purificación.
Dios ha querido que nos ayudemos unos a otros en el camino al cielo. Las almas en el purgatorio pueden ser asistidas con nuestras oraciones.
Fundamento Bíblico
La doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra fundamento en la Biblia, cuando esta se sabe interpretar correctamente:

El texto del 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte.
(Judas Macabeo) efectuó entre sus soldados una colecta... a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado... Pues... creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren en gracia de Dios... Ofreció este sacrificio por los muertos; para que fuesen perdonados de su pecado.
Los protestantes no reconocen que este libro es parte de la Biblia porque Lutero lo quitó de su Biblia precisamente porque él sabía que se refería al purgatorio. (Ver Desarrollo del canon)
Sin embargo el Nuevo Testamento hace referencia a 2 Macabeos. Por ejemplo, Hebreos 11,35
"Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor"
Los únicos que en el Antiguo Testamento a quienes se aplica este pasaje es a los mártires macabeos, que fueron torturados por conseguir la resurrección (2 Mac. 7:11, 14, 23, 29, 36).
Asimismo las palabras de nuestro Señor:
El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo, ni en el otro. Mt 12,32.
Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. Lucas 12,58-59
En estos pasajes Jesús hace referencia a un castigo temporal que no puede ser el infierno ni tampoco el cielo.
Se llega a semejante conclusión en la carta de San Pablo, 1 Corintios 3, 12-13:
Pues la base nadie la puede cambiar; ya está puesta y es Cristo Jesús. Pero, con estos cimientos, si uno construye con oro, otro con plata o piedras preciosas, o con madera, caña o paja, la obra de cada uno vendrá a descubrirse. El día del Juicio la dará a conocer porque en el fuego todo se descubrirá. El fuego probará la obra de cada cual: si su obra resiste el fuego, será premiado; pero, si es obra que se convierte en cenizas, él mismo tendrá que pagar. El se salvará, pero como quien pasa por el fuego".
De manera que hay un fuego después de la muerte que, diferente al del infierno, es temporal. El alma que por allí pasa se salvará. A ese estado de purgación le llamamos el "purgatorio".
1 Cor 15,29: "De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?"

La palabra "bautismo" es utilizada aquí como una metáfora para expresar sufrimiento o penitencia (Mc 10,38-39; Lc 3,16; 12,50). Pablo escribe sobre una práctica entre los cristianos de "bautizarse" por los difuntos. El no la condena, si no que la exalta como válida porque demuestra fe en la resurreción.

Compare 1 Cor 15,29 con 2 Macabeos 12,44 y verá la similitud.
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Muchas almas a la hora de la muerte tienen manchas de pecado, es decir merecen castigo temporal por pecados mortales o veniales, ya perdonados en cuanto a la culpa. La Iglesia entiende por purgatorio el estado o condición en que los fieles difuntos están sometidos a purificación.
Las almas de los justos son aquellas que en el momento de separarse del cuerpo, por la muerte, se hallan en estado de gracia santificante y por eso pueden entrar en la Gloria. El juicio particular les fue favorable pero necesitan quedar plenamente limpias para poder ver a Dios "cara a cara".
El tiempo que un alma dure en el purgatorio será hasta que esté libre de toda culpa y castigo. Inmediatamente terminada esta purificación el alma va al cielo. El purgatorio no continuará después del juicio final.
Las penas del purgatorio
Aunque no sea doctrina-definida, se mantiene como doctrina común que el sufrimiento mayor del purgatorio consiste en la "pena de ausencia", porque las almas están temporalmente privadas de la visión beatífica. Sin embargo, no hay comparación entre este sufrimiento y las penas del infierno. El purgatorio es temporal y por eso lleva consigo la esperanza de ver a Dios algún día cara a cara. Las almas lo llevan con paciencia, pues comprenden que la purificación es necesaria. Lo aceptan generosamente por amor de Dios y con perfecta sumisión a su voluntad.
Las penas del purgatorio son proporcionales al grado de pecado de cada persona. Es probable que las penas del purgatorio vayan disminuyendo gradualmente y aumente en ellas la alegría de la cercana entrada en el cielo. Estas almas tienen total certeza de la salvación y poseen fe, esperanza y caridad. Saben que ellas mismas están en amistad con Dios, confirmadas en gracia.
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Testimonios de los Padres
Son muchos. Aquí solo presentamos unos pocos:
Cuenta San Agustín que su madre Santa Mónica lo único que les pidió al morir fue esto: "No se olviden de ofrecer oraciones por mi alma".
A San Agustín le preguntaron: "¿Cuánto rezarán por mí cuando yo me haya muerto?". El respondió: "Eso depende de cuánto rezas tú por los difuntos. Porque el evangelio dice que la medida que cada uno emplea para dar a los demás, esa medida se empleará para darle a él".
San Gregorio Magno: "Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso".
San Gregorio ofreció 30 misas por el alma de un difunto. Más tarde ese difunto se le apareció en sueños a darle las gracias ya que por esas misas había logrado salir del purgatorio.
En otra ocasión, San Gregorio, estando celebrando la Misa, elevó la Hostia y se quedó con ella en lo alto por mucho tiempo. Sus ayudantes le preguntaron después por qué se había quedado tanto tiempo con la hostia elevada en sus manos y el les respondió: "Es que vi que mientras ofrecía la Santa Hostia a Dios, descansaban las benditas almas del purgatorio".
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La Comunión de los Santos>>>
Los miembros del Cuerpo Místico pueden ayudarse unos a otros, mientras estén en la tierra y después de la muerte. Toda persona en estado de gracia puede orar con provecho por las benditas almas; probablemente es necesario, al menos, hallarse en estado de gracia santificante para ganar las indulgencias por los difuntos.
Nuestra oración por las almas de los difuntos sólo puede ayudar a los que están en el purgatorio ya que la condición del infierno es irreversible y los que están en el cielo no necesitan oración, pero, como no tenemos, la certeza si un alma está en el purgatorio o no (excepto en el caso de los que han sido llevados a los altares) es recomendable orar por todos los difuntos. Nuestras oraciones por las almas del purgatorio pueden reducir sus penas en intensidad y duración. Cuando estas almas lleguen al cielo (antes no pueden) sin duda rezarán por sus benefactores.
En las oraciones litúrgicas de la Iglesia, se invoca con frecuencia a los ángeles y a los santos en favor de la Iglesia sufriente, es decir, por las almas del purgatorio.
El Concilio Vaticano II
El Concilio Vaticano Segundo hizo profesión de fe en la Iglesia Sufriente diciendo: "Este Sagrado Concilio recibe con gran piedad la venerable fe de nuestros hermanos que se hallan en la gloria celeste o que aún están purificándose después de la muerte".
-Padre Jordi Rivero

Oración propia de la Novena
Padre misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante en el cielo, te suplico tengas piedad de las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que pronto gocen de paz y felicidad. Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los fieles difuntos.
Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N... LLévalas de la prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el Reino de tu gloria. Amable Salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre, salvándolas de la muerte eterna.
Dios Espíritu Santo, enciende en mí el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.
Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25, 34).
POR LOS PADRES DIFUNTOS
¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre (madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.
LA FAMILIA
¡Oh Buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto del descanso eterno en el hogar de tu amor en el cielo.
ORACIÓN
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió
a Ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N...) Participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.
María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén,
Algunas preguntas y respuestas
Si hay que purificarse en el purgatorio, ¿murió Jesús en vano?
Sr. Jordi Rivero
Su artículo del purgatorio me ha dejado confundido:
1- Mi Biblia, por razones ajenas a mi conocimiento, no tiene el libro de Macabeos, uno de los que usted cita.
2- Si el purgatorio es un proceso donde el alma se purifica para poder entrar al cielo, entonces de que sirvió que Jesús muriere en la cruz, si al final terminamos purificándonos o siendo ayudados por los santos.
3-La Biblia dice que Jesús vendrá otra vez a darle a cada uno cuanto merece, pero si ya fui al purgatorio y ya pagué.
4-Por eso yo no acepto el purgatorio.
RESPUESTA
Querido hermano:
Dios te bendiga.
Si tienes reparo en llamarme "padre", te invito a que leas>>>.
Tratare de responder a cada pregunta:
1-Tu Biblia no tiene el libro de los Macabeos porque a las Biblias protestantes les faltan los libros que Lutero quitó en el siglo XVI. Ver>>>>
2-El alma sólo puede ser purificada por los méritos de Cristo que murió por nosotros en la Cruz. El artículo de arriba lo enfatiza. Pero esa purificación requiere cooperación, como lo vemos en la Biblia en muchos lugares. Jesús envió a sus Apóstoles a evangelizar a todos para que se salven. Los cristianos desde el principio rezan unos por otros. Esas ayudas no sustituyen la obra de Jesús sino que dependen de ella. Cuando la persona muere no termina la oración por ella. Ver "fe y obras", "reparación" .
3-La doctrina del purgatorio no contradice la doctrina del juicio final. Ambas han sido siempre enseñadas por la Iglesia. Los condenados no van al purgatorio sino solo los salvos que deben ser aun purificados por el mismo Jesús, como ya explique en el numero 2
4-El criterio cristiano para aceptar las doctrinas no debe ser nuestro entendimiento de ellas sino nuestra fe en Jesucristo. El encomendó sus enseñanzas a la Iglesia por medio de los Apóstoles. Creemos porque es la fe de la Iglesia.
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¿Novenas a las almas del purgatorio?
¿Cómo puede ser que existan novenas a las almas del purgatorio?
Que Dios lo bendiga.
RESPUESTA
Las novenas no son "a las almas del purgatorio" sino "POR las almas del purgatorio". Pedimos a Dios por esas almas y se las encomendamos a María y los santos.
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¿Están dormidas las almas en el purgatorio?
Padre Rivero:
Dios le bendiga.
Padre, tengo una duda, al rezarle a las ánimas del purgatorio se dice que uno salva a algunas con nuestras oraciones y claro está con el rosario. Pero me dicen que ellas no suben al cielo pues están dormidas, esperando a que EL SEÑOR vuelva a juzgar a vivos y muertos, por favor estoy confundida.
RESPUESTA
La Tradición de la Iglesia afirma el valor de la oración por las almas del purgatorio y que éstas pueden abreviar el tiempo de purgación para ir más pronto al cielo. Las almas en el purgatorio no están "dormidas" sino sufriendo la purgación y anhelando ir al cielo. Sobre el juicio temporal y el juicio final vea >>>. Al llegar al cielo rezan agradecidas por los que oraron antes por ellas. Las almas del purgatorio ya están salvadas por los méritos de Jesucristo y tienen asegurado el cielo. Nosotros sólo ayudamos con nuestras oraciones y penitencias a aplicar los méritos de Jesús para apresurar su entrada en el cielo. Vea las explicaciones sobre el purgatorio, arriba.

En los Corazones de Jesús y María,
Padre Jordi Rivero
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Museo del Purgatorio en Roma
Dirección: Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio, Lungotevere Prati 12-Roma. (junto al río Tevere)
"El pequeño museo de las almas del Purgatorio" se encuentra en Roma, en la Iglesia dedicada al Sagrado Corazón del Sufragio.
Allí se encuentran objetos con impresiones de fuego del purgatorio. El padre Vittore Jouet los comenzó a recoger en 1897 para demostrar la existencia del más allá y el sufrimiento de las almas del Purgatorio.
La Iglesia del Sagrado Corazón del Sufragio se construyó gracias al padre Vittore Jouet, fundador de la asociación del Sagrado Corazón de Jesús para el Sufragio de las almas del Purgatorio. El museo ocupa lo que antes era una capilla consagrada a Nuestra Señora del Rosario. El 15 de septiembre de 1897 se incendió y, cuando se aplacó el fuego, los creyentes notaron sobre una pared la imagen de un rostro que se dice es de un alma del Purgatorio. Esto inspiró al padre Jouet a viajar a través de Italia y otros países para buscar otros testimonios sobre las almas purgantes.