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domingo, 5 de agosto de 2012

13 razones por las cuales los evangélicos no son Evangélicos, y por las que no soy protestante

Por Ariel Cabral, Estudiante de Periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), un humilde servidor de JESUCRISTO y de la Iglesia Católica, su Sagrada Esposa, la que bíblica e históricamente demuestra serlo. (Los textos bíblicos mencionados en este artículo han sido tomados de la versión protestante “Reina Valera”, para que los lectores de esta denominación cristiana, no afirmen que utilizo una versión católica para sustentar mis opiniones). Mis intenciones con este artículo, no son herir la sensibilidad de los evangélicos (muchos son excelentes cristianos y buscan a Dios de todo corazón), como tampoco juzgarlos, sino hacerles entender que lo que muchas veces predican, no lo ponen en práctica, calificando de “impíos y paganos” a quienes no son de su organización, especialmente a los católicos. Además, busco, con Biblia Reina Valera en mano, identificar cuáles son los errores doctrinales de esta denominación cristiana. ¡Es necesario que antes de juzgar a los demás, nos analicemos a nosotros mismos! Para comprender mejor el tema, conozcamos los significados de las palabras Evangélico (con E mayúscula) y evangélico (con e minúscula) y sus respectivas diferencias. ¿Qué es un Evangélico con E mayúscula? En todo el sentido de la palabra, es aquél cristiano prudente que cree la buena nueva de Jesucristo y la pone en práctica, tal y como rezan los siguientes versos bíblicos: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”. (Mateo 7:24). “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. (Juan 14:15). “El que dice permanecer en él, debe andar como él anduvo”. (1 Juan 2:6). “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos”. (Mateo 7: 21). Ese es un Evangélico con E mayúscula. Ahora bien, ¿Qué es un evangélico con e minúscula? El diccionario de la famosa Enciclopedia Encarta nos dice: “Perteneciente o relativo al protestantismo. Se dice particularmente de una doctrina formada por la fusión del culto luterano y del calvinista”. Conociendo los significados de estos conceptos entremos, pues, en materia. Razones por las cuales considero que los evangélicos no son Evangélicos 1) Por el hecho de ser “cristianos”, los evangélicos se sienten con autoridad de proferir toda clase de juicios a los inconversos, es decir, los que aún no han aceptado a Jesucristo. Practican algo totalmente antibíblico. “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley, pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno sólo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿Quién eres para que juzgues a otro? (Santiago 4: 11-12). Dios no soporta que usurpen su lugar, juzgando a los demás. Vean ustedes: Romanos 14:10-13; Romanos 2:1-3; Mateo 7:1-5. 2) Sostienen los pastores evangélicos que “el cumplir las obras de la ley no justifica ni salva a nadie. Sólo la fe salva (SOLA FIDE). La Iglesia Católica está equivocada al enseñar que la salvación viene por obras y méritos personales”. ¿De dónde sacan estos “pastores” eso, ya que ni su Biblia Reina Valera hace referencia a esto? La doctrina “SOLA FIDE” no aparece en la Biblia. Martín Lutero, mal interpretando a Pablo, quien dijo “que el hombre no era justificado por las obras de la ley para que nadie se gloríe”, cometió el atrevimiento de adulterar las Sagradas Escrituras, introduciendo la palabra “Sola” en Rom.1:17: “Mas el justo por la sola fe vivirá”. De esta manera pensó que el hombre alcanzaba la salvación por la fe únicamente. El texto original dice: “Mas el justo por la fe vivirá”. Los evangélicos citan también Efesios 2:8-9: “Y sois salvos por gracia, por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es un don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe”. Los evangélicos sólo extraen de la Biblia la parte que les interesa, ocultando de la misma lo que le podría afectar en sus doctrinas. Con esta actitud se ponen en contra de la misma Biblia, a la cual dicen “apreciar tanto”. No toman en cuenta el versículo posterior a éste: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas”. (Efesios 2:10). A la luz de la verdad bíblica, el mismo apóstol Pablo, nos exhorte a esforzarnos para ganar la salvación. Ver: 1 Corintios 6:9; Gálatas 5:14; 1 Corintios 9:24. Ellos tampoco toman en cuenta la carta del apóstol Santiago. En eso se parecen a Martín Lutero, el cual dudó de la autenticidad de la misma, calificándola de “Epístola Paja”, ya que no le favorecía en sus intereses. Este cometió el atrevimiento de adulterar las Sagradas Escrituras, al punto también de negar el libro del Apocalipsis. San Pablo exhorta a los cristianos de Efeso a vivir virtuosamente en el Señor. Ver Efesios 4:1; 17-31. 5:1-5. San Ignacio de Antioquía, Padre Apostólico que vivió en el año 110 D.C., y que conoció personalmente a los discípulos del Señor, dice lo siguiente: “Vuestra fe os tira hacia lo alto, y la caridad es el camino que os eleva hacia Dios”. “Así aquellos que hacen profesión de ser de Cristo se reconocerán por sus obras. Porque ahora la obra demandada no es la mera profesión de fe, sino el mantenernos hasta el fin en la fuerza de la fe”. Por lo tanto, los evangélicos están MUY equivocados. No basta tener fe en Dios, es necesario hacer su voluntad, ya que “los demonios también creen, mas sin embargo tiemblan” (Sant.2:20). La fe y las obras son necesarias, y por ambas el hombre es justificado. Si los evangélicos, llevados por su fundamentalismo, quieren pruebas de lo que afirmo, aquí les ofrezco lo que su misma Biblia dice: “Vosotros, veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. (Santiago 2: 24, 26). “Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados”. (Romanos 2:13). Resulta interesante que el apóstol Santiago rechace la Sola Fide, y que San Pablo diga que los cumplidores de la ley son los justificados por Dios. Claro, siempre precedidos por la fe. Concerniente a las obras de la ley, Pablo se refería al judaísmo, al cual muchos cristianos querían seguir sometidos y pretender ganarse el cielo cumpliendo preceptos como la circunsicion, la no ingestión de carne de cerdo, los novilunios, las fiestas y la observancia del sábado (Para los adventistas del séptimo día). Pablo les dice que esas leyes eran sombra de lo que habría de venir, porque la realidad es el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, la cual debe conservar el propósito revelado y ser fiel a su Señor, cumpliendo sus mandamientos. Por lo tanto, nadie nos puede juzgar por no cumplir esas normas. (Colosenses 2:16). Además, dice que estamos bajo la gracia, y no la ley. La Iglesia Católica no enseña que la salvación se gana por obras o méritos personales. ¡Esta es una GRAN mentira evangélica pentecostal! La Iglesia sostiene que el sacrificio de Cristo es el que nos salva, el cual es aceptado solamente por la fe, la cual debe ir siempre acompañada de obras de justicia, como dice el apóstol Santiago. (Santiago 2:14-24). “Qué fácil es distorsionar las opiniones de los demás y cuán difícil reconocer los errores que emanan de una lengua indomable”. Conclusión: FE + OBRAS= JUSTIFICACIÓN Y SALVACIÓN Y MARTIN LUTERO SE APARTÓ DE LA BIBLIA Y DE LA TRADICIÓN PATRISTICA. 3) A menudo “predican” en las calles infundiendo terror, asustando, ejerciendo presión psicológica e incitando a la gente a convertirse porque si no se irían al Infierno y perderían su alma. Me imagino que la Biblia sostiene otra cosa sobre la actitud que debe mostrar un siervo de Dios, tal y como lo fue el Señor Jesucristo. “He aquí a mi siervo, yo le sostendré. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare”. (Isaías 42:1-3b). El infierno es una realidad, pero Jesús mandó predicar un mensaje de amor y liberación, no de terror ni presión. Lo esencial de predicar el evangelio es decirle a la gente que Dios les ama y quiere salvarlos, y para eso nos utiliza a nosotros. “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio (Buenas Nuevas) a toda criatura”. (Marcos: 16:15). Los evangélicos anuncian a Jesucristo como si fuera una publicidad, y no como aquel gran Dios y Hombre que dio su vida por nosotros, pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo. 3) Los evangélicos odian irracionalmente todo lo católico. Nos tienen como sus enemigos. Conozco una señora evangélica, pastora por cierto, que tilda a su vecina de “pagana” y hasta llegó a secuestrarle su bomba de agua, simplemente porque es católica. Ellos consideran el catolicismo como su principal enemigo. Suponiendo que sean los católicos sus enemigos (QUE NO LO SON), observen qué dice Jesús sobre la actitud que se debe demostrar hacia los mismos: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”. (Mateo 5:44). Pregunto: ¿Cumplen los evangélicos este precepto bíblico con sus “enemigos” los católicos? ¡La realidad es otra!!! Además, nos acusan de renegados e incrédulos. Jesús es radical al respecto: “Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”. (Mateo 5: 22). “El que dice que está en luz y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas”. (1 Juan 2: 9). 4) Los evangélicos acusan a los católicos de ser idólatras por tener imágenes. Respuesta: Los judíos también tenían imágenes, e incluso por órdenes del mismo Dios, y en el TEMPLO. “Harán también dos querubines de oro; labrados a martillos los harás en los dos extremos del propiciatorio”. (Éxodo 25: 18). Estos querubines eran imágenes, no ídolos, como repiten sin cesar los evangélicos. Los mismos estaban colocados en el arca de la alianza; y Dios le dijo a Moisés que ahí se iba a encontrar con él. ¿Si los judios tuvieron imágenes en el mismo templo, por qué la Iglesia Católica no? Además, los católicos veneran las imágenes, no las adoran. Adorar significa ver en esa imagen el poder de Dios, y eso es un grave pecado, que es condenado por la Biblia y la Iglesia. No somos tan ignorantes como para creer que las imágenes del niño Jesús o de la Virgen María podrían darnos comida, como pensaban los paganos ¡Por Favor! 5) “Basta la Biblia para salvarse (Sola Escritura)…Todos tienen la capacidad de interpretar la Biblia personalmente (Libre Interpretación)…Las tradiciones son malas y fueron condenadas por Jesús”. Estos son los principales estandartes doctrinales de los protestantes y los mismos que han causado que éstos se dividan. Estudiando la Biblia correctamente, nos damos cuenta de que todo esto es FALSO. Concerniente a la Sola Escritura, la Biblia dice lo siguiente: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el hijo de Dios y, para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. (Juan 20:30-31). Ya vemos cómo el apóstol Juan dice que la Escritura no está completa debido a que hay otros hechos que no están escritos, pero que éstos existen para que creamos que Jesús es el hijo de Dios y tengamos salvación. Los hechos que no se mencionan se obtienen gracias la tradición apostólica y a la Patrística, los cuales dieron vida a la Biblia, y son vividas fielmente por la Iglesia Católica. Fue ésta quien dio vida al Nuevo Testamento Cristiano por un decreto del papa San Dámaso I Con mayor razón deberían aceptar los protestantes la autoridad de la Iglesia. Sobre la interpretación de la Biblia por cuenta propia o libremente, las Sagradas Escrituras dan explicaciones directas, las cuales no necesitan explicación alguna: “Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2 Pedro 1:20-21). Con respecto a las tradiciones, Jesús sólo condenó aquéllas que invalidaban la ley de Dios, como lo hacían los fariseos. Pero la Biblia no habla mal de éstas. ¡Eso es un mito protestante! El mismo Pablo dice lo Siguiente: “Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina (tradiciones) que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra”. (2 Tesalonicenses 2:15). “Os alabo, Hermanos, porque en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones (tradiciones) tal como os las entregué”. (1 Cor. 11:2). Nótese cómo la Biblia Reina Valera distorsiona el original griego, cambiando tradiciones por doctrina e instrucciones. ¿No es esto utilizar las Sagradas Escrituras para satisfacer ideas y doctrinas personales? Les exhorto a leer por todo el capítulo 11 de Corintios sobre las instrucciones (tradiciones) que el apóstol Pablo da sobre el comportamiento de las mujeres en la asamblea, y la actitud que debe seguirse para celebrar la cena del Señor. Nota: Los evangélicos son muy ambivalentes con sus doctrinas. Hablan mal de las tradiciones, sin embargo siguen muchas de las mismas, como la de cubrirse el pelo en la congregación. No sean hipócritas, ustedes también aceptan las tradiciones; igualmente, los mormones que practican el bautismo por los muertos. 6) “Muchos Protestantes tienen una visión muy limitada de la historia cristiana en general, especialmente de los años 313 (la conversión de Constantino) a 1517 (el arribo de Martín Lutero). Esta ignorancia y hostilidad hacia la Tradición Católica conduce al relativismo teológico, al anticatolicismo y a un constante e innecesario proceso de “reinventar la historia.” (“150 Razones por las que Soy Católico. Presentando 300 evidencias bíblicas que favorecen al Catolicismo. Por: Dave Armstrong. Tomado de Civita Dei Luis Fernando Pérez”). Me gustaría tanto que los pastores evangélicos, en vez de perder el tiempo en inyectar veneno hacia lo Católico, mejor enseñen a sus “varones, varonas, siervos, siervas o como quieran llamarle a sus prosélitos, un poco de historia de la Iglesia y el Cristianismo en general. ¡Les hace mucha falta!!!! sobre todo para conocer quiénes fueron en realidad los paladines de la Reforma Protestante, Martín Lutero, Ulrico Zwinglio Y Juan Calvino. Les aseguro que se quedarán estupefactos cuando conozcan la vida de estos “grandes” cristianos. Los evangélicos son expertos en manejar la Biblia y la Historia de la Iglesia a su antojo. Un ejemplo claro de esta afirmación es la siguiente: En mi consulta bibliográfica para redactar este artículo, me topé con una página de Internet, titulada www.cristianismo-primitivo.org, la cual en nada hace honor a su nombre, ya que está parcializada tocando puntos que pretenden relacionarse con la doctrina protestante, proliferando calumnias contra el Catolicismo Romano. Cita la página la vida de los Padres Apostólicos de la Iglesia como: San Ignacio de Antioquia, Clemente de Roma y Policarpo. El autor de esta Web no menciona para nada la opinión de Ignacio referente a La Eucaristía como carne de Jesucristo, La virginidad de María, La obediencia a los Obispos y la catolicidad de la iglesia. ¿Saben qué? Ni las iba a mencionar, ya que no le favorecían en sus intereses personales, su teatrito de demostrar la Verdad, (su verdad), se le hubiese derrumbado, y hubiera terminado por aceptar, aunque no lo quisiera, la autoridad de la Santa Iglesia Católica. 7) Los protestantes no muestran ningún respeto por la dignidad y los valores humanos de los cristianos católicos. Se valen del anticatolicismo de Lutero, Zwinglio y Calvino para sostener que el Papa es el anticristo, y que sus “seguidores” son demonios. (¿Cuántos Papas no murieron asesinados por su fe en Jesucristo, martirizados por los esbirros del Imperio Romano?, ¿No fue el papa Juan Pablo II víctima de un atentado por Alí Agca, al cual perdonó después?, ¿cuántos sacerdotes no fueron asesinados por su fe en el siglo pasado?, ¿Cuántos VERDADEROS cristianos católicos no sufren persecuciones ideológicas por sistemas filosóficos, como los son el ateísmo y comunismo?). Acusan además a la Iglesia Romana de ser la Babilonia del Apocalipsis por haber perseguido a los seguidores de Jesús. Pero ellos desconocen o niegan que muchos de esos seguidores también arremetieron contra los católicos, asesinando sacerdotes y destruyendo iglesias y monasterios. ¿Acaso desconocen las guerras campesinas de los anabaptistas, secundados por Thomas Münzer? ¿Acaso desconocen que los príncipes alemanes de los tiempos de la reforma protestante confiscaron los bienes de la iglesia y demolieron muchos templos? ¿Acaso desconocen que el mismo Lutero mandó castigar por la espada a la peste de la sodoma romana que corrompía a la iglesia de Dios? ¿Desconocen que la reina inglesa Isabel I quiso implantar la religión anglicana por la fuerza, y persiguió a muchos católicos como lo hizo su padre, Enrique VIII? El mismo Lutero sostuvo de los judíos lo siguiente: “Arrójeles quienquiera que pueda, azufre y alquitrán, si uno pudiera echarles fuego del infierno tanto mejor….y esto debe hacerse en honor a Nuestro Señor y del cristianismo. Sean sus casas astilladas y destruidas…Séanles quitados sus libros de oraciones y Talmudes y también toda su Biblia; prohíbase a sus rabinos la enseñanza, so pena de muerte, de ahora en adelante. Y si todo esto fuera poco, sean expulsados del país como perros rabiosos”. Ya vemos que lo que nos han hecho creer los historiadores y pastores protestantes sobre Martín Lutero es completamente falso, “un reformador pacífico que sufrió la satánica persecución de los papistas”. Lutero fue un fanático empedernido, enemigo de lo católico y judío. Que los pastores evangélicos dejen de decir tantas mentiras en sus cultos, sobre el “heroísmo” de Martín Lutero al rescatar el cristianismo de manos de la “infame” Iglesia Católica Romana, y se centren más bien en estudiar la verdad de los hechos, que tan hipócritamente nos han ocultado los historiadores, para perjuicio suyo y de su ejercicio profesional. La Iglesia Católica cometió muchos errores, eso no se puede negar, como tampoco se justifican las muertes de la inquisición. Pero la verdad histórica no se puede distorsionar, al punto de hacer quedar a los protestantes como las víctimas de la “sanguinaria” Iglesia Romana. Ellos también fueron crueles con muchos católicos que vivían incluso ajenos a estos conflictos. Aún espera la Iglesia la disculpa de los luteranos, calvinistas y anglicanos, como ésta la supo ofrecer en el año 2000. 8) Los evangélicos generalmente son exclusivistas, sólo sienten amor hacia ellos mismos. El Señor Jesús nos invita a amar a todos por igual, y a no seguir esta actitud tan antibíblica, la cual es condenada por el evangelista Mateo: “Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?” (Mateo 5:46-47). 9) Los evangélicos pentecostales dicen sentir el Espíritu Santo, pero lo manifiestan con gritos atemorizantes, que incluso llegan a ser piedra de escándalo para la comunidad. ¡Qué Falsedad! El Espíritu Santo es paz, alegría, amor, mansedumbre y longanimidad. 10) Los evangélicos no se cansan de repetir que los católicos siguen al Papa y a los sacerdotes. Los católicos siguen sólo a Jesucristo. El Papa y los Sacerdotes son nuestros padres espirituales como lo fue el apóstol Pablo. Ellos sí que tienen a sus pastores como infalibles como si fueran súper papas, los cuales les exigen el diezmo y/o controlan psicológicamente. 11) “María fue una mujer cualquiera, sólo fue la madre carnal de Jesús, después tuvo más hijos, no fue siempre virgen”. Esta es otra tremenda mentira de los evangélicos. Si no lo saben, Lutero, el padre de la Reforma Protestante, defendió siempre la virginidad de María, y les juro que él sería el primero en oponerse a tan desdeñable vituperio. Miren las cosas bellas que habla Lutero sobre María “Madre de Dios”: “La gran maravilla que se ha operado en ella es que fue hecha Madre de Dios, con lo cual le han sido concedidos tantos bienes que nadie los puede abarcar. De ello se le ha seguido toda la honra y bienaventuranza, el haber sido una persona única y sin par en todo el género humano, y el haber tenido un Hijo tal, que es el mismo Hijo del Padre celestial. Ella misma no fue capaz de expresar esta indecible grandeza de modo más apropiado que balbuciendo que eran «cosas grandes». Toda su gloria se concentra en la palabra con que la llamamos «Madre de Dios». Nadie puede decir de ella, ni decirle a ella, algo más grande, aunque tuviera tantas lenguas como hojas y hierbas hay en los campos, como estrellas en el cielo y como arenas en la mar. Habría que conservar también en el corazón lo que significa ser «Madre de Dios». (Martín Lutero «Comentario al Magníficat)”. “María es Madre de Dios, pero para que este nacimiento nos sea de algún provecho y nos convierta, debemos asimilarnos el ejemplo de la Virgen y seguirlo, ya que no existe ninguna otra posibilidad para que nos acontezca lo que sucedió en ella. Es preciso que renovemos sin cesar este misterio en nosotros, pues para el que no acepta en esta disposición al Niño, este nacimiento es inútil... Es preciso borrar toda luz natural y decir: hágase en mí no según mi inteligencia, sino según tu palabra. Así también nosotros seremos fecundados por el Espíritu Santo y concebiremos espiritualmente a Cristo. Para eso hace falta que el mensajero que nos venga sea un mensajero de Dios que predique el Reino de Dios (Martín Lutero, Das Maríen lob der Reformatoren)”. Además, la Iglesia primitiva ya aceptaba la virginidad de María. San Ignacio de Antioquia, discípulo directo de los apóstoles Pedro y Pablo, dijo lo siguiente: “Al príncipe de este mundo (Satanás) le ha sido ocultada la virginidad de María, y su alumbramiento, al igual que la muerte del Señor: tres misterios sonoros, que fueron realizados en el silencio de Dios”. Con respecto a que María sólo fue la madre carnal de Jesús, y no de su divinidad, tengo que corregirles queridos protestantes que la Iglesia Católica tuvo que utilizar la expresión Madre de Dios “Theotokos” para resaltar la divinidad de Cristo y su concepciÓn virginal, puesta en duda por dos herejes de los siglos IV y V, Arrio y Nestorio, no para darle a ésta un lugar trascendente, como suelen afirmar muchos de sus pastores evangélicos. Según la Enciclopedia Encarta 2006, ya la Iglesia Primitiva le otorgaba este digno título: “Virgen María, madre de Jesucristo, venerada en el cristianismo desde los tiempos de los primeros apóstoles”. “Ya en el siglo II los cristianos veneraban a la Virgen llamándola Madre de Dios para resaltar la divinidad de Jesús. Muy vinculado al de Virgen María, el calificativo de Madre de Dios pone de relieve la concepción virginal de Jesús (Lc. 1,35), reafirmando que su verdadero padre es Dios y no José”. Tampoco estén por ahí inventando cuentos sobre un culto mariólatra. La Iglesia Católica no da a María un culto de latría, como ustedes afirman, sino un culto de “Hiperdulía o veneración especial” por haber sido la madre de nuestro Salvador Y haber aceptado humildemente la voluntad de Dios (Lc. 1:38). El culto de Latría (Adoración) le corresponde SÓLO a Dios. Ya vimos que los primeros cristianos hacían lo mismo que hoy hacen los católicos, Apostólicos y Romanos con la Santa Madre de nuestro Señor. ¿Por qué no amar a esta gran servidora de Jesucristo, primera cristiana, evangelizadora y madre nuestra? 12) Los protestantes acusan a la Iglesia Católica de manipuladora bíblica por usar libros “apócrifos”. Deberían ponerse a analizar por qué no tienen en su Biblia esos libros. Los libros considerados “apócrifos” por los protestantes, mas por los católicos “Deuterocanónicos”, son: Tobías, Judit, 1 y 2 de Macabeos, Eclesiástico, Sabiduría y Baruc, mas las adiciones en griego de Ester y Daniel. Sepan, pues, los protestantes que la Iglesia Primitiva utilizó una versión griega de la Biblia llamada “Septuaginta”, en la que se encontraban estos libros, y otros más que luego fueron rechazados. ¿Por qué los protestantes no tienen esos libros? Porque martín Lutero, excluyó de su traducción bíblica esos libros, como excluyó también las cartas de Santiago y el Apocalipsis. ¡Qué bueno que los evangélicos aún las poseen! Así que a la Biblia Católica no le sobran libros. A ustedes les falta que es diferente. Si la Iglesia Católica manipuló las Sagradas Escrituras y es corrupta, entonces por qué ustedes aceptan el Nuevo Testamento, ya que éste es una creación de la iglesia que tanto ustedes odian. No sean hipócritas por favor; no pueden estar con Dios y el diablo a la vez. ¿O acaso creen que el Nuevo Testamento bajó del cielo coronado por Ángeles? Les exhorto a leer el Concilio de Cartago del año 337, y ya sabrán. 14) “La Santa Cena es simbólica”. Los primitivos cristianos no pensaron así. Hablan San Ignacio de Antioquia y la Didajé (Enseñanza) de los 12 apóstoles: “La Eucaristía es la Carne de Nuestro Señor Jesucristo, esa misma que padeció murió por nosotros”. San Ignacio de Antioquía. “Que comulguen sólo los bautizados, pues es el Señor dijo no deis lo que es Santo a los perros”. Didajé de los apóstoles. Un simple pedazo de pan no iba a ser santo. 13) Y la que no podía quedarse. No se cansan de repetir que la Iglesia Católica fue fundada por Constantino. Como me gustaría que me lo probaran históricamente. Pues les digo que ésta ya existía desde mucho tiempo antes y estaba organizada, y el emperador sólo le dio libertad de culto (Año 313), pues estaba siendo perseguida. Una prueba de que esto no es cierto es la siguiente: “El término «católico» proviene del griego καθολικός, que significa universal”. “Ignacio de Antioquía, discípulo del apóstol Pedro, da en el año 110 el testimonio más antiguo de este nombre: "Donde esté el obispo, esté la muchedumbre, así como donde esté Jesucristo esté la Iglesia Católica" (Carta a los Esmirniotas 8:2). En los tres primeros siglos de la Iglesia los cristianos decían "cristiano es mi nombre, católico mi sobrenombre". Enciclopedia www.wikipedia.org. Una segunda prueba es San Cipriano de Jerusalén, uno de los Padres de la Iglesia y el cual vivió hasta el año 258, escribió el libro “Sobre la Unidad de la Iglesia católica”, en el cual hace una seria advertencia a los que se salieron de la Iglesia, aunque esta posición ha cambiado bastante hoy en día, ya que ésta reconoce que quienes nacen en otras confesiones pueden ser llamamos dignamente cristiano. “Todo esto sucede por no volver al origen de la verdad, por no buscar la cabeza. Sobre uno únicamente edifica su Iglesia. Quien no cuenta con la en esta unidad de la Iglesia ¿Cree que tiene la fe? Quien separándose de la Iglesia se una a una adúltera, este tal se separa de las promesas de la Iglesia, y no alcanzara los premios de Cristo, quien abandono la Iglesia de Cristo. Ya no puede tener a Dios por padre, quien no tiene a la Iglesia por madre”. Una Tercera y última prueba es Tertuliano (160-220), que aunque abrazó la herejía Montanista, nunca dudó de la primacía de la Iglesia de Roma: “Pero si te encuentras cerca de Italia, tienes Roma, de donde también para nosotros está pronta la autoridad. Qué feliz es esta Iglesia a la que los Apóstoles dieron, con su sangre, toda la doctrina, donde Pedro es Igualado a la pasión del Señor, donde Pablo es coronado con la muerte de Juan [Bautista], donde el apóstol Juan, después que, echado en aceite rusiente, no sufrió ningún daño, es relegado a una isla.” “¿Se le ocultó algo a Pedro, que fue llamado piedra de la Iglesia que iba a ser edificada, que obtuvo las llaves del reino de los cielos y la potestad de desatar y atar en los cielos y en la tierra?” La Iglesia Católica actual guarda una gran relación con la católica primitiva. Es la Iglesia fundada por nuestro Señor Jesucristo, edificada sobre el cimiento de los apóstoles y los profetas, siendo EL MISMO la piedra angular (Efesios 2:20). ¿Guardan ustedes esa relación? CONCLUSIONES: Amadísimos hermanos evangélicos: No he escrito este artículo para juzgarlos, yo no soy Dios para hacer eso. “Sólo él es el único legislador y juez”. Reitero, muchos de ustedes son excelentes cristianos, pero es necesario que abandonen esta actitud hostil y prejuiciosa hacia el Catolicismo, ya que muchos de ustedes hablan de esta manera: “Los católicos son unos analfabetos bíblicos, bebedores, adúlteros, paganos, idólatras, amantes del placer, fornicadores, envidiosos por usar la música de nuestros pastores, condenados al infierno, no son sinceros al adorar a Dios, manipuladores bíblicos, hijos de la ramera apocalíptica, anticristos, romanistas, papistas, demonios, inquisidores, sectarios, no cristianos”. ¿No se relaciona esta actitud con la adoptada por los fariseos hacia los publicanos, los cuales eran considerados lo peor por cobrar los impuestos para Roma? Sin embargo, Dios les amaba por la actitud tan reverente y humilde que demostraban cuando se dirigían a él. ¡Ustedes no tienen derecho de calumniar y juzgar a los demás! Les ehorto a buscar más del Señor, dejar de profesar y practicar doctrinas antibíblicas, estudiar más la Biblia, ser más humildes, y así de esta manera puedan amar más al prójimo, en especial a aquéllos que no son de su organización, como las personas del “mundo” y los católicos. No olviden que Jesús se relacionaba con la clase más rechazada por la ley judía, las prostitutas y los pecadores, los llamados “impíos y paganos”, y nunca los calificó. ¡Al CONTRARIO! Dejen de ser tan fanáticos. A Dios no le agrada eso. Adulterar la ley de Dios es un pecado grave que lleva una sanción severísima. Miren lo que dice San Ignacio de Antioquía, discípulo de San Pedro, al respecto: “Así, si los que hacen eso son condenados a muerte, ¡cuánto más aquél que corrompe por su mala doctrina la fe de Dios, por la que Jesucristo ha sido crucificado! Aquél que así sea, irá al fuego inextinguible y lo mismo aquél que lo escuchare”. Hermanos evangélicos, la Iglesia Católica no es antiprotestante, como muchos de ustedes que sí son anticatólicos. Con esta actitud anticristiana, ¿pueden llamarse ustedes iglesia verdadera? Eso es ser hipócrita, y tomar el sagrado distintivo “Cristiano” de relajo. Hermanos evangélicos, ojalá y algún día hagamos de las siguientes palabras una realidad, y que por fin desaparezcan los odios y las divisiones, y no olviden que la Iglesia Católica es CRISTIANA. “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma cosa y en un mismo parecer”. 1Cor 1:10.